EL TONTO DEL BALCÓN
Tabla de contenidos
LA HISTORIA, CONTEMPLADA DESDE EL HOY, NOS EXPLICA EL AYER
Sin haber narrado la aventura de Napoleón no se comprende nada de la Revolución francesa, y sin la Revolución no es posible tener una idea profunda de Luis XIV y de Luis XI.
La última guerra europea es una premisa indispensable para reconstruir la formación de las monarquías nacionales en el cuatrocientos y en el quinientos.
El «después» es lo que explica el «antes», y no viceversa.
Por eso los historiadores antiguos y modernos no son nada más que cronistas con ojos y genio de topos, únicamente procediendo al revés, la historia se convertiría en una verdadera ciencia.
Ha llegado el momento, en este terreno, de adoptar la regla áurea que ha hecho la fortuna de las ciencias: de lo conocido a lo menos conocido y hacia lo ignorado.
Y lo más conocido para nosotros, ¿no es tal vez el tiempo en que vivimos?
Ergo, el primer capítulo de toda historia debe estar siempre constituido por las últimas noticias, y el último de toda historia universal bien hecha no puede ser más que el relato de la Creación.
«La historia al revés», por Giovanni Papini
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ERREJÓN, PILLADO: EL PLAN DE PODEMOS PARA ENCHUFAR A CARGOS Y MILITANTES CON DINERO PÚBLICO
El dirigente morado habla explícitamente de «dejar sembradas instituciones populares para refugiarse cuando gobierne el adversario».
Íñigo Errejón quiere que las marcas blancas de Podemos que gobiernan en distintas capitales de España se lancen a crear o financiar entidades de todo tipo orientadas a colocar a los militantes y simpatizantes de la formación comunista. Así se desprende de un vídeo grabado el pasado año en el que el dirigente morado habla explícitamente de «dejar sembradas instituciones populares para refugiarse cuando gobierne el adversario».
El vídeo data del 24 de mayo de 2017 en un acto sobre «populismo, crisis ecológica y cuidados» en el que participaban, además de Errejón, Marcelo Expósito, Yayo Herrero y Celia Mayer.
En su alocución ante distintos miembros de Podemos, Errejón plantea la importancia de que «los compañeros que gobiernan en Madrid y Barcelona» sigan este camino. Y es que el dirigente de la agrupación comunista, posible candidato a la Comunidad de Madrid en 2019, considera que «cuando se acaben los gobiernos del cambio», es necesaria esa administración paralela en la que colocar a los afines.
La visión que esboza Errejón plantea un mañana en el que «hay asociaciones de vecinos saludables, enraizadas y con poder en cada distrito». El ahora diputado en el Congreso tiene clara que esta es la fórmula que permitirá desarrollar una «estructura económica autónoma» capaz de acoger mañana a los «cuadros militantes» que ahora están «dedicados a trabajos institucionales». De hecho, son numerosas las noticias referidas a la concesión de subvenciones a asociaciones afines por parte de los llamados gobiernos del cambio desde las pasadas municipales.
Pesebrismo institucionalizado
La teoría del pesebrismo institucionalizado que plantea Errejón se inspira, de hecho, en el peronismo argentino. Como recuerda el dirigente de Podemos, «el drama que estamos viendo allí es que, al perder el gobierno Kirchner y ganar las elecciones Macri, lo que ha pasado es que ya no hay estructura para sostener tanta militancia».
En este sentido, Errejón no se llama a engaños y declara, de hecho, que «la militancia no se sostiene sólo del aire«. Por eso, lamenta que el «asalto» a los Ayuntamientos se hizo con un «tejido asociativo muy débil». Mirando a futuro, pide fortalecer esas estructuras y, en paralelo, habla de desarrollar también la «fuerza discursiva, la mística…», como forma de justificar y acompañar esa estructura paralela de colocados.
El dirigente podemita, antaño cercano a Iglesias y hoy enfrentado con el líder del partido morado, tiene claro que el primer objetivo político de Podemos debe ser «revalidar» el poder, pero apunta que, «cuando se pierdan las elecciones», deben existir este tipo de asociaciones, dentro de las cuales Errejón engloba entes de lo más variado: «Clubes de montaña, agrupaciones juveniles, espacios culturales, casetas de fiestas, asociaciones deportivas, grupos de música…».
MASMADERITAS, EL SUCEDÁNEO PODEMITA: LAS PEQUEÑAS AMBICIONES DE UNOS PIJOS CORRUPTOS
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EL TONTO DEL BALCÓN: LA SOBERBIA DEL ABYECTO
EL TONTO DEL BALCÓN
LOS DEFENSORES DE LA SANIDAD PÚBLICA: SU PADRE, EL «TAXISTA», EN REALIDAD ES EL DUEÑO DE UNA CLÍNICA PRIVADA
«Orgulloso de ser hijo y nieto de taxista. Hoy defienden en Madrid y Barcelona la dignidad de la gente trabajadora, de la España que madruga. Contra Uber, Cabify y demás multinacionales que nos roban los derechos, nos tendrán a todas en pie», aseguró en un mensaje que colgó en su cuenta de Twitter en julio de 2018 con motivo de la huelga de taxis que hubo en España.
Sin embargo, el padre de Iago Moreno es Claudio Moreno García, licenciado en Medicina hace 30 años y actualmente cirujano y especialista en oftalmología. Cuenta con su propia clínica en Orense. Sus ingresos totales al año alcanzarían los 6 dígitos.
Gracias al sueldo de su padre, el asesor de Íñigo Errejón pudo estudiar en uno de los institutos privados de ‘CATS’ en Reino Unido, concretamente en el de Canterbury. Pudo hacer bachillerato internacional en este centro cuya oferta mínima, sin extras, es de 35.000 libras por curso, unos 40.000 euros. Posteriormente pudo acudir a la prestigiosa Universidad de Cambridge para graduarse en Ciencias Humanas, Sociales y Políticas, carrera cuyo coste supera los 21.000 euros por curso.
Por Gonzaga Durán.
OK Diario, 06 ABRIL 2020
El vídeo de Iago Moreno gritando contra los vecinos que participaban en la cacerolada contra el Gobierno se ha convertido en viral este fin de semana. Logró más de 27.000 retuits, más de 74.000 ‘me gusta’ y superó los 2,5 millones de visualizaciones en pocas horas. «¡Sois gente de la más baja ralea moral, se os tendría que caer la cara de vergüenza!», exclamó el joven a sus vecinos. ¿Pero quién es Iago Moreno? El tuitero ‘Noventa’ ha desvelado su identidad con todo lujo de detalles.
Iago Moreno es sociólogo por la Universidad de Cambridge. Participó en la campaña electoral de Más País, la formación la escisión podemita liderada por Íñigo Errejón para las pasadas elecciones generales del 10-N.
Fue uno de los fundadores de ‘El Observatorio’, un laboratorio de ideas que colaboró en la campaña electoral de Errejón en las pasadas elecciones generales. «Somos un espacio que creamos para poder colaborar en campañas —electorales, sociales, institucionales— como agencia de comunicación política. Un think tank, vamos», afirmó Moreno en una entrevista del pasado mes de mayo.
Iago Moreno fue uno de los artífices de la canción de trap que se creó con motivo de la campaña electoral de Íñigo Errejón y del videojuego para móviles que se ideó también para impulsar al ex dirigente de Podemos. Esta formación no superó las expectativas y se quedó con 3 escaños en el Congreso de los Diputados. Moreno también dirige la revista digital ‘La Trivial’, dirigida a los jóvenes y en la que defiende las tesis de Podemos y Más País, además de arremeter contra el centroderecha de España y del resto del mundo.
«Hijo y nieto de taxista»
En las redes sociales no duda en definirse siempre que puede en «hijo de la clase trabajadora» y admirador de los referentes del comunismo revolucionario como Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Lenin o Ernesto Che Guevara. Sin embargo, su origen no es tan humilde como pretende hacer creer a sus seguidores, tal y como demuestra el tuitero ‘Noventa’ (@90248a) a través de un hilo que se ha vuelto viral en las últimas horas.
«Orgulloso de ser hijo y nieto de taxista. Hoy defienden en Madrid y Barcelona la dignidad de la gente trabajadora, de la España que madruga. Contra Uber, Cabify y demas multinacionales que nos roban los derechos, nos tendrán a todas en pie», aseguró en un mensaje que colgó en su cuenta de Twitter en julio de 2018 con motivo de la huelga de taxis que hubo en España.
Sin embargo, el padre de Iago Moreno es Claudio Moreno García, licenciado en Medicina hace 30 años y actualmente cirujano y especialista en oftalmología. Cuenta con su propia clínica en Orense. Sus ingresos totales al año alcanzarían los 6 dígitos, tal y como asegura el tuitero ‘Noventa’. Estas cifras estarían muy lejos de la «clase trabajadora» que tanto defiende Iago Moreno.
Gracias al sueldo de su padre, el asesor de Íñigo Errejón pudo estudiar en uno de los institutos privados de ‘CATS’ en Reino Unido, concretamente en el de Canterbury. Pudo hacer bachillerato internacional en este centro cuya oferta mínima, sin extras, es de 35.000 libras por curso, unos 40.000 euros. Posteriormente pudo acudir a la prestigiosa Universidad de Cambridge para graduarse en Ciencias Humanas, Sociales y Políticas, carrera cuyo coste supera los 21.000 euros por curso.
Terminó la carrera en 2019 y posteriormente se dedicó a viajar por América Latina: Cuba, Venezuela, Bolivia o Argentina. Aprovechó su estancia para apoyar las campañas de los candidatos afines a su ideología. En estos viajes también aprovechó para fotografiarse junto a monumentos y retratos dedicados a sus ídolos comunistas revolucionarios como Ernesto Che Guevara, Fidel Castro o Hugo Chávez.
Su admiración por sus ídolos proviene de su madre, Mireya Álvarez, que en sus redes sociales también ha venerado en varias ocasiones a Fidel Castro, obviando a todos los cubanos y demás represaliados políticos durante los casi 50 años que duró su dictadura en Cuba.
Vida acomodada
Iago Moreno lleva en la actualidad una vida acomodada. Prueba de ello son las publicaciones que comparte en las redes sociales sociales y sus aficiones como la equitación, una actividad impropia de la clase trabajadora a la que él tanto asegura que representa.
Tras las elecciones generales del 10-N, Moreno escribe con frecuencia columnas en la revista de prensa ‘CTXT’. En uno de sus últimos artículos señaló a las cuentas de las redes sociales vinculadas a Vox y al PP por «atizar el odio para contrarrestar el nuevo marco socialdemócrata y desgastar» al Gobierno de Pedro Sánchez con Podemos.
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EUGENISTAS
«Pienso que ahora mismo el virus sólo está atacando a personas mayores, no a los jóvenes ni a los niños……creo que nos está dando la naturaleza un aviso de que puede ser que estemos llenando la Tierra de muchas personas mayores y no de jóvenes». Elizabeth Merino, Concejal de Juventud en el Ayuntamiento de Arrecife (Somos-Nueva Canarias).
PODEMOS: ¿HAY VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?
«Todas las iniciativas estelares del Gobierno de coalición llevadas a cabo por Pedro Sánchez pertenecen al discurso de Podemos»
Por José Luis Pardo
Catedrático de Corrientes Actuales de la Filosofía
(Universidad Complutense de Madrid)
The Objective, 17 ABRIL 2024
Sé que hablar en este momento del éxito de Podemos puede sonar a sarcasmo. Comprendo bien que el partido político así llamado está en las últimas. Pero no estoy seguro de que haya sido nunca exactamente un partido político. Pudo haber soñado con ello en los momentos de mayor respaldo electoral, pero su fulgor procedía de las fogatas del 15-M que iluminaron durante un instante la noche de la crisis económica.
Y lo que de ellas extrajeron sus dirigentes fue un capital simbólico de doble faz: por una parte, un halo de superioridad moral que adquirieron al presentarse como portavoces de las víctimas olvidadas de la guerra civil, que llevaban un siglo esperando su oportunidad para vengar la derrota del Frente Popular, y a las que —a su modo de ver— la Transición no había hecho justicia; y, por otra parte, una pátina de superioridad intelectual, de la que hacían depender sus triunfos en la conexión con la gente. Se recordará que, en cuanto obtuvieron sus primeros éxitos, recorrieron las Españas como expertos en comunicación política e impartieron por doquier lecciones magistrales de agitación y propaganda.
Es cierto que lo primero —el halo de superioridad moral—, no sólo se les ha abollado irreparablemente, sino que les ha pasado algunas facturas abultadas: a pesar de que era totalmente coherente con el estatus y el salario de sus compradores, el chalet de Galapagar ha sido sin duda el que más caro le ha costado nunca a un político español, incluido el de Miguel Boyer; pero fueron ellos mismos quienes elevaron esa factura con sus soflamas contra la casta. En cuanto a lo segundo —su manejo de la consigna, el eslogan y las redes sociales—, es notorio que a su líder supremo no le sentó nunca bien el traje de vicepresidente del Gobierno, y por eso se deshizo de él en cuanto tuvo ocasión, para volver a las aulas, a los medios de comunicación y a la taberna, que siempre fueron lo suyo (nótese que, al menos en las culturas mediterráneas, las tabernas no son sólo lugares para beber, sino sobre todo lugares en los que se bebe para soltar la lengua y hablar más alto).
Y la mayoría de sus conmilitones de entonces, a medida que la maquinaria se iba averiando, siguieron caminos parecidos (pastoral en las aulas, en las tertulias y en la prensa). No tuvieron nunca vocación ni paciencia para dedicarse a la acción política parlamentaria o gubernamental. Y aunque ninguno de sus líderes ha escrito El Capital del siglo XXI, e incluso han mostrado dificultades para recordar correctamente el título de la Crítica de la razón pura, su expertise comunicativa, aunque modesta, era un valor en alza en el momento de su emergencia, pues las medidas de «austeridad» forzadas por la crisis de la deuda habían dejado a la izquierda en un lamentable estado de sequía discursiva.
Claro que Rodríguez Zapatero aplicó dichas medidas (no tuvo más remedio), pero carecía de argumentos para defenderlas y justificarlas públicamente, y por ello tuvo que ceder humillantemente el testigo al Partido Popular cuando ya no pudo mantener la ficción del Plan E. Sin embargo, Podemos —cuyos gérmenes ya había frecuentado este presidente cuando estaba en la oposición—, con su cóctel de cursilería del peronismo pijo, beatería del izquierdismo cultural posmoderno, efluvios bolivarianos del petróleo de Venezuela y santa indignación guerracivilista repipi, contenía la receta ideal para lo que en seguida se denominó «la búsqueda de una mayoría alternativa» que asegurase, como a nivel local ya se había hecho con el Pacto del Tinell, que el Partido Popular no pudiera volver nunca a la palestra.
«Todo su programa político, Sánchez lo extrajo, no como el Doctor Frankenstein sino como Drácula, de la yugular de Pablo Iglesias»
A primera vista, la fórmula no parecía diferir gran cosa del modelo tantas veces fracasado de Izquierda Unida, siempre desunida en torno al escuálido Partido Comunista e intentando en vano aglutinar los más variados descontentos para acelerar el final del capitalismo; pero en este caso disponía de un aglutinante que no estaba al alcance del comunismo viejuno: el elixir de la (autodenominada) «juventud sin futuro» que, como habían dicho los Sex Pistols («No future/No Future/ We’re the future/ Your future»), se afirmaba ahora como el inevitable porvenir.
Así que la idea de construir una mayoría a base de sumar (sí, he dicho sumar) minorías (sin importar la inconmensurabilidad entre ellas ni su incompatibilidad con la Constitución), luego bautizada por Rubalcaba como «Frankenstein», no fue una idea original de Pedro Sánchez. Como todo lo demás de su programa político, él lo extrajo, no como el Doctor Frankenstein sino como Drácula, de la yugular de Pablo Manuel Iglesias en aquel abrazo histórico inmortalizado por el artista urbano TVBoy y aclamado por el coro de las bacantes de Ferraz («¡Con Rivera no!»).
El viejo ideario socialdemócrata y el sentido de Estado y del interés público, de los que el PSOE había hecho su marca en sus mejores momentos desde la Transición, fueron enteramente sustituidos por el puzzle populista de minorías airadas. La alianza con el independentismo supremacista y la aceptación tácita de la legitimidad del referéndum de autodeterminación, la ley del sólo sí es sí, la memoria democrática y la lucha contra el franquismo persistente, los impuestos revolucionarios a la banca y a las eléctricas, la identificación demonizadora de la derecha liberal con el fascismo, el ingreso mínimo vital, la cruzada contra el poder judicial «reaccionario» y los medios de comunicación «hostiles», la ley trans, el gamberrismo parlamentario y la arbitrariedad gubernamental, las medidas de intervención del mercado de la vivienda, la ley de amnistía y, en definitiva, todas las iniciativas estelares del Gobierno de coalición llevadas a cabo por Sánchez pertenecen al discurso de Podemos.
«La reencarnación populista del PSOE ha llevado al país a una crisis sin precedentes»
Y como eso mismo —discurso— era lo único que Podemos tenía, tras la extracción del jugo la formación estaba condenada a la irrelevancia. Pero no por haber fracasado sino por todo lo contrario, porque su éxito ha sido tan completo que ya no necesitan ni siquiera existir. Comprendo que se sientan contrariados. Su partido no ha alcanzado el poder, y su marca sucesora se prepara para agonizar hasta reducirse a un tamaño muy modesto, porque el resto de los aliados del Gobierno son mucho más poderosos. Sólo les queda la salvación individual, ya que Sánchez ha tenido con sus principales activos la deferencia de colocarlos en las tribunas que controla para que sigan ejerciendo su guerra discursiva (a él lo de la palabra nunca se le ha dado bien), ahora exclusivamente a favor del Gobierno, garantizándoles una vida resuelta mientras él conserve el mando.
Tomando prestado el título de un artículo de mi colega Francisco J. Martínez en La Voz de Granada, podría llamarse a este amargo triunfo «Reinar después de morir». Pero el PSOE no sobrevivirá a este cambio de bandera, y su reencarnación populista ha llevado al país a una crisis, no solamente institucional, sin precedentes. Y cuando pase la pandemia de populismo —que, como la de gripe española y la del covid-19, pasará—, será muy difícil reconstruir un consenso que no sea solamente una ensalada de minorías alborotadas, porque, como dijo alguien muy sabio, el todo es siempre algo más que la suma de las partes.