«PEQUEÑAS Y GRANDES AMBICIONES», por Antonio Gramsci. «Las pequeñas ambiciones (del individuo particular) luchan contra la gran ambición (inseparable del bien colectivo)».

"es cuestión de vida, no el consenso pasivo e indirecto, sino el activo y directo; la participación, por consiguiente, de los individuos, incluso si esto provoca una apariencia de disgregación y de tumulto" (Gramsci 1981:35)

PEQUEÑAS Y GRANDES AMBICIONES

 

LOS NIÑOS, HISTÓRICAS VÍCTIMAS INDEFENSAS DE LAS PEQUEÑAS AMBICIONES

La Cruzada de los niños

 

La Cruzada Infantil o Cruzada de los Niños fueron un conjunto de ocho acontecimientos reales y ficticios sucedidos en 1212, tras las visiones de un muchacho alemán o francés. Los niños marchan hacia el sur de Italia. La venta de niños como esclavos estaba permitida. Existen muchos testimonios contradictorios, y los hechos reales son todavía objeto de debate entre los historiadores.

La Versión Clásica relata como los niños cruzados fueron utilizados como mercancías, engañados para acometer un viaje largo, en el que ya murieron muchos de ellos, sobre todo al cruzar los Alpes para llegar al Puerto de Niza, donde los sobrevivientes son embarcados para ser vendidos como esclavos en Alejandría.

La Versión Moderna, sin embargo, niega que se tratase de niños, sino que se trataba de «hordas» de gente empobrecida: De acuerdo con recientes investigaciones, se ha encontrado que existieron dos movimientos de gente (de todas las edades) en 1212 en Alemania y Francia,​ cuya similitud pudo inspirar a los cronistas para elaborar la leyenda.

En el primer movimiento, Nicolás, un pastor de Alemania, condujo a un grupo a través de los Alpes hasta Italia a principios de primavera. Alrededor de 7000 hombres llegaron a Génova en agosto. Sin embargo, sus planes no fructificaron, pues las aguas no se abrieron a su paso, y la comitiva se desbandó. Algunos emprendieron el camino de vuelta a casa, otros fueron a Roma y los restantes pudieron haber seguido el curso del Ródano hasta Marsella, donde fueron probablemente vendidos como esclavos. Pocos llegaron a sus casas y ninguno llegó a la Tierra Santa.

El segundo movimiento fue conducido por un «pastorcillo»​ llamado Esteban de Cloyes cerca del pueblo de Châteaudun que aseguró en junio que portaba una carta de Jesús para el rey de Francia. Atrajo a un grupo de 30 000, con los que fue hasta Saint-Denis, donde se dijo que obró milagros. Bajo las órdenes de Felipe II de Francia o el consejo de la Universidad de París, la multitud fue enviada a casa, y muchos de ellos efectivamente volvieron. Ninguna de las fuentes de la época menciona plan alguno de ir a Jerusalén. Las investigaciones recientes sugieren que los participantes no eran niños o, al menos, no tan jóvenes.

A principios de la década de 1200, grupos de vagabundos aparecieron en Europa. Eran gente desplazada por los cambios económicos, que forzaron a muchos campesinos pobres del norte de Francia y Alemania a vender sus tierras. Estos grupos eran denominados pueri (del latín, ‘chicos’, ‘niños’) de forma condescendiente. Esto trajo como resultado estas bandas de hombres pobres que se unían en una protesta religiosa que transformaba su vagar forzoso en una misión religiosa. Los pueri marcharon, siguiendo a la Cruz Cristiana y asociándose con el viaje bíblico de Jesús. Esto, sin embargo, no era el preludio de una guerra santa.

Años más tarde, los cronistas leyeron los testimonios de estas procesiones y tradujeron el término pueri como «niños» sin entender su significado original. Así nació la Cruzada Infantil. La historia resultante ilustra lo fuertemente arraigado que estaba el concepto de cruzada en aquel tiempo; los cronistas asumieron que los pueri debían haber sido cruzados, y en su inocencia buscaron volver a la fundación de las cruzadas de Pedro el Ermitaño y encontraron la misma clase de destino trágico.

Según Matthew Paris, uno de los líderes de la Cruzada Infantil pasó en 1251 a ser «La Maître de Hongrie», el líder de la Cruzada de los Pastores».

Wikipedia

 

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Cambiarlo todo para que todo siga igual

La Caridad sigue siendo un gran negocio

 

Trabajar por las «Causas Nobles Oficiales/Mediáticas» (como en la actualidad lo son el feminismo, el antirracismo, o el ecologismo) sirve para enriquecerse y adquirir poder; sin riesgos.

Sin embargo, la lucha por la Dignidad humana (o lo que es lo mismo, por los Derechos Humanos) solo conduce al desastre; al enfrentamiento con los más poderosos (tales como políticos, funcionarios y autoridades corruptas, Medios de Información o Poder Financiero); una lucha perdida antes de empezar. 

 

Prostitución de menores y esclavitud de mujeres vulnerables: Prohibido investigar.

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MASMADERITAS, EL SUCEDÁNEO PODEMITA: LAS PEQUEÑAS AMBICIONES DE UNOS PIJOS CORRUPTOS

“A través de una propaganda constante y astuta se puede hacer que la gente vea el paraíso como si fuera el infierno y viceversa, que considere la forma de vida más miserable como el propio cielo.”
Adolf Hitler, “Mi lucha”.

 

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Asesor de Errejón y pijo de vida resuelta: la historia del vídeo viral contra la cacerolada a Sánchez

«Orgulloso de ser hijo y nieto de taxista. Hoy defienden en Madrid y Barcelona la dignidad de la gente trabajadora, de la España que madruga. Contra Uber, Cabify y demás multinacionales que nos roban los derechos, nos tendrán a todas en pie», aseguró en un mensaje que colgó en su cuenta de Twitter en julio de 2018 con motivo de la huelga de taxis que hubo en España.

Sin embargo, el padre de Iago Moreno es Claudio Moreno García, licenciado en Medicina hace 30 años y actualmente cirujano y especialista en oftalmología. Cuenta con su propia clínica en Orense. Sus ingresos totales al año alcanzarían los 6 dígitos.

Gracias al sueldo de su padre, el asesor de Íñigo Errejón pudo estudiar en uno de los institutos privados de ‘CATS’ en Reino Unido, concretamente en el de Canterbury. Pudo hacer bachillerato internacional en este centro cuya oferta mínima, sin extras, es de 35.000 libras por curso, unos 40.000 euros. Posteriormente pudo acudir a la prestigiosa Universidad de Cambridge para graduarse en Ciencias Humanas, Sociales y Políticas, carrera cuyo coste supera los 21.000 euros por curso.

Por Gonzaga Durán.

OK Diario, 06 ABRIL 2020

 

 

El vídeo de Iago Moreno gritando contra los vecinos que participaban en la cacerolada contra el Gobierno se ha convertido en viral este fin de semana. Logró más de 27.000 retuits, más de 74.000 ‘me gusta’ y superó los 2,5 millones de visualizaciones en pocas horas. «¡Sois gente de la más baja ralea moral, se os tendría que caer la cara de vergüenza!», exclamó el joven a sus vecinos. ¿Pero quién es Iago Moreno? El tuitero ‘Noventa’ ha desvelado su identidad con todo lujo de detalles.

Iago Moreno es sociólogo por la Universidad de Cambridge. Participó en la campaña electoral de Más País, la formación la escisión podemita liderada por Íñigo Errejón para las pasadas elecciones generales del 10-N.

Fue uno de los fundadores de ‘El Observatorio’, un laboratorio de ideas que colaboró en la campaña electoral de Errejón en las pasadas elecciones generales. «Somos un espacio que creamos para poder colaborar en campañas —electorales, sociales, institucionales— como agencia de comunicación política. Un think tank, vamos», afirmó Moreno en una entrevista del pasado mes de mayo.

 

 

Iago Moreno fue uno de los artífices de la canción de trap que se creó con motivo de la campaña electoral de Íñigo Errejón y del videojuego para móviles que se ideó también para impulsar al ex dirigente de Podemos. Esta formación no superó las expectativas y se quedó con 3 escaños en el Congreso de los Diputados. Moreno también dirige la revista digital ‘La Trivial’, dirigida a los jóvenes y en la que defiende las tesis de Podemos y Más País, además de arremeter contra el centroderecha de España y del resto del mundo.

«Hijo y nieto de taxista»

En las redes sociales no duda en definirse siempre que puede en «hijo de la clase trabajadora» y admirador de los referentes del comunismo revolucionario como Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Lenin o Ernesto Che Guevara. Sin embargo, su origen no es tan humilde como pretende hacer creer a sus seguidores, tal y como demuestra el tuitero ‘Noventa’ (@90248a) a través de un hilo que se ha vuelto viral en las últimas horas.

 

 

«Orgulloso de ser hijo y nieto de taxista. Hoy defienden en Madrid y Barcelona la dignidad de la gente trabajadora, de la España que madruga. Contra Uber, Cabify y demas multinacionales que nos roban los derechos, nos tendrán a todas en pie», aseguró en un mensaje que colgó en su cuenta de Twitter en julio de 2018 con motivo de la huelga de taxis que hubo en España.

Sin embargo, el padre de Iago Moreno es Claudio Moreno García, licenciado en Medicina hace 30 años y actualmente cirujano y especialista en oftalmología. Cuenta con su propia clínica en Orense. Sus ingresos totales al año alcanzarían los 6 dígitos, tal y como asegura el tuitero ‘Noventa’. Estas cifras estarían muy lejos de la «clase trabajadora» que tanto defiende Iago Moreno.

 

 

Gracias al sueldo de su padre, el asesor de Íñigo Errejón pudo estudiar en uno de los institutos privados de ‘CATS’ en Reino Unido, concretamente en el de Canterbury. Pudo hacer bachillerato internacional en este centro cuya oferta mínima, sin extras, es de 35.000 libras por curso, unos 40.000 euros. Posteriormente pudo acudir a la prestigiosa Universidad de Cambridge para graduarse en Ciencias Humanas, Sociales y Políticas, carrera cuyo coste supera los 21.000 euros por curso.

 

 

Terminó la carrera en 2019 y posteriormente se dedicó a viajar por América Latina: Cuba, Venezuela, Bolivia o Argentina. Aprovechó su estancia para apoyar las campañas de los candidatos afines a su ideología. En estos viajes también aprovechó para fotografiarse junto a monumentos y retratos dedicados a sus ídolos comunistas revolucionarios como Ernesto Che Guevara, Fidel Castro o Hugo Chávez.

 

 

Su admiración por sus ídolos proviene de su madre, Mireya Álvarez, que en sus redes sociales también ha venerado en varias ocasiones a Fidel Castro, obviando a todos los cubanos y demás represaliados políticos durante los casi 50 años que duró su dictadura en Cuba.

 

 

Vida acomodada

Iago Moreno lleva en la actualidad una vida acomodada. Prueba de ello son las publicaciones que comparte en las redes sociales sociales y sus aficiones como la equitación, una actividad impropia de la clase trabajadora a la que él tanto asegura que representa.

 

 

Tras las elecciones generales del 10-N, Moreno escribe con frecuencia columnas en la revista de prensa ‘CTXT’. En uno de sus últimos artículos señaló a las cuentas de las redes sociales vinculadas a Vox y al PP por «atizar el odio para contrarrestar el nuevo marco socialdemócrata y desgastar» al Gobierno de Pedro Sánchez con Podemos.

 

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OPERACIÓN ERREJÓN

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PEQUEÑAS Y GRANDES AMBICIONES, por Antonio Gramsci

“Quaderni de carceri” (1926-1937)

 

“¿Puede existir política, es decir, historia en acto, sin ambición?

Habitualmente, las pequeñas ambiciones (del individuo particular) luchan contra la gran ambición (inseparable del bien colectivo).

La “ambición” ha asumido un significado peyorativo y despreciable por dos razones principales:

a) porque se ha confundido la ambición (grande) con las pequeñas ambiciones;

b) porque la ambición ha llevado demasiado a menudo al más bajo oportunismo, a la traición de los viejos principios y de las viejas formaciones sociales que habían dado al ambicioso las condiciones para pasar a un servicio más lucrativo y de más rápido rendimiento.»

 

«Los miembros de la guilda de los pañeros de Ámsterdam», también conocido como «Los síndicos de los pañeros» de Rembrandt . Rijksmuseum (Amsterdam)

 

AMBICIONES PARTICULARES Y COLECTIVAS

En el fondo, este segundo motivo puede reducirse al primero: se trata de pequeñas ambiciones, porque tienen prisa y no quieren tener que superar dificultades demasiado grandes o correr peligros demasiado grandes.

 

se trata de pequeñas ambiciones, porque tienen prisa y no quieren tener que superar dificultades demasiado grandes o correr peligros demasiado grandes

 

Una de las características de todo jefe es la de ser ambicioso, es decir, la de aspirar con todas sus fuerzas al ejercicio del poder estatal. Un jefe no ambicioso no es un jefe, es un elemento peligroso para sus seguidores: es un inepto o un bellaco.

Recuérdese la afirmación de Arturo Vella: “Nuestro partido no será nunca un partido de gobierno”, es decir, siempre será un partido de oposición.

Pero ¿qué significa esto de proponerse permanecer siempre en la oposición? Significa preparar los peores desastres porque, si estar en la oposición es cómodo para los oponentes, no es “cómodo” (según las fuerzas de la oposición y su carácter, naturalmente) para los dirigentes del gobierno, los cuales deberán plantearse, al llegar a un cierto punto, el problema de destruir y dispersar la oposición.

La gran ambición, además de ser necesaria para la lucha, no es ni mucho menos despreciable desde el punto de vista moral; al contrario: todo depende de si el “ambicioso” se eleva después de haber hecho el desierto a su alrededor o si su elevación se condiciona conscientemente a la elevación de todo un estrato social y de si el ambicioso ve precisamente su propia elevación como un elemento de la elevación general.

 

todo depende de si el (gran) “ambicioso” se eleva después de haber hecho el desierto a su alrededor o si su elevación se condiciona conscientemente a la elevación de todo un estrato social y de si el ambicioso ve precisamente su propia elevación como un elemento de la elevación general

 

Habitualmente, las pequeñas ambiciones (del individuo particular) luchan contra la gran ambición (inseparable del bien colectivo). Estas observaciones sobre la ambición se pueden y deben relacionar con otras sobre la llamada demagogia.

 

PEQUEÑAS Y GRANDES AMBICIONES

 

PEQUEÑAS Y GRANDES AMBICIONES

Demagogia” quiere decir muchas cosas: en sentido peyorativo significa utilizar las masas populares, sus pasiones sabiamente excitadas y alimentadas, para los propios fines particulares, para las pequeñas ambiciones propias (el parlamentarismo y el electoralismo ofrecen un terreno propicio para esta forma particular de demagogia, que culmina en el cesarismo y en el bonapartismo con sus regímenes plebiscitarios).

 

Demagogia” quiere decir muchas cosas: en sentido peyorativo significa utilizar las masas populares, sus pasiones sabiamente excitadas y alimentadas, para los propios fines particulares, para las pequeñas ambiciones propias

 

Pero si el jefe no considera las masas humanas como un instrumento servil, bueno para alcanzar sus propios objetivos y para arrojarlas a la cuneta una vez alcanzados, sino que tiende a alcanzar objetivos políticos orgánicos de los que estas masas son el necesario protagonista histórico, si el jefe lleva a cabo una obra “constituyente” constructiva, se tiene, entonces, una “demagogia” superior; las masas no pueden dejar de ser ayudadas a elevarse con la elevación de individuos aislados y de estratos “culturales” enteros.

 

El “demagogo”, en sentido peyorativo, se presenta como insustituible, crea el desierto a su alrededor, destruye y elimina sistemáticamente los posibles concurrentes, quiere entrar en contacto con las masas directamente. Se trata de lo que Michels ha llamado el “jefe carismático

 

El “demagogo”, en sentido peyorativo, se presenta como insustituible, crea el desierto a su alrededor, destruye y elimina sistemáticamente los posibles concurrentes, quiere entrar en contacto con las masas directamente (plebiscito, etc.; gran oratoria, efectos teatrales, aparato coreográfico fantasmagórico): se trata de lo que Michels (*) ha llamado el “jefe carismático”.

 
Robert Michels: «tanto en autocracia como en democracia siempre gobernará una minoría»

 

AFÁN DE PROTAGONISMO Y BIEN COLECTIVO

El jefe político de gran ambición, en cambio, tiende a suscitar un estrato intermedio entre él y la masa, a suscitar posibles “concurrentes” e iguales, a elevar el nivel de capacidad de las masas, a crear elementos que puedan sustituirle en la función de jefe.

Piensa de acuerdo con los intereses de la masa y éstas quieren que un aparato de conquista y de dominio no se derrumbe por la muerte o la incapacidad del jefe único, precipitando nuevamente a la masa en el caos y la impotencia primitivos.

Si es cierto que todo partido es partido de una sola clase, el jefe debe apoyarse en ésta y formar con ella un estado mayor y toda una jerarquía; si el jefe es de origen “carismático” debe renegar de su origen y laborar para hacer orgánica la función de dirección: orgánica y con los caracteres de permanencia y continuidad.

 

 

(*) Nota Punto Crítico: Robert Michels, sociólogo alemán, alumno de Max Weber, autor de la llamada «ley de hierro de las Oligarquías«, quien, partiendo del Socialismo, acabó convirtiéndose en Fascista, llegando a ser nombrado «Jefe de los Jueces», en la Italia de Mussolini.

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ANTONIO GRAMSCI, Política y sociedad, traducción y selección de “Quaderni de carceri” (1926-1937), a cargo de Jordi Solé-Tura, Ediciones Península, 1977. Filosofía Digital, 2006.

 

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LS GRANDES AMBICIONES

LA AMBICIÓN DE COMPRENDER(NOS); LA AMBICIÓN DE SABER ESCUCHAR(NOS)

«El sueño anarquista que algunos hemos tenido alguna vez es no recibir ordenes, porque puedo asumirlas yo mismo»

No hay libertad sin responsabilidad. Son la cara y la cruz de una misma moneda. Hablamos de libertad cuando vamos a actuar y de responsabilidad cuando hemos actuado.

La libertad crea problemas: al actuar contraes responsabilidades y por eso la gente prefiere que le den órdenes, así se quita la responsabilidad del medio.

Cuando se pide libertad hay que tener claro que también se pide responsabilidad. Así hay que pensárselo. 

Por Fernando Savater (citas de la entrevista realizada por Karina Sainz Borgo)

Vozpópuli

Fernando Savater

 

«No hay libertad sin responsabilidad. Son la cara y la cruz de una misma moneda. Hablamos de libertad cuando vamos a actuar y de responsabilidad cuando hemos actuado. La libertad crea problemas: al actuar contraes responsabilidades y por eso la gente prefiere que le den órdenes, así se quita la responsabilidad del medio. Cuando se pide libertad hay que tener claro que también se pide responsabilidad. Así hay que pensárselo». 

«Al principio el confinamiento era una novedad, algo distinto, una vida insólita. Pero llevamos ya mucho con la vida insólita, sin viajar, sin reunirnos. Los viejos, como yo, no hacemos una vida muy distinta a la del confinamiento, pero los jóvenes sí. Si tuviera veinte años habría querido salir. Comprendo que estén hartos y uno puede estarlo, pero el virus sigue ahí. No es psicológico. Es un dato real. Si no estás vacunado y haces una vida libre eso tendrá consecuencias en los hospitales».

El problema de la libertad es que comporta responsabilidad

«La idea perfecta ya la plantearon algunos países nórdicos: explicar a la gente los peligros que supone salir. Eso es lo que hay que hacer, pero la mayoría de la gente no sabe qué hacer si no le dan órdenes. Si no está prohibido, no lo cumplo.  El problema de la libertad es que comporta responsabilidad. Eso implica hasta qué punto la gente ha nacido para ser esclava. Hay muchos que más o menos tenemos la pretensión de que podemos mandarnos a nosotros mismos, pero la mayoría, por lo que se ve, necesita un guardia. Se quejan de las autoridades, pero sin las autoridades no saben vivir. El sueño anarquista que algunos hemos tenido alguna vez es no recibir ordenes, porque puedo asumirlas yo mismo». 

«Se están mutilando las libertades de la gente: moverse, viajar… Eso necesita algún respaldo legal, que es lo que ahora falta, pero el Gobierno está a otras cosas y dice que cada cual se las arregle como pueda». 

«Cuando se declaró el estado de alarma, todos creíamos que esto sería cosa de 15 días, pero de pronto fueron seis meses… y seis meses con reuniones parlamentarias suspendidas. Evidentemente no es una situación normal, pero incluso en tiempos de guerra un país debe reunir a su parlamento. Una cosa es evitar contagios y otra suspender la democracia. El Gobierno ha abusado de sus poderes y ha actuado con una mezcla de capricho e ineficacia. No hay nada peor para ciudadanos que ven dar órdenes al tun-tun. Dijeron que no habría contagios, que las mascarillas no servían para nada… ¿Cómo pretenden que les crean?»

incluso en tiempos de guerra un país debe reunir a su parlamento. Una cosa es evitar contagios y otra suspender la democracia

«Los jueces solo pueden aplicar leyes. Si no hay leyes sobre la pandemia, la determinación sobre cuándo hay que cerrar bares son disposiciones, no leyes. La ley dice que podemos deambular por el país libremente. Está contemplado, pero no en una pandemia. No se le puede pedir a los jueces que inventen una legalidad. El gobierno pide que los jueces sean creativos y se inventen una legalidad». 

«El derrotado en las elecciones de Madrid fue el PSOE. Ángel Gabilondo fue el que dio la cara. Creo que Gabilondo es una persona muy honrada, pero no es un líder de masas. Le hicieron cargar con el paquete de llevar como aliado a una organización tan impresentable como Podemos. De esa manera le hicieron cargar con todas las responsabilidades del Gobierno. Muchos han votado al PP porque no le gustan los socialistas que se apoyan en separatistas y Bildu. Gabilondo no ha podido con eso». 

Todos los estados democráticos son liberales en las ideas y socialdemócratas en la redistribución económica

«Siempre ha habido gobiernos que han intentado favorecer a los suyos y hostigar a los que no lo son. A partir de la moción de censura se ha creado un Gobierno minoritario. El PSOE nunca ha tenido tan pocos parlamentarios como ahora y, sin embargo, le parecen más peligrosos al país: separatistas, comunistas, grupos que vienen del terrorismo. Este es un Gobierno que se apoya en esos mimbres y tiene posiciones radicales en lo referente a memoria histórica o un código penal basado en el género. Considera que los hombres, a priori, tienen más culpabilidad que una mujer. Eso ha creado una desafección. El Gobierno tiene mucha gente desafecta, entre la que me encuentro, y esto irá aumentando». 

 Reconozco que frente al linchamiento en las redes hay una solución muy fácil: no utilizarlas

«En una democracia actual el liberalismo y la socialdemocracia tienen que ir juntos. No hay por qué elegir uno u otro. Todos los estados democráticos son liberales en las ideas y socialdemócratas en la redistribución económica. Un partido que asume esa situación, en España, defiende la unidad del país, de género y que sepa aunar el liberalismo y socialdemocracia es necesario».

«En el caso de Ciudadanos, creo que el apoyo que han prestado al PSOE le ha causado daño. La gente votaba a Ciudadanos para que no blanqueara al PSOE. A pesar de que hayan desaparecido tanto UPyD como Ciudadanos, creo que un partido de esas características es necesario y hay que intentar recuperarlo».

 

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La cruzada de los niños (Bertolt Brecht)

 

En Polonia, en el año treinta y nueve,
se libró una batalla muy sangrienta
que convirtió en ruinas y desiertos
las ciudades y aldeas.
Allí perdió la hermana al hermano
y la mujer al marido soldado.
Y, entre fuego y escombros, a sus padres
los hijos no encontraron.
No llegaba ya nada de Polonia.
Ni noticias ni cartas.
Pero una extraña historia, en los países
del Este circulaba.
La contaban en una gran ciudad,
y al contarlo nevaba.
Hablaba de unos niños que, en Polonia
partieron en cruzada.
Por los caminos, en rebaño hambriento,
los niños avanzaban.
Se les iban uniendo muchos otros
al cruzar las aldeas bombardeadas.
De batallas y negras pesadillas
querían escapar
para llegar, al fin,
a algún país en el que hubiera paz.
Había, entre ellos, un pequeño jefe
que los organizó.
Pero ignoraba cuál era el camino,
y ésta era su gran preocupación.
Una niña de once años era
para un niño de cuatro la mamá:
le daba todo lo que da una madre,
mas no tierra de paz.
Un pequeno judío iba en el grupo.
Eran de terciopelo sus solapas
y al pan más blanco estaba acostumbrado.
Y, sin embargo, todo lo aguantaba.
Más tarde se sumaron dos hermanos,
y ambos eran muy buenos estrategas
para ocupar las chozas que en el campo
los campesinos cuando llueve dejan.
También había un niño muy delgado
y pálido que siempre estaba aparte.
Tenía una gran culpa sobre sí:
la de venir de una embajada nazi.
Y un músico, además, que en una tienda
volada había encontrado un buen tambor.
Tocarlo les hubiera delatado,
y el niño músico se resignó.
Y hasta un perro llevaban que, al cogerle,
se disponían a sacrificar.
Pero ninguno se atrevía a hacerlo,
y ahora tenían una boca más.
También había una escuela
y en ella un maestrito elemental.
La pizarra era un tanque destrozado
donde aprendían la palabra «paz».
Y, al fin, hubo un concierto entre el estruendo
de un arroyo invernal.
Pudo tocar el niño su tambor
pero no le pudieron escuchar.
No faltó ni siquiera un gran amor:
quince años el galán, doce la amada.
En una vieja choza destruida,
la niña el pelo de su amor peinaba.
Pero el amor no pudo resistir
los fríos que vinieron:
¿cómo pueden crecer los arbolillos
bajo toda la nieve del invierno?
Hubo incluso una guerra
cuando con otro grupo se encontraron.
Pero viendo en seguida que era absurda,
la guerra terminaron.
Cuando era más reñida la contienda
que en tornó á una garita sostenían,
una de las dos partes
se quedó sin comida.
Al saberlo la otra, decidieron
un saco de patatas enviar
al enemigo, porque sin comer
nadie puede luchar.
A la luz de dos velas
un juicio celebraron.
Y, tras audiencia larga y complicada,
el juez fue condenado.
Hubo un entierro, en fin: el de aquel niño
que tenía en el cuello terciopelo.
Dos alemanes junto a dos polacos
enterraron su cuerpo.
No faltaban la fe ni la esperanza,
pero sí les faltaba carne y pan.
Quien les negó su amparo y fue robado
después, nada les puede reprochar.
Mas nadie acuse al pobre que a su mesa
no los hizo sentar.
Para cincuenta niños hace falta
mucha harina: no basta la bondad.
Si se presentan dos, o incluso tres,
es fácil que cualquiera los atienda.
Mas cuando llegan niños en tropel
de un arroyo invernal.
Pudo tocar el niño su tambor
pero no le pudieron escuchar.
No faltó ni siquiera un gran amor:
quince años el galán, doce la amada.
En una vieja choza destruida,
la niña el pelo de su amor peinaba.
Pero el amor no pudo resistir
los fríos que vinieron:
¿cómo pueden crecer los arbolillos
bajo toda la nieve del invierno?
Hubo incluso una guerra
cuando con otro grupo se encontraron.
Pero viendo en seguida que era absurda,
la guerra terminaron.
Cuando era más reñida la contienda
que en tornó á una garita sostenían,
una de las dos partes
se quedó sin comida.
Al saberlo la otra, decidieron
un saco de patatas enviar
las puertas se les cierran.
En una hacienda destruida, harina
hallaron en pequeña cantidad.
Una niña en mandil, de once años,
durante siete horas coció pan.
Amasaron la masa largamente,
la leña, bien cortada, ardía bien,
pero el pan no subió
porque ninguno lo sabía cocer.
Decidieron marchar,
buscando sol, al Sur. El Sur
es donde a mediodía todo
está lleno de luz.
A un soldado encontraron
herido en un pinar.
Siete días cuidándole, y pensaban:
«Él nos podrá orientar.»
Mas el soldado dijo: «¡A Bilgoray!»
Debía de tener
mucha fiebre: murió al día siguiente.
Le enterraron también.
Y los indicadores que encontraban
la nieve apenas los dejaba ver.
Pero ya no indicaban el camino,
todos estaban puestos al revés.
Aunque no se trataba de una broma:
sólo era una medida militar.
Buscaron y buscaron Bilgoray,
mas nunca la pudieron encontrar.
Se reunieron todos con el jefe,
confiados en él.

Miró el blanco horizonte y señaló:
«Por allí debe ser.»
Vieron fuego una noche:
decidieron seguir sin acercarse.
Pasaron tanques, otra vez, muy cerca,
pero iban hombres dentro de los tanques.
Al fin, un día, a una ciudad llegaron,
y dieron un rodeo.
Caminaron tan sólo por la noche
hasta que la perdieron.
Por lo que fue el sureste de Polonia,
bajo una gran tormenta, entre la nieve,
de los cincuenta niños
las noticias se pierden.
Con los ojos cerrados,
dentro de mí los veo cómo vagan
de una casa en ruinas
a otra bombardeada.
Por encima de ellos, entre nubes,
caravanas inmensas
penosamente avanzan contra el viento,
y, sin patria ni meta,
van buscando un país donde haya paz,
sin incendios ni truenos,
tan diferente a aquel de donde vienen.
Y, unidas, forman un cortejo inmenso.
Y, al caer el ocaso, ya sus caras
no parecen iguales.
Ahora veo caras de otros niños:
españoles, franceses, orientales…
Y en aquel mes de enero,
en Polonia encontraron
un pobre perro flaco
que llevaba un cartel de cartón al cuello atado.
Decía: «Socorrednos.
Perdimos el camino.
Este perro os traerá.
Somos cincuenta y cinco.
Si no podéis venir,
dejadle continuar.
No le matéis. Sólo el
conoce este lugar.»
Era letra de niño
y campesinos quienes la leyeron.
Ha pasado año y medio desde entonces.
Desde que hallaron, muerto de hambre, un perro.
(Del libro Historias
de almanaque, 1939)”.

Bertolt Bretch, “Poemas y canciones” (1960).

 

 

La cruzada de los niños es un largo poema narrativo escrito Bertolt Brecht en el que se cuenta la aventura de un grupo de pequeños alemanes, polacos y judíos que, huyendo de la guerra en 1939, se fueron juntando en un pueblo destruido de Polonia.
Carme Solé ha realizado unas espléndidas ilustraciones que reflejan la atmósfera de esta denuncia de la guerra y sus horrores.

 

 


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