EN LOS ESTADOS UNIDOS, EL "SOCIALISMO" TE LO TRAE EL DEPARTAMENTO DE ESTADO
Un socialismo a la medida de los intereses de la clase dominante a ambos lados del Atlántico
Cuando en el último tercio del siglo XX, las elites capitalistas decidieron romper el “contrato social”, la vieja socialdemocracia feneció, dando lugar -recuerda Tita Barahona - a nuevos experimentos políticos que llevaban agendas liberales bajo un ropaje izquierdista, con el fin de seguir despojando a las clases trabajadoras de derechos, conciencia, memoria y futuro, la mejor manera de apuntalar el sistema depredador en que vivimos (...).
Por TITA BARAHONA
Cuando en el último tercio del siglo XX, las elites capitalistas decidieron romper el “contrato social”, es decir, destruir el marco normativo de las relaciones laborales y acabar con los derechos sociales, ganados en años de lucha obrera, que garantizaban la reproducción de la clase trabajadora mediante salario indirecto (prestaciones por desempleo, enfermedad, jubilación, vacaciones, etc.), la vieja socialdemocracia, gestora de ese Estado social, falleció y entonces la derecha conservadora o“neoliberal” pareció quedarse viuda, sin su contraparte de “izquierdas”.Situación embarazosa para una democracia burguesa que necesita mantener la ficción de la libertad y variedad de elección.
Una renacida, “nueva” socialdemocracia, vino a ocupar el lugar de la vieja. Salió de los hornos de la London School of Economics, de la mano de su académico pos-marxista (léase ex-marxista), Anthony Giddens, y su órgano político, el Partido Laborista, presidido entonces por Tony Blair. A la criatura se le dio el nombre de Tercera Vía. Lo que esta tenía de nuevo es que nacía ya con el catecismo neoliberal aprendido, como supo ver la Dama de Hierro, Margaret Thatcher:
“La mejor prueba de que hemos triunfado es que [los laboristas] se han pasado a nuestro bando”.
En efecto, cuando le llegó el turno de ocupar Downing St., el nuevo laborismo no pasó de ser un social-liberalismo que mantuvo activas la piqueta y las tijeras, y siguió a muerte con la agenda yanqui, como se vería en la guerra de Iraq. Lo mismo hacía el “socialismo” de Felipe González en España, el de François Mitterrand en Francia o la socialdemocracia de Helmut Schmidt en Alemania. El resultado fue un progresivo deterioro de las condiciones de vida y trabajo de las clases populares y la expansión de la guerra. Pero, en los medios de comunicación corporativos, siguieron siendo“la izquierda”, reunida en Bruselas en la Internacional Socialista, nada menos.
Los de la Tercera Vía tuvieron un alumno aventajado en el sociatismo español. Recuerdo que, en 1998, se publicó el libro de este título, traducido al castellano, firmado por Tony Blair –que, por supuesto, editaba El País-Aguilar. Vino a presentarlo el ministro británico Peter Mandelson, gurú político de Blair, que lo dejó claro: la tercera vía no era una equidistancia, sino una “manera de alcanzar los valores de la izquierda, con la flexibilidad del talante liberal”. Y Josep Borrell, candidato a la presidencia España y autor de la introducción del libro, hacía de hincha en este acto lanzando sesudas reflexiones como:
“Este es de los míos, porque socialista viene de sociedad, no de Estado” o repitiendo eslóganes como “El Estado no debe tener como principal labor prestar protección, sino ofrecer promoción” (1).
De aquellos barros, estos lodos. Hoy tenemos a los mismos socialistas y laboristas -estos últimos ahora con un ala de aspecto más radical. Pero,la familia ha aumentado con versiones difusas, de significantes y significados vacíos, alegadamente “ni de derechas ni de izquierdas”, que los medios presentan como “populismo de izquierdas” e incluso como “izquierda radical”. En Grecia, la clase trabajadora sabe muy bien lo que se puede esperar de estos “radicales” y en España acumulamos ya cierta experiencia. Todos ellos, llámense laboristas, socialistas, socialdemócratas o populistas, conforman las “fuerzas de progreso”, que los medios autodenominados progresistas (siguiendo la moda yanqui) presentan como “la izquierda” aquí y en muchos lugares.
Ahora, en Estados Unidos, tierra de la histórica caza de brujas contra socialistas, comunistas y anarquistas, cuya sombra asoma todavía, se están creando experimentos “socialistas”, que reciben no poca dosis de exposición mediática, especialmente, claro, en los medios progresistas, aunque también en cierta medida en los “conservadores”.Es importante poner atención a este fenómeno, porque tiene algunas similitudes con el que hemos visto desde 2011 en el Estado español, y porque hablamos de la primera potencia -si no ya económica, sí militar- del mundo, cuyos productos “culturales” (entiéndase todo lo relacionado con el control ideológico) se consumen a nivel global, especialmente en su siempre fiel servidora, la Unión Europea.
En este mes de julio ha tenido lugar en Chicago una 2019 Socialist Conference, que, desde su primera edición en 2009, había sido plataforma de un grupo trotskista llamado International Socialist Organization (en adelante ISO), y su órgano Socialist Worker. La novedad de esta última conferencia ha sido la integración de los miembros de la ISO, ya disuelta, en los Democratic Socialists of América, que, como ya informamos en otro lugar, está creciendo como la espuma al calor del Partido Demócrata, es decir, del propio aparato del estado capitalista e imperialista de Estados Unidos, pero con programas “sociales”.
Dos tendencias políticas aparentemente opuestas, una trotskista y otra, la de los Socialistas Democráticos de América, de corte social-liberal, inspirada en la socialdemocracia aguada de los países escandinavos, han descubierto que comparten un rasgo esencial: la combinación de un discurso de tonos anti-capitalistas, con un seguidismo de la agenda imperialista norteamericana. Y todo aderezado con un profundo anti-comunismo.
El medio The Grayzone publicó un artículo con información de los participantes en la Conferencia 2019, una multitud colorista de “activistas de izquierdas” que básicamente se dedicaron a criticar a los países enemigos oficiales de Washington. En el panel de China hubo ponentes de organizaciones que reciben donaciones del National Endowment for Democracy (NED), esa arma blanda de la administración estadounidense. En otro panel, titulado “Una mirada socialista a la Primavera Árabe”, participó el miembro de una fundación directamente financiada por el Departamento de Estado. Por supuesto, no faltaron paneles para despellejar a los gobiernos de Nicaragua y Cuba -que, según John Bolton- son dos miembros de la “Troika de la Tiranía”. Dan La Botz, uno de los dirigentes de Socialistas Democráticos de América, hizo un llamamiento en su alocución a la intervención militar de EEUU en Nicaragua para desalojar al sandinismo. Hubo incluso un panel dedicado a destripar a la izquierda anti-imperialista (2).
Según los autores del citado artículo, la ISO (International Socialist Organization), desde su fundación en 1977, tuvo sucesivas escisiones y nunca creció más allá de los campus universitarios, con apenas influencia política. Sus dirigentes decían estar contra la guerra, pero gastaban mucho tiempo y recursos en atacar a la izquierda anti-imperialista; de ahí que se vea más apropiado llamarla “izquierda anti-anti-imperialista”. Por otro lado, su anti-comunismo les hizo evitar símbolos como la hoz y el martillo y la bandera roja. En su lugar eligieron un puño, de diseño muy similar al usado por el grupo serbio Otpor, que, como otros en Europa del Este, fueron claves en las “revoluciones de colores” que Washington alentó en los años posteriores al colapso de la Unión Soviética.
Dada la fusión de ISO con los Socialistas Democráticos de América, estos últimos se han encargado de patrocinar la Conferencia de este año, junto a su medio de referencia, la revista Jacobin, y Haymarket, brazo editorial de la difunta ISO. No es extraño, pues, que hubiera como ponentes-invitados figuras de campanillas de los medios progresistas, como la directora-presentadora de Democracy Now, Amy Goodman, o la periodista Naomi Klein, que añade a su palmarés de estrella revolucionaria el haber sido elegida presidenta inaugural de Medios, Cultura y Estudios Feministas, curso dotado por Gloria Steinem en la Universidad de de Rutgers (New Jersey) (3). Klein dio la conferencia de clausura, titulada “Care and Repair: the revolutionary, democratic power of a Global Green New Deal” (Cuida y Repara: el poder democrático, revolucionario del Nuevo Contrato Verde Global) (4).
Curiosamente, en esta edición, ninguno de los paneles estuvo dedicado a Venezuela, a pesar de que la ISO siempre criticó a Hugo Chávez y Nicolás Maduro por no ser más radicales y no poner en práctica el“socialismo desde abajo”. Sin embargo, en Venezuela y “por abajo”,otro grupo trostkista, llamado Marea Socialista, se reunió en febrero pasado con Juan Guaidó, del partido de extrema derecha, Voluntad Popular. El propio Guaidó publicó en su Twitter una foto del encuentro.Marea Socialista, que no tiene apenas influencia dentro de Venezuela, recibe una generosa cobertura mediática en sitios como Jacobin y Socialist Worker, así como en general en la prensa progresista de habla inglesa. A uno de los dirigentes de Marea Socialista, el conocido anti-chavista, Edgardo Lander, le entrevistaron recientemente en Democracy Now.
Y, aquí, en los predios hispanohablantes, la prensa progresista de Público, eldiario.es, El País y sus huéspedes, el Huffington Post y The Guardian, que siguen al dictado lo que le llega del otro lado del Atlántico norte, llevan un tiempo dando noticias de los Socialistas Democráticos de América y sus estrellas más conocidas: Bernie Sanders, Alexandria Ocasio-Cortez, Ilham Oman, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib, las “mujeres de color” que Trump ha insultado recientemente por criticar su política con los migrantes (5).
El término “socialismo” está, ciertamente, experimentando una especie de renacimiento en EEUU de la mano del Departamento de Estado. Le es muy útil para apuntalar su geo-estrategia y no menos para pastorear a las masas trabajadoras descontentas, sobre todo a las nuevas generaciones, hacia rediles políticos atractivos pero inofensivos al sistema. La acumulación, la explotación, la opresión, la contaminación y la guerra están, de este modo, garantizados. Todas las Syrizas que en Europa surgen por doquier, presentadas en los medios como la "izquierda radical", cumplen la misma función: ser sumisas a lo que les llega de Bruselas, Londres o Washington. Para todos esos"populismos de izquierdas" que prometen insumisión, si tocan el poder, "la política es muy dura", como dijo el líder de Podemos cuando su adorado Tsipras traicionó al pueblo griego en referéndum.
Estemos alerta para desenmascarar a estos vendedores de crecepelo para calvos -como dice un apreciado camarada-, porque comparten con la clase dominante el fin de despojarnos de toda seña de identidad de clase y, por tanto, de la capacidad de combatir eficazmente la explotación, las opresiones y la desigualdad social.
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Se acabó el amor
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OPERACIÓN ERREJÓN: UN PAN COMO UNAS HOSTIAS
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¿Quién es el papá de Errejón (Podemos), que tanto critica a IU?
Lo que a este señor se le olvida mencionar es que los militantes y simpatizantes de IU han estado en primera fila de esa movilización a la que se refiere. Pero lo que resulta la quintaesencia de la demagogia y de la manipulación, es que el papá del líder de Podemos venga diciendo ahora que el movimiento de protesta social y Podemos sea lo que haya provocado que "un sector de IU" se suba al carro de la reivindicación de un "proceso constituyente". Se olvida este señor que fue precisamente IU quien lanzó la idea de la necesidad de abrir un nuevo proceso constituyente, y lo hizo mucho antes de que se hiciese patente el alcance de la crisis sistémica, mucho antes de que el ciudadanito indignado cayese de la burra. De la misma forma que cuando el ciudadanito, ahora indignado, vivía la euforia europeísta, IU fue la única fuerza parlamentaria que se opuso al Tratado de Maastricht, advirtiendo de las consecuencias que traería.
Parece que Podemos se ha sumado a la mentira y tergiversación que tanto caracteriza a la 'casta' que dicen criticar. Para Podemos, todo vale cuando se trata de combatir a IU, a quien Juan Carlos Monedero dice querer ver "convertida a cenizas".
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Operación 'jaque mate': así la Moncloa de Iván Redondo trató de 'acabar' con Iglesias
El relato de cómo la negociación para la investidura de Pedro Sánchez terminó en una calculada partida de ajedrez donde, alejada la posibilidad de un pacto de gobierno, se buscó y logró tumbar al rey de Podemos
Por Javier Negre
El Mundo
Jaque. Según la Real Academia de la Lengua, «lance del ajedrez en el que un jugador, mediante el movimiento de una pieza, amenaza directamente al rey del otro, con obligación de avisarlo, y, por extensión a la reina, sin tal obligación». En el diccionario del todopoderoso jefe de gabinete de La Moncloa, Iván Redondo (38), estrategia soterrada para convertir la negociación de la investidura del socialista Pedro Sánchez en una calculada partida de ajedrez para ir acorralando al rey contrario hasta conseguir, con la ayuda de piezas clave como alfiles políticos, peones demoscópicos, caballos disidentes del bando rival y torres mediáticas, el «jaque mate»: la muerte política del rey de Podemos, Pablo Iglesias.
El final de la partida que, según ha trasladado Redondo a su entorno más próximo, se produjo el pasado jueves en el Congreso durante la fallida investidura de Sánchez en la que Iglesias quedó «retratado como un dirigente que regateaba cargos en el Gobierno como si estuviese en un mercadillo». Y el consultor, al contemplar tal espectáculo desde la tribuna, se supo ganador. Porque el peón había tumbado al rey. Y eso que este último estaba avisado.
Redondo le haría entrega de un peón que, según le dijo, representaba al asesor que «siempre está detrás y que hay que destacar porque cuando llega a la casilla ocho puede transformarse en cualquier pieza; y es con la estructura de peones como se gana en política». Un regalo de este amante del ajedrez aleatorio que sería premonitorio porque tres años después ese hábil asesor, ese silente peón, acabaría planteándole desde la sala de máquinas de Moncloa una compleja partida de ajedrez que le pondría en jaque. Haciendo tambalear aquella amistad que había surgido en aquel careo televisivo. Porque el hombre que mejor se mueve entre las sombras del poder tuvo claro desde el momento en que su jefe le encargó en mayo de este año que negociase entre bambalinas la formación de gobierno con otros partidos que su simpatía con Iglesias no iba a hacerle renunciar a sus objetivos políticos. A «conseguir el gobierno que queremos (sin Iglesias) o elecciones (sin Iglesias)», llegó a transmitir.
El gurú fue franco desde el minuto uno de la negociación. No ocultó su objetivo a su adversario. El 5 de mayo y mientras Sánchez e Iglesias se reunían en Moncloa por primera vez tras las generales, Redondo transmitió a su homólogo en Podemos, el argentino Pablo Gentili, que no querían a Iglesias en el Consejo de Ministros. «Si Pablo da un paso atrás habrá Gobierno siempre y cuando él quiera que haya Gobierno», le dijo Redondo. Éste ya había convencido al presidente de que «la cohabitación de dos líderes» como Sánchez e Iglesias era imposible, «como ya se demostró en Francia en 1981 cuando el comunista Georges Marchais decidió irse a la oposición a cambio de la entrada de cuatro de sus hombres en el ejecutivo de Mitterrand». Ése fue el modelo de coalición que tuvieron en mente en Moncloa desde el principio.
Pero la respuesta de Gentili fue tajante: «Es imposible sin Pablo como vicepresidente». Pasaron los días, las propuestas de Moncloa de «un gobierno de cooperación», de segundos y terceros niveles de la Administración para cargos de Podemos y Redondo tuvo claro que Podemos en ese momento no se iba a mover. No renunciaría a su rey Iglesias. Por ello, decidió mover ficha en otra dirección. En la naranja, pero el líder de Ciudadanos ni atendía la invitación del presidente a mantener una reunión discreta en Moncloa. Ni siquiera la rebelión interna liderada por el diputado Toni Roldán y azuzada por parlamentarios del PSOE hizo virar la estrategia de Albert Rivera, de oposición frontal al sanchismo.
«Con Ciudadanos, imposible. Rivera ni nos coge el teléfono», le explicó Redondo a un amigo en común con el líder del PP, Pablo Casado, mientras compartía con él el último viernes de junio un lenguado a la plancha en un discreto restaurante de la zona norte de Madrid. El lunes anterior el jefe del Ejecutivo se había reunido con Casado en Moncloa y, a pesar de escuchar su negativa, Redondo no daba su brazo a torcer. «¿De quién se fía más Pablo a la hora de tomar decisiones? ¿De Teo [García Egea, secretario general del PP]? ¿De Lasquetty [jefe de gabinete]? ¿De María Pelayo [directora de comunicación]? Creo que para Pablo sería un gran movimiento abstenerse y posicionarse como un líder con sentido de Estado», le dijo Redondo a su interlocutor queriendo conocer quiénes eran las personas que más podían influir sobre Casado y sabedor de que su compañero de mesa trasladaría el mensaje a Génova.
Días más tarde, el gurú recibiría una llamada de su amigo. «Imposible. No se fía de Pedro y menos después de lo que ha pasado en Navarra [la semana anterior el PSOE y Bildu habían acordado allí la Mesa del Parlamento]. También dejarían a Ciudadanos el espacio libre de la oposición a Sánchez. No se lo pueden permitir», le dijo esta persona. Redondo captó el mensaje y volvió a mover ficha para jaquear a Iglesias.
Espoleado por las encuestas y trackings de Moncloa, que aseguraban que el PSOE saldría refortalecido en una repetición de elecciones y que Podemos seguiría cayendo, Redondo hizo llegar a Podemos el siguiente mensaje: «Preferimos Gobierno y que haya entendimiento, pero no tengo miedo a nuevas elecciones. Nuestro votante sigue siendo muy fiel». Era su primer jaque al rey. Iglesias hizo caso omiso y siguió en sus trece de exigir la vicepresidencia. Y Redondo quiso que el siguiente movimiento de su partida de ajedrez se retransmitiese en prime time. Para situar el foco en Iglesias y meterle toda la presión.
El 4 de julio, el presidente del Gobierno concedía una entrevista en Telecinco para ofrecerle públicamente a Iglesias que nombrase a «ministros independientes de reconocido prestigio» que formasen parte de la órbita de Podemos. El consejero áulico ya se había encargado de que periodistas con poder de prescripción en la izquierda lo viesen como una generosa propuesta y repitiesen hasta la saciedad que Iglesias no podía caer en el error del año 2016 donde su obcecación por conseguir ministerios y el CNI facilitaron la permanencia de Rajoy. Segundo jaque al Rey.
A Iglesias no le gustaría la estrategia de Redondo de situar la pelota en su tejado y decidió darle de su misma medicina: situándole en ese foco que tanto odia este consultor que no ha querido hacer declaraciones para este suplemento. Dos días después de aquella entrevista, Unidas Podemos culpaba públicamente a Redondo de haber «secuestrado al PSOE» y de «bloquear» la investidura. Aquello no sentó bien a Redondo, que esperó hasta la segunda semana de julio para el contraataque. Su tercer jaque al Rey. El más hostil hasta la fecha.
Ferraz hizo público en coordinación con Moncloa que el principal «escollo» es que Iglesias ha pedido ser vicepresidente. El movimiento de situar en el egoísmo de Iglesias el bloqueo del Gobierno amenazaba la credibilidad del rey de Podemos ante su ejército y sus fieles. «Le retrataba ante la opinión pública como un líder, que además de gozar de un chalé en Galapagar, sólo pensaba en su ombligo, en ser vicepresidente anteponiendo sus intereses a medidas sociales de calado», dice un fontanero de La Moncloa.
SE HICIERON AMIGOS CUANDO EL LÍDER DE PODEMOS LE INVITÓ A 'LA TUERKA'. REDONDO LE REGALÓ UN PEÓN DE AJEDREZ
Estallaba la guerra cainita entre Redondo e Iglesias y las negociaciones saltaban por los aires. El líder de Podemos ya había entendido que su amigo Iván Redondo no le iba a dejar colmar su sueño de ser vicepresidente. Que esa relación personal no iba a prevalecer sobre sus objetivos profesionales. Y es cuando decide ir al ataque sin piedad contra Redondo. «Algunos conciben la política como una partida de ajedrez donde hay que tener destreza intelectual para ganar el relato [...] por eso hay una casta de spin doctors que dicen, 'yo me vendo a cualquier partido para ganar la partida de ajedrez, y da igual que sea un partido de izquierdas o de derechas», dijo Iglesias en su programa televisivo (donde había piropeado a Redondo tres años atrás). Redondo y él estaban ya enfrascados en la batalla por ganar el relato.
Desde Moncloa colocaban a sus periodistas de cámara los mensajes de que Iglesias era el responsable del bloqueo político por culpa de su ombliguismo. Y los contertulios más agradecidos repetían hasta la saciedad ese mensaje en los platós. Tenían miedo a perder sus tertulias. Desde Podemos también usaban a sus periodistas de confianza y a Juan Carlos Monedero para vender el mensaje contrario y responsabilizar a Redondo del enquistamiento en las negociaciones. Algunos, que le habían idolatrado meses atrás, se referían a él como «un mercenario del marketing político».
Redondo, según un estrecho colaborador, asistía tranquilo a esta «campaña de acoso y derribo» contra él. «Eso es que están nerviosos porque estamos ganando la batalla del relato. Cuanto más me insulten, más nerviosos», le llegó confesar Redondo. «Le convirtieron en la bestia negra antiPodemos muy a su pesar pero es como le veían por no lograr lo que querían. Le metieron mucha caña desde Podemos. Sin piedad. Iglesias no le perdonaba que antepusiese sus objetivos políticos y su profesión a su amistad», relata su círculo de confianza.
Redondo mueve ficha. Desde Moncloa hacen un nuevo ofrecimiento. La posibilidad de que designen a ministros de Podemos, pero que tengan «un perfil técnico y no político». Una propuesta que invalidaba no sólo a Iglesias, sino también a la portavoz y pareja del líder, Irene Montero, y al dirigente Pablo Echenique. Podemos no sólo rechazaba la oferta sino que, según fuentes de Moncloa, filtraría dos días más tarde en medios afines que Redondo en su careo televisivo con Iglesias había reconocido que le gustaría ver a Echenique y a Pablo Casado de ministros. «Iván tiene claro que aquello fue un ataque de Podemos», dice un colaborador que asegura que su jefe es capaz de detectar de donde viene la filtración sólo con ver la firma del artículo. «Se estudia la hemeroteca de cada periodista», dice.
Iglesias también decide lanzar una nueva jugada en el tablero. Hacer una consulta a sus bases para ver si están de acuerdo en apoyar un gobierno con ministros de Podemos sin vetar a nadie o si prefieren facilitar la investidura y pasar a la oposición. El líder morado buscaba blindarse ante su militancia, consciente de que desde Moncloa se estaba tratando de dibujar ante la opinión pública el perfil de un líder que sólo pensaba en sí mismo.
La consulta enfada a Moncloa y el equipo de Redondo decide redoblar su ataque sobre Iglesias en la tercera semana de julio, que comienza con una entrevista del presidente en funciones en La Ser donde da por rotas las negociaciones porque Iglesias se encuentra «encastillado en una posición maximalista». Sánchez le acusa de haber fabricado «una consulta trucada» para consultar a las bases sin preguntarles por la opción que les había ofrecido de incorporar a ministros de Unidas Podemos.
Esa misma tarde, en Moncloa deciden alimentar el fantasma de Íñigo Errejón y filtran una serie de informaciones donde, según sus trackings, Errejón superaría a Iglesias en unas hipotéticas elecciones. Un disparo donde más le dolía a Podemos. Buscaban meterle el miedo al cuerpo a Iglesias con su enemigo más íntimo. Y el secretario general de Podemos contraatacaba al día siguiente en La Sexta aludiendo a la polémica tesis doctoral de Sánchez. «Un golpe bajo porque nosotros no habíamos entrado en el barro del terreno personal y en el asunto de Galapagar», aseguran desde el equipo de fontaneros de Moncloa, que dos días más tarde contraatacó programando una entrevista de Sánchez en la misma cadena en la que el presidente situó a Iglesias como único obstáculo para llegar a un Ejecutivo de coalición. «Necesito un vicepresidente que no hable de presos políticos», declaró Sánchez. Nuevo jaque a Iglesias, le dijo Redondo a un colaborador al que le auguró que Iglesias caería en breve. «En nada estará out», se le puedo escuchar en los pasillos de Moncloa.
24 horas después de esa declaración del jefe de Ejecutivo en funciones, se confirmaron los pronósticos de Redondo. Que Iglesias se sacrificaba y renunciaba a entrar en el Gobierno con la condición de que no hubiera más vetos ni excusas a la entrada de Irene Montero o Echenique. La venganza de Iglesias contra Redondo por quedarse fuera del Consejo de Ministros no se hizo esperar. Desde Podemos se inició una brutal campaña en redes sociales con el hagstag «Con Redondo, no» que fue trending topic. Una campaña 2.0 que ya había vivido el spin doctor cuando decidió adelantar elecciones a principios de año contra los intereses de Iglesias. Granjas de Bots inundaron Twitter de mensajes en contra de Redondo.
IGLESIAS SE REFIRIÓ A REDONDO ESTOS DÍAS CON CIERTO DESPRECIO: "HAY UNA CASTA DE SPIN DOCTORS..."
Comenzaban las filtraciones a periodistas cercanos a Podemos donde se informaba que la mano derecha del presidente estaba siendo el culpable de que no hubiese Gobierno, que había faltado a su promesa con Iglesias de que estaría en el Ejecutivo y que había sido apartado de las negociaciones en detrimento de Carmen Calvo, una información que desmienten en Moncloa.
«Siempre estuvo Iván controlando todo y muy coordinado con Ábalos y Carmen Calvo. Si no que miren quién acompaña al presidente en todo momento», afirman fuentes gubernamentales. Fue el Viernes de Dolores para Redondo, que al ver cómo desde Podemos trataban de posicionar a Iglesias como un mártir que renunciaba a su sueño por evitar la llegada al Gobierno del trío de Colón y que Moncloa no estaba siendo generosa decidió pasar al ataque para ganar el relato. Desde Moncloa se filtraría en los días posteriores que Podemos pedía cinco ministerios, entre ellos dos tan sensibles como Hacienda y Trabajo, y la colocación como ministros de Echenique y de la portavoz y pareja de Pablo Iglesias, Irene Montero.
Llegó el día de la primera votación para la investidura. Podemos no se bajaba de su propuesta inicial, calificaba la oferta del PSOE de insuficiente y Moncloa decidiría poner blanco sobre negro para retratar a Podemos. Así hizo pública su «buena oferta»: tres ministerios importantes y la vicepresidencia para Montero. Pero Podemos seguía enrocado y es cuando Moncloa decidió hacer público el documento de exigencias de Podemos en la víspera de la segunda votación para la investidura. Pedían la vicepresidencia y cinco ministerios, entre ellos uno de Justicia Fiscal. «Ganado el relato. Miércoles negro en Podemos. Ahora se conocen sus exigencias (chantaje) y nuestra buena propuesta (sincera). Jaque mate. Los suyos poniéndole en cuestión», escribió Redondo a uno de sus colaboradores enlazándole un artículo de un conocido periodista afín a Podemos en el que valoraba positivamente la oferta del Ejecutivo.
Llegó el pasado jueves y la segunda votación y Redondo junto a su equipo preparó el discurso de Sánchez con el único objetivo de retratarlo ante la Cámara como un líder egoísta y a su jefe como un presidente que no quiere gobernar a toda costa ni renunciar a sus convicciones por el poder. "Redondo quería evidenciar públicamente el jaque mate que había conseguido. Y la respuesta de Iglesias, mercadeando con el Gobierno, pidiendo competencias que están transferidas a las comunidades dejó aún más claro que le habíamos hecho un jaque mate. Que habíamos ganado la partida», confiesa a Crónica un colaborador de Redondo que escuchó la tesis final que mantuvo el consultor tras contemplar el desenlace final.
«Pablo nunca quiso un gobierno de coalición sin él. Si lo hubiese querido realmente, habría aceptado nuestra buena oferta, pero solo estaba pensando en él. Lo que venía a decirnos es si yo no estoy en el Ejecutivo, al menos me quedo con el Gobierno entero. Y en ningún caso nos habríamos rebajado a sus exigencias en el pleno de investidura. Sería haber perdido el código institucional que debe guardar todo presidente. No íbamos a participar de ese mercadeo político», explicó Redondo ante su círculo de confianza.
En la resaca de la investidura fallida, Redondo no ocultaba en Moncloa su tristeza por lo mal que había acabado con Iglesias y su satisfacción por observar cómo la batalla del relato estaba ganada al ver a periodistas afines a Podemos culpar a Iglesias de la no formación de un gobierno progresista. «Quedó claro su egoísmo y que el presidente había pensado en España y que no quería gobernar a toda costa», explicó a algún colaborador. El gurú vio cómo esta opinión la mantenían incluso conocidos periodistas de derechas que ya están animando a Pablo Casado a una abstención. Ese es el próximo objetivo de Redondo, que el pasado viernes pudo contemplar algo que ya había presagiado: el inicio de la crisis interna de Podemos y las tensiones con Izquierda Unida, que podrían acelerar la sucesión de Iglesias. Su jaque mate en su última partida de ajedrez como rey.
https://www.elmundo.es/cronica/2019/07/28/5d3b5750fc6c833a108b4650.html
Referencias contenidas en el articulo de Canarias Semanal "EN LOS ESTADOS UNIDOS, EL "SOCIALISMO" TE LO TRAE EL DEPARTAMENTO DE ESTADO" :
(1) EL PAÍS, viernes 13 de noviembre de 1998, p. 9. En 2003, El País publicaba un dossier dominical titulado “Reinventando la Izquierda”: domingo 20 de julio.
(2) https://thegrayzone.com/2019/07/06/dsa-jacobin-iso-socialism-conference-us-funded-regime-change/#more-11475, artículo de Max Blumenthal y Ben Norton. Se puede ver un artículo de La Botz con motivo de una convención que los Socialistas Democráticos tuvieron hace un par de años, a la que asistieron representantes del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Brasil, La Francia Insumisa, Podemos, el Bloque de Izquierda (BE) de Portugal, y el Partido Laborista británico: http://www.sinpermiso.info/textos/ee-uu-la-convencion-de-los-socialistas-democraticos-de-america-dsa-gira-a-la-izquierda
(3) Gloria Steinem, figura emblemática del feminismo burgués de los años 60 en EEUU, fue colaboradora de la CIA.
(4) Puede verse aquí su perfil en https://comminfo.rutgers.edu/about/gloria-steinem-endowed-chair-media-culture-and-feminist-studies. La Klein se ha convertido en la imagen del anti-capitalismo verde a nivel internacional. Curiosamente, ella y las réplicas que tiene a nivel nacional, comparten el ser profesionales liberales, con másteres y doctorados en temas de derechos humanos, ambientales, de género y medios de comunicación.
(5) También son presentadas como el “nuevo socialismo” y, por supuesto, como una “revolución”. Por ejemplo: https://www.huffingtonpost.es/julio-gonzalez-garcia/democratic-socialists-of-america-la-revolucion-que-viene-del-partido-democrata-estadounidense_a_23522702/ , https://www.eldiario.es/internacional/Puede-triunfar-socialismo-Unidos_0_889611496.html, https://www.rebelion.org/noticia.php?id=254595 , y últimamente Trump ha llegado a llamarlas “comunistas”: https://www.publico.es/internacional/cuatro-congresistas-democratas-cargo-trump-eeuu.html
1ª) Subrayar que Podemos está dirigido por un sector de "gente bien", de gente acomodada o relativamente bien acomodada. ¿Es un factor relevante? Yo creo que sí. Por desgracia, la izquierda española ha estado bastante monitorizada por ese perfil de personas, y no se salva ni el PCE de la Transición. A lo mejor si los cuadros de la izquierda hubieran sido abrumadoramente de otro origen social, pues hubiese cambiado mucho la pelicula. En líneas generales, ese protagonismo de ciertas élites sociales pienso que ha sido negativo. Y lógicamente, para hablar de élites pues hay que hablar de parentesco.
2º) Poner de manifiesto la contradicción (humana, comprensible, legítima.... todo lo que quieras) que supone que destacados miembros de Podemos se pasen el tempo hablando de "casta" cuando son hijos de esa "casta" o de una "casta" parecida.
3º) Sobre todo, mi principal motivación, era contestar a un señor (el padre de Errejón) que toma partida activa por Podemos y que publica artículos lanzando sus dardos contra IU. Para mí esto es lo más importante. ¿Por qué entonces mencionar el factor "vinculación familiar"? Bueno, lo que pueda decir o escribir José Antonio Errejón, tiene un plus de difusión por ser "padre de" y los propios simpatizantes y militantes de Podemos suelen mencionarlo tratando de conseguir ese plus de difusión. Por ello considero que es del todo legítimo hacer mención a ese factor.
No sé si consigo explicarme. En cualquier caso, estoy de acuerdo contigo en lo que dices. En la crítica a las ideas, apelar a factores de parentesco del autor que las expresa, no es algo que considere relevante salvo que aporte información contextual".