CUANDO LOS NAZIS VINIERON
[índice]
***
Tabla de contenidos
CUANDO LOS NAZIS VINIERON
Por Martín Niemöller
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.Cuando vino a buscar a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío.Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Martín Niemöller
* * *
MARTIN NIEMÖLLER , pastor protestante alemán. Este poema trata de las consecuencias de no resistir las tiranías en los primeros intentos de su establecimiento. Su autor menciona que no se trataba originalmente de un poema, sino de una parte del sermón “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?”, predicado durante la semana santa de 1946 en Kaiserslautern, Alemania. Esta cita frecuentemente se atribuye por error a Bertolt Brecht . [ Filosofía Digital, 07/08/2007 ]
«El amor al prójimo no conoce límites ideológicos ni confesionales»
(Martín Niemöller)
***
Cuando los tratantes esclavizaron a las temporas, a nadie le importó
LA ESCLAVITUD QUE NADIE QUIERE VER, OCULTA Y CONSENTIDA
Cuando conseguimos pruebas de su Esclavitud, fuimos silenciados, porque las víctimas eran pobres y extranjeras
El resto de los versos se irán escribiendo con la sangre que otros derramaron por nuestra -ya perdida- libertad.
Y, hasta entonces, todos guardaremos silencio, porque el miedo ya ha vencido.
***
Esclavitud en la España del siglo XXI:
« Más que los actos de los malos, me horroriza la indiferencia de los buenos »
*******
Cuando fueron a por los mayores, los 100.000 Mártires tampoco importaron a nadie
Cuando el Miedo se hace cargo de la sociedad, los ciudadanos se convierten en siervos.
***
SOLO NOS PREOCUPAMOS POR EL DINERO Y EL PODER
***
«El Estado más violento será, pues, en que se niega a cada uno la libertad de decir y enseñar lo que se piensa»
*******
Pronto, podrán ir a por cualquiera
SOLO TENDRÁN QUE LLAMAR A SU LAPIDACIÓN, Y LAS MASAS LO MATARÁN A PEDRADAS
***
EL TOTALITARISMO SE DISFRAZA
*******
*******
LIBERTAD, AMOR Y JUSTICIA
Por Jesús Nava
-Comentario-
El conflicto violento es lo que buscan los canallas, porque nosotros LLEVAMOS LAS DE PERDER. Nos partirán la cara y nos quitarán hasta la apariencia de Derechos Humanos de la que hoy apenas disponemos.
No es el enfrentamiento. Mucho menos el visceral. Cuando alguien quiere sacar a otro de su error, ha de cuidarse de que no se sienta humillado (y la gente equivocada, cuando se da cuenta de que estaba equivocada, generalmente es MUY SUSCEPTIBLE. Herir esa susceptibilidad es enfrentarse a una respuesta agresiva, probablemente violenta).
Para llevar a la razón a otros, primero has de pensar en el otro, no en ti ni en tu verdad. Si tu verdad le puede ayudar, muéstralo dulcemente.
Si tienes dudas sobre tu razón, entonces tu mensaje será agresivo, pues como los demás, que juzgas equivocados, tendrás la inseguridad que lleva al razonamiento incierto a un enroque, muchas veces con desenlace violento.
La verdad es bondad. Cuando la encuentres, compártela. Bondadosamente.
JDF
-Respuesta-
Naturalmente que en naciones como la nuestra, donde el Estado, lo gobierne quien lo gobierne, oprime sin atormentar, la violencia no tiene sentido. ¿Contra quién habría que luchar, contra los gobernantes opresores o contra los gobernados que voluntariamente se dejan oprimir? La lucha política por la libertad, hoy, en los países más ricos, no es contra carne y sangre, sino contra los prejuicios y la ignorancia, incluso de los dirigentes e intelectuales, que creen saber, pero que, en realidad, quien sabe algo sabe que no saben nada como debe saberse.
Pero , si quieres decir que la libertad política se conquista con amor y dulzura, no comparto tu opinión. Una cosa es ganar a alguien por la sabiduría y otra, muy distinta, vencer a los tiranos en la lucha por la libertad.
No podemos esperar ser trasladados de la tiranía a la libertad en un lecho de plumas, dijo Jefferson. Y nada me resulta más patético (aquí uso el término con su significado estricto de conmovedor) que las arengas pacifistas de Gandhi dirigidas a los europeos, ya sus gobiernos, instándolos a resistir pacíficamente hasta ganar a los nazis. Hay ocasiones en la vida, tanto particular como colectiva, en que no oponer resistencia al mal, o a los malos, es inmoral y criminal. Porque ya sabes, nada ansían más los malos, que conseguir que los buenos no hagan nada.
La creencia de que el amor siempre viene al odio es francamente ingenua, y sólo es posible, como lo fue en mi caso, hasta que la experiencia de la vida y el conocimiento de los hombres te abre los ojos a la enorme dimensión del mal, es decir, de la estupidez y la ignorancia, en el alma humana. Y entonces llegas a comprender cuánto daño te ha hecho -sin hacer bien a nadie- lo de poner la otra mejilla.
Decir la verdad puede ser muy cruel para los mentirosos, y hiere siempre la susceptibilidad de los hipócritas y cobardes; pero ¿qué nos importa eso a nosotros? ¿No aquí más la sensibilidad de los justos el ver cómo el Derecho es corrompido, la Verdad es pisoteada, y la Justicia burlada?
El mismo Jesús, paradigma del amor, no dejó de aclarar que Él no había venido para traer paz, sino espada; ni a producir concordia, sino discordia, incluso dentro de las familias; y que se proponía incendiar el mundo con su mensaje de alegría y libertad. Y nunca le importó que las zorras del gobierno, como Herodes, ni los hipócritas y víboras de la clase dominante, se escandalizasen; Antes bien, los fustigó sin misericordia, sentimiento que reservaba, para derrocharlo a raudales con las prostitutas y demás excluidos de la sociedad, los enfermos, y los pobres, la clase de personas que, para Él, constituían el pueblo que, en su Reino, estaba llamado a heredar la tierra. Pero los españoles que se llaman a sí mismos cristianos, o anticristianos, no conocen en absoluto al Jesús de los Evangelios, sino únicamente al falso Cristo del catecismo y de la impostura vaticana.
No debemos confundir, como hicieron los jacobinos, la fraternidad, fruto del amor y la amistad, con la concordia, fruto de la igualdad y la justicia. Y, aunque el amor, como la felicidad, no se pueden imponer, pues pertenecen al campo de la Religión y de la Ética, la justicia sí, y muy bien, como diría Amiel, por medio de la política, o sea, de la administración correcta de los asuntos públicos. Por eso no es necesario (aunque no se hubiera demostrado imposible por la experiencia histórica) guardar a que todos los ciudadanos, o una mayoría, se conviertan en buenos, para instaurar la justicia en un país; aunque sí es imprescindible que un puñado de justos esté dispuesto a escuchar el clamor que, desde el corazón de todos los humillados y ofendidos del mundo, reclama eternamente una reparación suficiente. Como reconocía Amiel, “antaño había que hacer el Estado digno de sus miembros; ahora hay que hacer que los miembros sean dignos del Estado. Es natural tal tentativa”, especialmente, tras el fracaso del cristianismo (¿y del marxismo?).
Tal vez la justicia no sea la más grande de las virtudes privadas, como sentenciaba Aristóteles, pero sí puede que sea la más grande virtud pública; Pues consiste -una vez que los Derechos del Hombre y del Ciudadano se asienten constitucionalmente-, en dar a cada uno, de hecho, lo que le pertenece en derecho, incluyendo, naturalmente, el respeto debido a todas sus libertades. Cuando los ciudadanos vean cómo se hace justicia en los asuntos públicos, aprenderán a ser justos en sus relaciones privadas.
¿Cabe, entonces, mayor muestra de amor al prójimo que luchar por la libertad común y la justicia universal? ¿Y es posible un amor más grande que el amor a una patria libre y justa? Puede que, en esta lucha desigual, la gente honesta las lleve las de perder, pero hay cosas más importantes que la vida. Y, en cambio, a nadie le cabe mayor gloria que sufrir, si fuere preciso, por una buena causa, o, si llega el caso, dar su vida por la libertad.
Un cordial saludo.
FD, 01/05/2011.
*******
RELACIONADOS :
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2022/04/02/el-caso-collini/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2023/06/17/los-nazis-y-el-dinero-la-economia-del-tercer-reich/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2024/02/17/el-hollywood-de-hitler/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2023/10/26/nazigate-el-maximo-general-de-canada-no-se-disculpa-por-aplaudir-al-veterano-ucraniano-de-las-waffen-ss/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2023/09/27/la-nueva-religion-del-estado-canada-woke/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2023/06/19/el-capitalismo-aleman-y-los-origenes-del-nazismo/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2022/11/28/nazis-en-ucrania-el-ministerio-de-la-verdad/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2022/04/26/el-problema-neonazi-en-ucrania/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2022/10/13/la-evolucion-hacia-el-totalitarismo-nazi-del-siglo-xxi/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2020/03/30/eugenesia-y-eutanasia-en-la-alemania-nazi-por-daniel-soutullo/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2017/06/26/el-nazismo-en-europa-es-precisamente-la-otan-por-manlio-dinucci/
https://puntocritico.com/ausajpuntocritico/2023/11/17/la-libertad-de-pensamiento-y-de-expresion-por-baruch-de-spinoza-3/