«ECCLESIA PEDOPHILES»: La Asamblea de Pederastas sigue a cargo de las Escuelas (Concertadas).

Ecclesia pedophiles

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DEFENSORES DE LA PEDOFILIA

ENRIQUE SERNA escribe sobre el abuso sexual de menores: “En los años 70, el estupro tuvo en Francia algunos defensores ilustres, que intentaron abolir o cuando menos flexibilizar la prohibición de seducir a menores de edad”.

Por Enrique Serna

EME EQUIS, 13 ene 2020

 

En mi artículo “Patrañas clericales”publicado en Emeequis el 2 de diciembredije que el ex papa Benedicto XVI, en su intento por explicar el abuso sexual de menores dentro de la Iglesia, mintió al afirmar que la revolución sexual de los años 60 y 70 “diagnosticó la pedofilia como algo apropiado”. Debo reconocer en señal de mea culpa que el mentiroso fui yo, por no haber investigado lo suficiente. Me sacó de mi error el reportaje de Fiona Moghaddan y Cecile de Kervasdoué “Cuando los intelectuales franceses defendían la pedofilia”, recién publicado en France culture. En los años 70, el estupro tuvo en Francia algunos defensores ilustres, que intentaron abolir o cuando menos flexibilizar la prohibición de seducir a menores de edad. Y si bien algunos se limitaron a pedir mayor permisividad para las relaciones entre adultos y adolescentes, otros pretendieron ennoblecer o justificar el abuso sexual de niños, so pretexto de quitarle trabas a la libido infantil.

 En 1977, sesenta y nueve intelectuales franceses, encabezados por Jean-Paul Sartre, Louis Aragon, Simone De Beauvoir, Francis Ponge y Roland Barthes, publicaron un desplegado exigiendo la liberación de varios reos que llevaban en la cárcel más de tres años por haber cometido estupro con menores de quince. “Tres años de prisión por caricias y besos, ¡con eso basta!”, reclamaron, sin encontrar eco en las autoridades. Convocaron a los abajo firmantes dos pedófilos radicales: Guy Hocquenghem, fundador del Frente Homosexual de Acción Revolucionaria y el novelista Gabriel Matzneff, que hasta la fecha no ha cejado en su defensa de la pederastia. 

Más temerario aún, el líder del mayo francés Daniel Cohn Bendit, que antes de saltar a la arena política fue educador en un kínder de Francfort, se ufanó en la crónica autobiográfica El Gran bazar de sus experiencias sexuales con niñas, y en abril de 1982 declaró en el programa televisivo Apostrophes: “Para ser honesto, la sexualidad de los niños es sencillamente fantástica. Cuando una niña de cinco años comienza a desvestirte, es un juego erótico- maniaco”. Hay un curioso paralelismo entre su conducta y la de otro líder del 68, el hispano-mexicano Marcelino Perelló, que hace un par de años hizo declaraciones parecidas en twitter, cuando lo despidieron de su programa radiofónico en Radio UNAM. En 2001 Cohn Bendit se retractó de su fanfarronada: “Con lo que sabemos ahora de la pedofilia y del abuso sexual reconozco que algunas de sus manifestaciones son insostenibles e intolerables”. Que yo sepa, Perelló murió sin haber cantado la palinodia. 

En los años 60 y 70 emergieron varios movimientos libertarios que entonces tenían objetivos comunes y ahora se combaten entre sí. El reportaje de France Culture forma parte de una ofensiva feminista contra el abuso de menores que impugna (atinadamente, creo yo) la frivolidad de asumir posiciones libertarias o libertinas sin tomar en cuenta los derechos de terceros. En el siglo XIX, la Iglesia bendecía las bodas entre cuarentones y niñas de catorce años (así se casó dos veces el general Santa-Anna) pero restaurar esa costumbre sería un retroceso, no un avance en materia de derechos civiles, pues la gran mayoría de esas niñas se casaban contra su voluntad.  La lucha por despenalizar la pedofilia no tuvo continuidad, porque muchos de sus líderes recularon o prefirieron echarle tierra al asunto (de hecho, Matzneff lo acusó luego de traidores). Aunque Ratzinger quiso culparlos por la propagación de la pedofilia en las filas de la Iglesia, nadie puede tomar en serio sus argumentos. ¿El desplegado de Sartre y compañía tuvo un impacto tan fuerte en los seminarios? ¿Los novicios de aquellos años admiraban secretamente a Cohn Bendit? ¿La grey católica escuchaba y obedecía sin chistar a los intelectuales ateos?

Sostengo mi crítica a las patrañas de Benedicto XVI, pero creo que los librepensadores no deberíamos ocultar la basura debajo del tapete, sino hacer un sano ejercicio de autocrítica para defender mejor las libertades lícitas, aunque eso implique perder brillo en el escaparate público.

En los años 70, ningún intelectual francés de la gauche caviar quería ser tachado de conservador. No sólo era de buen tono justificar la pedofilia: con tal de complacer a su clientela universitaria, Sartre coqueteó con el maoísmo. Ni los más intrincados malabarismos ideológicos pueden sostener esa confluencia entre liberalismo sexual y respaldo a las dictaduras burocráticas. Es muy fácil percibir cuáles posturas le granjearán mayor popularidad a un intelectual (basta tomarle el pulso la opinión pública), pero quien se guía por esa brújula termina perdiendo tarde o temprano la independencia de criterio, sin la cual no hay pensamiento que valga. 

 

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INTELECTUALES DEL 68: Sartre, Cohn-Bendit y Beauvoir, acusados de haber fomentado la pederastia

El Mundo, 26 FEB 2001

Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir y los actuales ministros de Sanidad y de Educación, Bernard Kouchner y Jack Lang, figuraban durante la década de los 70 entre los firmantes de cartas abiertas en las que se hacían llamamientos en favor de la despenalización de la pedofilia, según se ha sabido la pasada semana.

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«Una vez que has poseído a un chico de 13 años o a una chica de 15, todo lo demás te parece insulso»

Aquel pedófilo mayo del 68

El recientemente publicado libro de Vanessa Springora, en el que describe su relación con el autor Gabriel Matzneff cuando ella era una adolescente, ha tenido consecuencias judiciales, políticas y editoriales, y ha propiciado una revisión de conciencia colectiva sobre la permisividad entre los intelectuales galos

Por Carlos Herranz

La Razón, 12 ENE 2020

«Una vez que has poseído a un chico de 13 años o a una chica de 15, todo lo demás te parece insulso». Con estas palabras explicaba en 1974 el escritor Gabriel Matzneff en «Los menores de 16 años» sus preferencias sexuales por menores. No lo hacía a escondidas, ni mucho menos. Acudía a programas de televisión en los que presentadores y público se divertían a carcajada limpia con sus correrías. Matzneff publicó numerosos libros haciendo elogio de la pedofilia con el respaldo de buena parte del mundo editorial parisino y la estima de amigos suyos de la talla de Mitterrand o Chirac. Eran los 70, 80 y principios de los 90 cuando los intelectuales franceses estaban por encima del bien y del mal. Buena parte de ellos se erigían como la herencia progresista de mayo del 68. Las pocas voces que en ese momento pusieron el grito en el cielo acabaron siendo ridiculizadas y en ocasiones boicoteadas.

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Petición francesa contra las leyes de edad de consentimiento

 
En 1977, se envió una petición al parlamento francés pidiendo la derogación de varios artículos de la ley sobre la edad de consentimiento y la despenalización de todas las relaciones consensuales entre adultos y menores de quince años (la edad de consentimiento en Francia). Varios intelectuales franceses, incluidos nombres tan destacados como Louis AragonMichel FoucaultJean-Paul SartreJacques DerridaLouis AlthusserRoland BarthesGilles DeleuzeFélix GuattariMichel LeirisAlain Robbe-GrilletPhilippe SollersJacques RancièreJean-François LyotardFrancis PongeBernard Besret y varios médicos y psicólogos destacados – firmaron la petición.​ En 1979 se publicaron dos cartas abiertas en los periódicos franceses defendiendo a las personas detenidas bajo cargos de estupro, en el contexto de la abolición de las leyes sobre la edad de consentimiento.

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Historia de la polémica petición que firmó Foucault en defensa de tres hombres que tuvieron sexo con menores de edad

En 1977, cuando Francia debatía sobre el consentimiento —a partir de qué edad una persona puede decidir tener relaciones sexuales o no—un grupo de intelectuales, entre los que estaban Barthes, Derrida, Sartre y Simone de Beauvoir, publicaron una carta abierta que generó gran controversia. Este episodio está siendo recordado estos días, a partir de una denuncia de pedofilia contra el filósofo que realizó Guy Sorman en su nuevo libro

Cancelaciones. Las redes sociales parecen habilitar una posibilidad inédita: una multitud de usuarios inclinan la balanza hacia mirar con ojos del presente los productos artísticos que se realizaron en el pasado o productos presentes que se cancelan por conductas de sus creadores en el pasado o en el presente. Hace apenas unos días, Michel Foucault estuvo en boca de todos. Es extraño que el apellido de un filósofo figure como trending topic en Twitter. El motivo es lamentable: Guy Sorman, en su nuevo libro, Mi diccionario de mierda, afirmó que en la década del sesenta, el filósofo mantuvo relaciones sexuales con niños árabes mientras vivía en Túnez. “Hubo muchos testigos, pero nadie hizo historias así en ese momento. Foucault es como un dios en Francia”, dijo. Esto abre puertas, y una de ellas da a 1977, casi diez años después del Mayo francés.

Durante la segunda mitad del siglo XX, Francia fue un lugar de convulsión de ideas y debates. En 1977, mientras se discutía en el Parlamento una reforma del Código Penal, un tema clave era la edad del consentimiento, es decir, a partir de qué edad una persona puede decidir tener sexo o no.

Hay que ubicar este debate en un contexto: por un lado, la liberación sexual de una sociedad en la que empezaba a pisar fuerte el feminismo y se establecían métodos anticonceptivos, pero, por otro, una fuerte reacción de los sectores más conservadores y homofóbicos que buscaban imponer su moral. Y también, el contexto legal: hasta 1945, la edad fijada por ley para el consentimiento era 21 años. En el caso de las relaciones homosexuales, en 1974 se redujo a 18 años.

En 1977, un grupo de intelectuales dirigió una petición —desde la Revolución Francesa que se reconoce el derecho a la petición de cualquier individuo— exigiendo la derogación de varios artículos de la ley sobre la edad de consentimiento, que el nuevo Código establecía en 15 años. El texto lleva la firma de Michel FoucaultLouis Aragon, Jean-Paul Sartre, Jacques Derrida, Louis Althusser, Roland Barthes, Simone de Beauvoir, Gilles Deleuze, Félix Guattari, Michel Leiris, Alain Robbe-Grillet, Philippe Sollers, Jacques Rancière, Jean-François Lyotard, Francis Ponge y Bernard Besret, entre otros.

Dos casos como antecedentes

Hay dos casos que hacen de este tema una discusión mayor.

El primero es el suicidio, en 1969, de Gabrielle Russier, una profesora que tenía una relación con Christian Rossi, un alumno del secundario que entonces tenía 16 años, casi la mitad de la edad de ella. Los padres de la escuela comienzan a hostigarla y la Justicia la sentencia a un año de prisión por “secuestro y malversación de un menor”. El músico Charles Aznavour compone en 1971 una canción titulada “Morir para amar”, que se vuelve muy popular en Francia, y André Cayatte filma una película ese mismo año que ven en el cine más de 6 millones de personas.

El segundo, que funciona como detonante, es conocido como el caso Versalles. Tres hombres estuvieron en prisión preventiva durante tres años por haber mantenido relaciones sexuales con chicos y chicas menores de 15 años “sin violencia” en el Camping Club de Meudon.

Se trata de Bernard Dejager, Jean-Claude Gallien y Jean Burckhardt, que fueron detenidos en octubre de 1973, y se enfrentaban a cargos de diez años por “atentado al pudor sin violencia contra menores de 15 años. En noviembre de 1976, el escritor Gabriel Matzneff —en 2019, Vanessa Sprigora denunció en su libro El consentimiento (publicado por Lumen y que ahora se consigue en América Latina) que mantuvo relaciones con él cuando ella tenía 14 y él 50— publicó en el diario Le Monde su apoyo a los acusados bajo el título ¿Es el amor un crimen? y repudió a los “intelectuales que están guardando silencio”.

La petición

En 1977, es también Le Monde el medio que publica, en la edición del 26 de enero, el día antes del juicio por el caso Versalles, una petición de un nutrido grupo de intelectuales. Entre los firmantes estaban Michel Foucault, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Louis Aragon, André Glucksmann, Gilles Deleuze, Roland Barthes, Francis PongeGuy Hocquenghem, los futuros ministros Jack Lang y Bernard Kouchner y unos 22 médicos de renombre.

Sostenían que “tres años son suficientes” para un episodio que definieron como un “simple asunto de moral” en el cual “los niños no fueron víctimas de la más mínima violencia”. “Consideramos que existe una manifiesta desproporción entre la calificación de ‘delito’ que justifica tal gravedad, y la naturaleza de los hechos alegados; por otro lado, entre el carácter obsoleto de la ley y la cotidiana realidad de una sociedad que tiende a reconocer en los niños y adolescentes la existencia de una vida sexual (¿para qué sirve, entonces, que una niña de trece años tenga derecho a la píldora anticonceptiva?)”, agregan.

“La ley francesa se contradice cuando reconoce una capacidad de discernimiento en un menor de trece o catorce años al que puede juzgar y condenar, mientras que le niega esta capacidad en lo que respecta a su vida afectiva y sexual. Tres años de prisión por abrazos y besos son suficientes. No entenderíamos que el 29 de enero Dejager, Gallien y Burckhardt no encuentran su libertad”, concluye el comunicado.

Al día siguiente ocurre el juicio y, si bien las víctimas sostienen que dieron su consentimiento, la Justicia establece que son demasiado jóvenes como para comprender la manipulación de los adultos. Y tres días después, Le Monde se distancia de la petición y denuncia la gravedad de los hechos.

La ley de pudor

En abril de 1978 la petición y la sentencia fueron discutidas en una transmisión de la radio France Culture en el programa Diálogos, de la que participaron Michel Foucault, que era uno de los grandes teóricos de los cruces entre sexualidad y moral, junto con el dramaturgo y actor Jean Danet y el novelista y activista gay Guy Hocquenghem. La transcripción publicada posteriormente bajo el título La Loi de la pudeur, que en inglés se tradujo como Sexual Morality and the Law, luego reeditado como The Danger of Child Sexuality, puede leerse en español como La ley del pudor.

“En cualquier caso, una barrera de edad establecida por ley no tiene mucho sentido. Una vez más, se puede confiar en que el niño dirá si fue o no sometido a violencia. Un juez de instrucción, un liberal, me dijo una vez cuando discutíamos esta cuestión: después de todo, hay muchachas de dieciocho años que se ven prácticamente obligadas a hacer el amor con sus padres o padrastros; pueden tener dieciocho años, pero es un intolerable sistema de coacción. Y uno, además, que siente que es intolerable, si tan solo la gente está dispuesta a escucharlos y ponerlos en condiciones para que puedan decir lo que sienten”, dice Foucault entonces.

“Por un lado —agrega Hocquenghem—, no pusimos ningún límite de edad en nuestro texto. En cualquier caso, no nos consideramos legisladores, sino simplemente un movimiento de opinión que exige la abolición de determinadas leyes. En lo que respecta a esta cuestión del consentimiento, prefiero los términos utilizados por Michel Foucaultescuchar lo que dice el niño y darle cierta credibilidad. Esta noción de consentimiento es una trampa, en cualquier caso. Lo que sí es seguro es que la forma legal de un consentimiento intersexual es una tontería. Nadie firma un contrato antes de hacer el amor“.

Es entonces donde se produce un contrapunto: si bien Hocquenghem es el único de los tres que aboga por la despenalización de las relaciones sexuales siempre que no haya violencia ni coacción, los tres se están de acuerdo en que el objeto de la discusión es esencialmente cuestionar las categorías de poder y represión, y no producir nuevos estándares o defender la pedofilia como tal. “Hemos tenido mucho cuidado de no abordar de ninguna manera el tema de la violación, que es totalmente diferente”, dice Hocquenghem.

Foucault acá se sostiene que “lo que está surgiendo es un nuevo sistema penal, un nuevo sistema legislativo, cuya función no es tanto sancionar las infracciones contra estas leyes generales de decencia (…) Por supuesto, están los niños, pueden encontrarse a merced de una sexualidad adulta que les es ajena y que bien puede resultarles dañina”; sin embargo, aclara, “los niños sí tienen una sexualidad, no podemos volver a esas viejas nociones de que los niños son puros”.

En estas legislaciones, Foucault miraba hacia el futuro: “Vamos a tener una sociedad de peligros, con, por un lado, los que están en peligro y, por el otro, los que son peligrosos. Y la sexualidad ya no será una especie de comportamiento delimitado por prohibiciones precisas, sino una especie de peligro errante, una especie de fantasma omnipresente, un fantasma que se jugará entre hombres y mujeres, niños y adultos, y posiblemente entre los mismos adultos, etc. La sexualidad se convertirá en una amenaza en todas las relaciones sociales, en todas las relaciones entre miembros de diferentes grupos de edad, en todas las relaciones entre individuos”.

Acusaciones a Foucault

Todo este gran episodio parece volver al presente y resignificarse ante las nuevas acusaciones a Michel Foucault. Según Guy Sorman describió en su nuevo libro, Mi diccionario de mierda, el filósofo habría tenido relaciones sexuales con niños árabes mientras vivía en Túnez a fines de la década del sesenta. “Hubo muchos testigos, pero nadie hizo historias así en ese momento. Foucault es como un dios en Francia”, dijo en una entrevista con el diario británico The Sunday Times.

Sorman escribió en un pasaje de su libro que había visitado a Foucault con un grupo de amigos en un viaje de vacaciones de Semana Santa al pueblo de Sidi Bou Said, cerca de Túnez, donde vivía el filósofo en 1969. Y allí “los niños pequeños corrían detrás de Foucault diciendo ‘¿y yo? Llévame, llévame’ Tenían ocho, nueve, diez años, les tiraba dinero y les decía: ‘Nos vemos a las 10 de la noche en el lugar habitual’”.

De acuerdo con su versión, el lugar era el cementerio local: “Allí hacía el amor en las lápidas con los muchachos. Ni siquiera se ha planteado la cuestión del consentimiento”. El autor, además, lamentó no haber realizado la denuncia en aquella época, en la policía o la prensa, aunque aseguró que no era el único en estar al tanto de este comportamiento y que al filósofo se lo protegía por su estatus bajo una mirada colonialista.

Esto se suma a una serie importante de acusaciones que vienen teniendo lugar en Francia, como el caso del politólogo Olivier Duhamel. En el libro La familia grandeCamille Kouchner lo denuncia de haber agredido sexualmente a su hermano mellizo cuando era adolescente y también acusa a su círculo (escritores y artistas de izquierda) de encubrirlo. Poco a poco, los oscuros episodios de la élite intelectual salen a la luz.

Como suele ocurrir, desde que Sorman habló, Michel Foucault comenzó a ser “cancelado” en las redes sociales. No solo repudiaron estos posibles actos miles de lectores, también muchos aseguraron que jamás volverían a comprar sus libros.

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Los filósofos de la pederastia

Por LUIS CHRISTIAN RIVAS SALAZAR

Los Tiempos, 28 NOV 2018

Entre 1977 y 1979, el mundo conoció el caso Versalles, un proceso penal que involucraba a tres sujetos que habían tenido relaciones sexuales con niños y niñas menores de 15 años, estos hechos indujeron a debatir la edad de consentimiento sexual en el parlamento para relajar el Código Penal, se presentaron cartas con argumentos en favor de las relaciones consentidas entre adultos y menores, argumentaban: “Los inculpados corren el riesgo de ser condenados a una grave pena de reclusión criminal, ya sea por haber tenido relaciones sexuales con menores, niños y niñas, ya sea por haber favorecido y fotografiado sus juegos sexuales… Consideramos que aquí hay una desproporción manifiesta de una parte entre la calificación del ‘crimen’ que justifica una severidad tal y la naturaleza de los hechos reprochados”, suscribieron estas ideas: Louis Aragon, Roland Barthes, Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, André Glucksmann, Jean-François Lyotard; se unieron: Gilles Deleuze, Felix Guattari, Michel Foucault, Louis Althusser, Jacques Derrida, entre otros, estos solicitaron la despenalización por medio de las páginas de ====Le Monde y de L’Express. Y Libération=====, que fue fundado por Sartre, en mayo de 1977 informaba la creación del Frente de Liberación de los Pedófilos (FLIP), quienes manifestaron que combatían la “injusticia” de las leyes penales represoras, proponían reflexionar sobre el rol de la familia y la escuela, convocaban para unirse a la lucha de los niños por sus derechos sexuales, querían desarrollar la cultura de la pederastia como modo de vida nueva y declarar la solidaridad con los pedófilos encarcelados y las víctimas de la psiquiatría oficial.

No nos extraña el apoyo de Beauvoir, porque en 1959 presentó su ensayo: “Brigitte Bardot y el síndrome de Lolita”, donde se muestra fascinada con el aspecto infantil de la actriz, además, se conoce que la maoísta proveía de jóvenes estudiantes al viejo macho alfa existencialista Sartre, ambos se aprovechaban de las fanáticas bajo las banderas de la liberación sexual. Ahora Beauvoir es la heroína de las feministas antipatriarcales.

Como vemos, estos pensadores trataron de pasar sus bajos instintos por revolución sexual liberadora, liberadora de todo orden impuesto naturalmente para romper los vínculos familiares, Beauvoir se lleva el título por presentar a la mujer como oprimida no sólo del varón sino también de su hijo, mujer esclava de la maternidad, y con un niño en el vientre lo mejor es abortar ese parásito, este es el marxismo vulgar de oprimidos contra opresores.

Entonces, según estos apologistas, los niños también deben derrocar la autoridad del padre de familia, sublevarse, cercenarse, hormonizarse y disponer de su sexo para gozo de pedófilos; se les debe enseñar desde temprana edad a masturbarse y tocarse entre sí, sin duda, la liberación va más allá del acuerdo heterosexual, que es parte del sistema patriarcal anacrónico, la revolución sexual pasa por la diversidad sexual, romper toda tradición sexual sin reparos morales ni biológicos, por eso dentro de los manuales para los niños debe estar inserto las maravillas del sexo anal.

Los bolcheviques culturales no pueden hacer nada sin la fuerza del Estado, para eso solicitan leyes de intervención que liberen a los niños de la potestad paterna, hijos que acusan a sus padres, donde el padre es sólo un cajero que provee de dinero, pero su palabra no importa, al final, los abuelos se hacen cargo del producto del embarazo, ¿Pero, cuál es el interés del marxismo cultural?, simplemente destruir el capitalismo y todo lo que le sostiene, empezando por la familia, guardiana de la propiedad privada, tradición y herencia.

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Beauvoir y Sartre: ¿feministas o pedófilos?

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El abismo del abuso sexual en la Iglesia católica francesa

Un amplio informe sobre los abusos sexuales cometidos en la Iglesia católica francesa muestra las dimensiones del problema: 216.000 menores habrían sido abusados desde 1950. Expertos exigen reformas de fondo.

DW

Ecclesia pedophiles

 

Las cerca de 200 páginas del reporte de las víctimas describen una pesadilla tras otra. «El sacerdote me llevó a su pieza y la cerró”, escribe una víctima, cuyo nombre se mantiene en reserva. «Me besó en la boca, con la lengua. Fue repugnante. Me acarició. Yo quedé como petrificado. Me enseñó actos y palabras que no conocía: masturbación, felación. Me dije que debía respetarlo, porque era un sacerdote. Y mis padres lo apreciaban tanto”.

Durante dos años, miles de víctimas contaron su historia traumática a la llamada Comisión Ciase. Esta estima que cerca de 330.000 menores fueron objeto de violencia sexual en la Iglesia entre 1950 y 2020. En 216.000 casos, los abusadores fueron sacerdotes. En otros miles de casos, fueron laicos.

En el informe, de unas 2.500 páginas, la comisión plantea 45 recomendaciones para evitar que algo así vuelva a suceder.

Católicos bajo sospecha

La Comisión Ciase se creó en 2018 a instancias de las máximas organizaciones de la Iglesia católica francesa. La tarea de fundarla fue encomendada a Jean-Marc Sauvé, ex vicepresidente de la Corte Suprema gala.

«Desde 2000 procedemos activamente contra el abuso sexual en nuestra Iglesia, pero no ha sido suficiente”, indica Olivier Leborgne, arzobispo de Arras y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Francia (CEF).

El arzobispo Olivier Leborgne.

Agrega que, a diferencia de lo ocurrido en otros países, como Alemania, esta comisión fue completamente independiente de la Iglesia: «Era tal la sospecha que pendía sobre nosotros, los católicos, que nuestra futura credibilidad dependía de la autonomía de esta labor”.

Plena independencia

También el abogado Jean-Marie Burguburu, presidente de la Comisión estatal de Derechos Humanos y miembro de la Comisión Ciase, confirma la total independencia con que trabajó el grupo. Entre los 22 integrantes figuran también sociólogos, psicólogos, historiadores y antropólogos. No participaron delegados de la Iglesia, para evitar conflictos de intereses. Tampoco se incluyó a víctimas de abusos.

Marie-Jo Thiel, directora del Centro Europeo de Estudios Éticos de la Universidad de Estrasburgo, subraya que todos los sectores valoran la integridad de Sauvé. Indica igualmente que la independencia de la comisión se funda en el sistema francés de estricta separación de la Iglesia y el Estado.

A esa independencia se debe seguramente que el resultado de la investigación haya causado tanta sorpresa. «Nadie había contado con que el abuso estuviera tan extendido en nuestra Iglesia”, dice el arzobispo Leborgne.

Problema «sistémico”

El informe habla de un problema «sistémico”. Durante largo tiempo se trató a las víctimas con indiferencia e incluso crueldad. Muchas cosas se ocultaron y negaron. Solo a partir del año 2000 -o más bien desde 2016- se tomaron medidas para evitar tales abusos y ocuparse de esos casos, pero de manera insuficiente.

Los expertos de la comisión critican la estructura de poder fuertemente centralizada existente en la Iglesia católica. Plantean la necesidad de reformar la educación de los seminaristas y de que los postulantes sean sometidos a un examen psicológico.  Además, consideran que hay que poner en discusión el celibato y que el derecho canónico debe reformarse. Estiman adicionalmente que el secreto de confesión no debe tener validez cuando alguien confiesa abusos sexuales.

Igualmente sostienen que los casos de abuso sexual deben ser investigados y se debe indemnizar individualmente a las víctimas, con recursos de a Iglesia y de los victimarios. Estos últimos serían cerca de 3.000 personas, las cuales, sin embargo, en su mayoría ya no viven.

Primeras reacciones

Para el monje franciscano Michel Laloux, el informe pone en tela de juicio el clericalismo, es decir, la influencia de la Iglesia. «Nuestra estructura debe volverse más democrática y necesitamos más mujeres en funciones directivas”, dice. Coincide en que hay que acompañar e indemnizar a las víctimas, pero no cree que la abolición del celibato resolvería el problema.

 

Michel Laloux, franciscano.

 

También el arzobispo Leborgne piensa que la Iglesia necesita una reforma profunda. Pero, a su juicio, no tiene sentido poner en duda el secreto de confesión. «Eso solo llevaría a que la gente ya no nos cuente nada, de manera que ya ni siquiera tendríamos la oportunidad de convencerlos de presentarse ante la Policía”, opina.

No obstante, el abogado Burguburu, un creyente católico, cree que, a la larga, la Iglesia acogerá muchas de las propuestas. «Naturalmente, eso no sucede de la noche a la mañana, Tardará meses o años”, dice, pero está convencido de que las cosas mejorarán.

(er/ms)

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Casos de abuso sexual infantil cometidos por miembros de la Iglesia católica

Wikipedia

 

Los casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero de la Iglesia católica hacen referencia a una serie de condenas, juicios e investigaciones sobre casos y crímenes de abuso sexual infantil cometidos por sacerdotes y miembros del clero católico en contra de menores de edad, que van desde los 3 años, e involucran, en la mayoría de los casos, a niños y adolescentes de entre 11 y 14 años de edad.​ Estos crímenes pueden incluir sexo anal y/o penetración oral. Los casos han sido documentados y denunciados ante las autoridades civiles de varios países, resultando en la persecución de los pederastas y demandas civiles contra las diócesis de la Iglesia católica. Muchos de los casos salen a la luz pública varias décadas después de los hechos. Las demandas ante las autoridades han sido hechas también contra la jerarquía católica, quien en muchas ocasiones obstaculiza las investigaciones, además de no reportar y de hecho encubrir a los sacerdotes pederastas, trasladándolos de las parroquias para evitar su detención y juicio.

A partir de la segunda mitad del siglo xx se ha incrementado el número de denuncias por abuso sexual infantil en todas sus variedades por parte de religiosos católicos. En los últimos años, han cobrado relevancia los casos de Irlanda, Estados Unidos, Alemania y Chile,​ donde las autoridades locales han encontrado culpables a sacerdotes de cientos de acusaciones de pedofilia. ​El escándalo ha alcanzado a congregaciones como la Legión de Cristo;​ ocasionó la renuncia de los obispos irlandeses de Cloyne, John Magee, y de la diócesis de Kildare y Leighlin, James Moriarty, quienes reconocieron haber sido negligentes ante las denuncias de pedofilia por sacerdotes en sus diócesis; y ha llevado a la cárcel a varios sacerdotes católicos. En abril de 2010, Roger Joseph Vangheluwe dimitió como obispo de Brujas por haber abusado sexualmente de un joven cuando era sacerdote y al comienzo de su episcopado. ​Organizaciones de víctimas de pedofilia han señalado que los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco I​ tienen algún grado de responsabilidad al haber encubierto abusos, o bien omitido las denuncias.

La Santa Sede, por la voz de Benedicto XVI, ha condenado la pedofilia y reconocido los casos que han llevado al escándalo por esta causa en los últimos años de la primera década del siglo xxi. A través de un comunicado dirigido a los católicos de Irlanda, el máximo jerarca católico ha reconocido la actuación «insuficiente» de la Santa Sede en los casos de pedofilia denunciados y reconoció que se trataba de actos criminales que dañaron a las víctimas y han dañado la imagen de la Iglesia en el mundo; actos por los cuales los sacerdotes «deberán responder —dijo el papa— ante Dios y los tribunales debidamente constituidos».

El papa Benedicto XVI ha reconocido públicamente los casos de pedofilia cometidos por sacerdotes, ha pedido perdón a las víctimas y sostenido que los culpables deben responder ante los tribunales. Así mismo, el papa Francisco publicó una carta dirigida «al Pueblo de Dios» el 20 de agosto de 2018 en la que condena los abusos sexuales cometidos por los sacerdotes. El director de la Oficina de prensa de la Santa Sede indicaba que el papa Francisco dice que se necesita urgentemente que los culpables rindan cuentas, no solo los que cometieron esos crímenes, sino también aquellos que los cubrieron. Lo cual en muchos casos incluye a los obispos. Además de hacer un llamamiento a toda la Iglesia Católica para que se adopten las medidas de protección necesarias en todas las instituciones; y, así mismo, que el texto del papa «es para Irlanda, para Estados Unidos, es para Chile, pero también para el resto de fieles que conforman el pueblo de Dios.»​

Sin embargo, a juicio de las organizaciones de sobrevivientes de abuso eclesiástico no se han producido avances significativos en el encubrimiento de estos crímenes, desde la curia vaticana y el propio papa Francisco.

 

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Alemania: el informe que revela los abusos sexuales a miles de niños por parte de curas católicos en el país europeo

BBC News Mundo

13 SEPT 2018

Un nuevo informe revela que clérigos de la Iglesia católica en Alemania abusaron de miles de niños durante un periodo de casi 70 años.

Australia, Chile, Estados Unidos y, de nuevo, Alemania.

La Iglesia católica sigue acumulando escándalos de abusos sexuales.

Un nuevo informe, publicado de forma parcial este miércoles por el semanario alemán Der Spiegel, señala que más de 3.600 niños de Alemania fueron abusados por curas entre 1946 y 2014.

La investigación fue encargada por la Conferencia Episcopal alemana e iba a ser publicada el próximo 25 de septiembre, pero el prestigioso semanario adelantó su contenido en su edición digital.

Un portavoz de la Iglesia católica en el país manifestó que la institución está «consternada y avergonzada«.

Se trata de la última de una larga lista de revelaciones sobre décadas de abusos sexuales cometidos por clérigos de la Iglesia católica alrededor del mundo y encubiertos de forma sistemática.

El último de estos escándalos se destapó en Estados Unidos y llevó al Papa a publicar una carta dirigida a la comunidad católica mundial pidiendo perdón.

68 años de abusos y ninguna alerta

Según la información de Der Spiegel, alrededor de 1.670 miembros de la iglesia en Alemania perpetraron algún tipo de ataque sexual a 3.677 menores durante un período de 68 años.

Solo un 38% de los supuestos perpetradores fueron procesados y la mayoría se enfrentaron a procedimientos disciplinarios menores, según el medio alemán.

Aproximadamente la mitad de las víctimas de esos abusos eran menores de 13 años y en uno de cada seis casos se trató de «alguna forma de violación«, cita la publicación.

El estudio desvela además un sistema de encubrimiento de los abusos.

 
El Papa Francisco convocó a los obispos a una reunión el próximo mes de febrero para hablar de medidas para proteger a los niños.
 

Según el informe, los supuestos abusadores fueron trasladados a nuevas comunidades, donde no se emitió ninguna alerta sobre sus acciones.

El informe fue realizado por tres universidades alemanas, a partir de 38.000 documentos de 27 diócesis del país. Sus autores consideran que la verdadera magnitud de los abusos es más grande, ya que algunas pruebas de lo ocurrido fueron «destruidas o manipulados».

La Conferencia Episcopal alemana encargó ese estudio a las universidades a raíz del escándalo de los abusos sexuales que sacudió a la Iglesia católica alemana en 2010, que generó una crisis de credibilidad para el catolicismo alemán, informa la agencia EFE.

«Lado oscuro«

El obispo Stephan Ackermann, coordinador de la Conferencia Episcopal para la investigación de abusos sexuales, lamentó que el contenido del estudio se hubiera publicado antes de lo previsto.

No obstante, señaló: «Conocemos la magnitud del abuso sexual que ha quedado demostrado por este estudio. Estamos consternados y avergonzados».

 

La Iglesia católica de Alemania ya se vio envuelta en un escándalo de abusos en 2010.

 

El portavoz explicó que el objetivo del informe era arrojar luz sobre «este lado oscuro de nuestra Iglesia, en beneficio de los afectados, pero también para que nosotros veamos los errores y hagamos todo para prevenir que esto se vuelva a repetir».

Ackermann señaló que el informe había sido filtrado a la prensa incluso antes de que la Iglesia lo hubiera visto. Según explicó, la institución planeaba proveer un servicio de asesoría telefónica para los afectados.

El Vaticano no respondió de manera inmediata a la publicación de Der Spiegel.

Sin embargo, este miércoles el papa Francisco convocó a los obispos al Vaticano para febrero del año próximo para discutir cómo proteger a los niños.

 

El Papa convocó una reunión para proteger a los niños en febrero del año próximo.

 

En los últimos años, se han producido múltiples acusaciones de abusos sexuales alrededor del mundo contra miembros de la Iglesia católica, así como denuncias sobre el encubrimiento llevado a cabo por líderes de esta institución.

El propio Papa se vio envuelto en el escándalo el mes pasado, después de que un exdiplomático del Vaticano le acusara de ignorar las acusaciones contra un cardenal en Estados Unidos durante cinco años.

Los defensores del Pontífice, que durante su mandato ha creado una comisión para la protección de los menores, cuestionan la credibilidad de esa acusación, a la que el Papa se ha negado a responder directamente.

En agosto, Francisco condenó las «atrocidades» de abusos sexuales a menores en una misiva dirigida a la comunidad católicoromana.

«Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables. Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos», señaló en la carta.

Su carta se publicó después de que un gran jurado de Estados Unidos documentara siete décadas de abusos sexuales en el estado de Pensilvania.

La investigación identificó a más de 1.000 menores que fueron abusados o violados por parte de 300 supuestos «sacerdotes depredadores» desde 1940 y concluyó que se había producido un encubrimiento sistemático de esos ataques.

 

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Histórica condena por pederastia a la Iglesia colombiana

Se trata de la primera sentencia por pederastia en el seno de la Iglesia Católica en el país sudamericano.

DW

 

La sentencia, que medios locales califican de «histórica», señala que la Diócesis de Líbano-Honda, en el departamento de Tolima, tiene responsabilidad en el abuso de dos hermanos de 7 y 8 años por parte de un clérigo de una de sus iglesias. Los hechos se produjeron en 2007, cuando una pareja de campesinos, debido a su situación de pobreza, solicitó ayuda espiritual y económica al sacerdote Luis Enrique Duque para dos de sus seis hijos.

«El aludido clérigo, aprovechándose de su actividad pastoral y sacerdotal (…) y de la inmadurez sicológica de los menores, los sometió y accedió carnalmente, causándoles graves lesiones físicas en sus partes íntimas e intensos traumas psicológicos», dice la sentencia. El sacerdote fue condenado a más de 18 años de cárcel en 2008, pero por un recurso de apelación quedó libre y posteriormente fue enviado a cumplir misiones sacerdotales a la ciudad de Ibagué.

Sin posibilidad de recurso

De acuerdo con la sentencia, la Iglesia como institución tiene la obligación legal de reparar los daños que un clérigo causa a sus feligreses en razón o con ocasión del desempeño de su misión pastoral. La Corte sostiene que «no existen clérigos que se administren solos o estén por fuera de la autoridad de una iglesia particular, es decir, de una diócesis u otra circunscripción eclesiástica que le sea asimilable», y en consecuencia obliga a pagar a la institución 800 millones de pesos (unos 277.000 dólares).

La multa se hará efectiva a las víctimas, a quienes la Diócesis «hasta el último momento ha negado el derecho al resarcimiento de su dignidad e integridad personal y moral, muy a pesar de la contundencia y gravedad del perjuicio ocasionado, y contrario a las enseñanzas y valores que pregona esa organización religiosa», sostiene la sentencia. Sobre este fallo no cabe recurso.

MS (dpa/efe)

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El Vaticano estudia las denuncias de abusos en la Iglesia española tras recibir un informe con 251 nuevos casos

El corresponsal del rotativo ‘El País’ entregó el informe a un colaborador del Papa durante el viaje de Francisco a Chipre

El Papa Francisco durante su último viaje internacional, hablando con los periodistas en el avión – Efe

El Vaticano confirma que la Congregación para la Doctrina de la Fe está estudiando la recopilación de denuncias de abusos y violencia cometidos por sacerdotes y religiosos que le hizo llegar el periódico ‘El País’.

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, explica que el Papa ha solicitado que se proceda «conforme a la legislación canónica vigente, convenientemente actualizada en los últimos años», que exige que se investiguen todos los casos que salgan a la luz. Recuerda además que «el Santo Padre siempre ha reiterado su preocupación y su cercanía a las víctimas de abusos, con palabras, con la oración y con muchos gestos».

Precisamente este sábado 24 obispos españoles concluyeron su visita ‘ad limina’ en Roma. Se trata de la semana de reuniones periódicas que cada prelado mantiene con la Curia vaticana para informar de la situación de su diócesis y que incluye una reunión con el Papa.

El informe llegó al Vaticano a través del avión papal. Durante el saludo de Francisco a los periodistas el pasado 2 de diciembre cuando viajaba a Chipre, Daniel Verdú, corresponsal de ‘El País’ en Italia, entregó al portavoz del Papa una recopilación de casos.

El documentado informe de ‘El País’, para el que no han aceptado denuncias anónimas, recoge 251 historias de abusos y malos tratos cometidos por sacerdotes y religiosos en España entre 1943 y 2018. Ya en el pasado habían recogido otros 351 casos.

En el avión el Papa no hizo ningún comentario sobre este informe, pero no ha querido tampoco taparse los ojos y pocos días después de regresar a Roma decidió enviarlo al organismo del Vaticano que se ocupa de combatir los abusos, la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Con esta decisión, Francisco aplica a la letra las disposiciones que él mismo ha dado para erradicar los abusos en la Iglesia católica. Las medidas se detallan en el manual del Vaticano que los obispos y los superiores de instituciones religiosas tienen desde julio de 2020 « sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos».

Éste libro de instrucciones deja claro a los obispos que deben investigar todos los casos que salgan a la luz, incluso las denuncias anónimas o las que aparezcan en los medios de comunicación o redes sociales, sin lavarse las manos con la excusa de que las víctimas no han presentado denuncia formal.

Ahora la Congregación para la Doctrina de la Fe puede decidir afrontar directamente la investigación de cada caso, o ordenar al obispo de la diócesis donde se produjo el abuso que abra una «investigación previa».

Cada diócesis española tiene actualmente una oficina para recoger denuncias de abusos, tal y como solicitó Francisco a todos los obispos del mundo en mayo de 2019 con la carta apostólica ‘Vos estis lux mundi’.

Sin embargo, otras conferencias episcopales, como la de EE.UU., Francia y recientemente Portugal y Suiza han optado además por solicitar también investigaciones independientes estadísticas para aclarar la extensión del drama en su territorio, tomar medidas y pedir perdón.

La idea es no limitarse a actuar sólo cuando hay denuncias, pues muchas personas que han sufrido violencia o abusos no quieren que se sepa para evitar el mal trago a sus familias o un proceso en el que se revive lo ocurrido.

Pero en noviembre, tras la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), su secretario general y portavoz , Luis Argüello, explicó que la política de la Iglesia en España es por ahora evitar «una investigación de carácter sociológico o estadístico», para dedicar las energías a «la vía del conocimiento personalizado, rostro a rostro y cara a cara» de las víctimas en las oficinas que hay en cada diócesis para recibir las denuncias, y ayudar a quien lo solicite en este ámbito.

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, explica que el Papa ha solicitado que se proceda «conforme a la legislación canónica vigente, convenientemente actualizada en los últimos años», que exige que se investiguen todos los casos que salgan a la luz. Bruni recuerda, además, que «el Santo Padre siempre ha reiterado su preocupación y su cercanía a las víctimas de abusos, con palabras, con la oración y con muchos gestos».

Precisamente ayer un grupo de 24 obispos españoles concluyó su visita ‘ad limina’ en Roma. Se trata de la semana de reuniones periódicas que cada prelado mantiene con la Curia vaticana para informar de la situación de su diócesis y que incluye una reunión con el Papa.

Tras su encuentro de dos horas con Francisco a puerta cerrada, el arzobispo de Santiago Julián Barrio aseguró que no habían abordado la cuestión de los abusos. «Este tema se trató en el encuentro con la Congregación para la Doctrina de la Fe», explicó sin dar más datos.

El informe llegó al Vaticano a través del avión papal. Durante el saludo de Francisco a los periodistas cuando el pasado 2 de diciembre viajaba a Chipre, Daniel Verdú, corresponsal de El País en Italia, entregó al portavoz del Papa el informe completo.

El documentado informe de ‘El País’, para el que no han aceptado denuncias anónimas, recoge 251 casos de abusos y malos tratos cometidos por sacerdotes y religiosos en España entre 1943 y 2018. Ya en el pasado habían recogido otros 351 casos.

En el avión el Papa no hizo ningún comentario, pero no ha querido tampoco taparse los ojos y cuando llegó a Roma decidió enviarlo al organismo del Vaticano que se ocupa de combatir los abusos, la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Francisco aplica a la letra las disposiciones de la Iglesia católica para erradicar los abusos en su entorno. Desde julio de 2020 los obispos y los superiores de instituciones religiosas tienen un manual «sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos».

Éste deja claro que deben investigarse todos los casos que salgan a la luz, incluso las denuncias anónimas o las que aparezcan en los medios de comunicación o redes sociales, sin lavarse las manos con la excusa de que las víctimas no han presentado denuncia formal.

Ahora la Congregación para la Doctrina de la Fe puede afrontar directamente la investigación de cada caso, o ordenar al obispo de la diócesis donde se produjo el abuso que abra una «investigación previa». Cada diócesis española tiene una oficina para recoger denuncias de abusos, tal y como solicitó Francisco a todos los obispos del mundo en mayo de 2019 con la carta apostólica ‘Vos estis lux mundi’.

Sin embargo, otras conferencias episcopales, como la de EE.UU., Francia y recientemente Portugal y Suiza han optado además por lanzar investigaciones independientes estadísticas para aclarar la extensión del drama en su territorio, tomar medidas y pedir perdón.

La idea es no limitarse a actuar sólo cuando hay denuncias, pues muchas personas que han sufrido violencia o abusos no quieren que se sepa para evitar el mal trago de un proceso en el que se revive lo ocurrido.

Pero en noviembre, tras la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), su secretario general y portavoz, Luis Argüello, explicó que la política de la Iglesia en España es por ahora evitar «una investigación de carácter sociológico o estadístico», para dedicar las energías a «la vía del conocimiento personalizado, rostro a rostro y cara a cara» de las víctimas en las oficinas que hay en cada diócesis para recibir las denuncias, y ayudar a quien lo solicite en este ámbito.

 

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Informe confirma más de 216.000 menores víctimas de abusos sexuales en la Iglesia católica francesa

El número se eleva a 330.000 si se tienen en cuenta a los laicos vinculados a instituciones de la Iglesia católica, reveló una comisión de expertos sobre los abusos por parte de clérigos en Francia entre 1950 y 2020.

DW

 

Unos 216.000 menores sufrieron abusos sexuales por parte de curas y otros clérigos en Francia desde 1950 y hasta 2020, según un informe revelado este martes (05.10.2021) de la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase por sus siglas en francés) creada por la Conferencia Episcopal francesa para analizar dicha situación.

Si se suman los abusos provocados por laicos que han trabajado en instituciones religiosas, catequesis o centros educativos católicos, el número se eleva a los 330.000, agregó el presidente de esa comisión, Jean-Marc Sauvé.

 

Jean-Marc Sauvé, presidente de la Ciase

 

Los abusos tuvieron un «carácter sistémico» y la Iglesia católica francesa matuvo una «cruel indiferencia» con las víctimas, según la comisión investigadora.

El histórico informe, publicado tras dos años y medio de investigaciones, se produce después de la indignación generalizada por una serie de denuncias de pederastia y juicios contra funcionarios de la Iglesia en todo el mundo.

Sus conclusiones muestran que la iglesia es el tercer lugar donde más abusos sexuales sobre menores se producen en Francia, por detrás de la familia o los círculos de amigos.

Episcopado pide perdón

Al margen, el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, monseñor Éric de Moulins-Beaufort, pidió «perdón» a los menores víctimas de agresiones sexuales en la Iglesia católica francesa, tras la publicación del informe de la Ciase.

«Mi deseo en el día de hoy es de pedirles perdón», aseguró De Moulins-Beaufort, durante la presentación del informe tras expresar su «vergüenza» y su «determinación a actuar» con las víctimas.

ee (efe/afp/ap/reuters)

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INFANCIAS ROTAS

El Síndic acusa a la Iglesia de tener una estructura que favorece las abusos sexuales a menores

Escasa respuesta de las congregaciones religiosas a las peticiones de reparación para las víctimas

Por CRISTINA SEN

 
Sólo aflora un 10% de los casos de abuso sexual a menores nixki / Getty

 

“En algunos viajes que organizaba dormía cada noche con un niño”. “Hubiese preferido morirme a los siete años”.

“No tengo amigos y vivo solo”. “Mi padre se suicidó poco después de saber lo que le había pasado a mi hermano”.

Son algunos testimonios que recoge el Informe sobre la prevención y reparación de los abusos sexuales infantiles por parte de la Iglesia Católica, que ha presentado el síndic Rafael Ribó en el Parlament. Personas que han acudido a la comisión que creó el Síndic de Greuges de Catalunya en el 2019 con el objetivo de crear este procedimiento de prevención y reparación y que han explicado sus duras vivencias o las de sus familiares cercanos.

 

“Hubiese preferido morirme a los siete años”, relata una víctima en la comisión del Síndic

Pero tanto el síndic como los tres profesionales que forman parte de la comisión, -la doctora Olga Casado, la profesora de Victimología de la Universidad de Barcelona, Noemí Pereda, y el Catedrátrico de Derecho Penal, Josep Maria Tamarit– no consideran que la respuesta de las congregaciones y los obispados haya sido suficiente. La comisión, después de realizar la valoración de cada compareciente, se había dirigido al representante del obispado o de la orden religiosa correspondiente pidiendo una expresión de reparación hacia la víctima.

Los abusos cometidos hacia los menores, ha señalado Pereda, no son hechos individuales y aislados sino que parten de “una estructura, una organización que favorece la oportunidad de cometerlos”. Fueron abusos reiterados cometidos durante mucho tiempo. Las personas que han acudido a la comisión del Síndic –no se quiso especificar cuántas han sido- son hombres que sufrieron las agresiones durante las décadas de los 60 y los 70. También se han constatado dos casos correspondientes a los años 90. El informe estima que el porcentaje de denuncias nunca llega al 10% de lo que ha pasado en realidad.

Las agresiones que se relatan fueron cometidas durante los años 60 y 70, y dos en los 90

Los testimonios de los abusos recogidos por esta comisión y que se consideran que tienen indicios más que suficientes de que sucedieron, según estos relatos, tuvieron lugar en la Compañía de Jesús (Jesuitas), la Abadía de MontserratEscola PiaClaretianosLa SalleHijos de la Sagrada Familia y en las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul. En este contexto, el síndic ha indicado que se puede decir “de forma prudente que la jerarquía eclesiástica española y catalana no asume las recomendaciones” para llevar a cabo los procesos de prevención y reparación.

Ribó pide que el Parlament cree una comisión de investigación de los casos de abuso sexual de la Iglesia

Por ello, tanto en la rueda de prensa como en el informe se pide que el Parlament cree una comisión de investigación de los casos de abuso sexual y maltrato en la Iglesia católica que permita una reparación de las víctimas de los casos prescritos. El informe relata que en general la respuesta de las congregaciones religiosas a la comisión ha sido lenta e insuficiente.

De todas maneras, destaca que en los casos de Jesuitas, La Salle y Escola Pia se han podido realizar reuniones. Y esta última congregación ha formulado una propuesta de reparación moral y económica para una de las personas denunciantes.

La mayoría de víctimas arrastran graves daños psicológicos durante toda la vida. “Me he sentido mal toda la vida, con ganas de morirme”, explica uno de los declarantes. En las entrevistas también se ha podido constatar que “diversas víctimas relataban que ha sufrido ideación suicida y en algunos casos intentos repetidos”. La profesora Pereda ha indicado que una vez se ha roto el silencio de las víctimas y se han conocido los abusos, la Iglesia no ha respondido dando apoyo sino negando los hechos y generando desconfianza.

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Polonia: Iglesia católica recibe 368 demandas por abusos

DW

 

La Iglesia católica de Polonia desveló este lunes (28.06.2021) que desde 2018 ha recibido más de 350 nuevas demandas relativas a presuntos abusos sexuales a menores cometidos por clérigos.

El informe sale a la luz en un momento complicado para la influyente iglesia polaca por una serie de notables escándalos de abusos y encubrimientos, una cuestión tabú hasta hace poco en este devoto país.

«Lo que es sorprendente (…) es el hecho de que haya habido una ola de revelaciones desde el último informe», dijo Adam Zak, un cura jesuita y coordinador de la protección del menor en el obispado polaco. «Con certeza, todavía hay muchos casos escondidos que probablemente continuarán saliendo», dijo en una presentación en línea de estos datos.

Desde julio de 2018 hasta finales de 2020, la Iglesia polaca recibió denuncias de 368 casos de abusos sexuales, cometidos desde 1958 hasta el último año. La mitad de las víctimas eran menores de 15 años, la edad de consentimiento en Polonia.

Un 39 por ciento de las acusaciones estaban sustanciadas, un 51 por ciento están bajo investigación todavía y un 10 por ciento fueron rechazadas por no ser creíbles, según la institución. Adam Zak aseguró que el número de casos recientes «no era en absoluto pequeño».

Este informe es la continuación de otro que notificó casi 400 casos de abusos de menores en el clero de Polonia entre 1990 y 2018. En años recientes han estallado una larga serie de escándalos de abuso sexual en el seno de la Iglesia polaca, especialmente tras la emisión de un documental viral en 2019 llamado «No lo digas a nadie».

El Vaticano ha sancionado en el último año a cuatro obispos polacos y ha anunciado la resignación de otros dos por encubrir casos de pedofilia. También aceptó la renuncia de un arzobispo acusado de acosar a otros curas y mirar hacia otro lado ante casos de abusos y está investigando a un influyente ayudante del papa polaco Juan Pablo II, el cardenal Stanislaw Dziwisz, por acusaciones similares. (AFP)

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Los obispos descartan una «investigación estadística» de los abusos sexuales en la Iglesia española

Afirman que el camino por el que han apostado es el de la atención a las víctimas

Por Laura Daniele

ABC

El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Luis Argüello, aseguró este viernes que los obispos «no están por la labor de hacer investigaciones de carácter sociológico o estadístico» sobre los casos de abusos sexuales a menores producidos en el seno de la Iglesia en España. Durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Asamblea Plenaria, el también obispo auxiliar de Valladolid explicó que «el camino por el que se ha apostado es el de atender a las víctimas concretas».

«Es la vía por la que hemos apostado: el conocimiento personalizado, rostro a rostro y cara a cara», insistió monseñor Argüello, al referirse a las oficinas creadas por las diócesis para recibir las denuncias y acoger a las víctimas, tal como indica el Papa Francisco en su documento ‘Vos estis lux mundi’.

A diferencia de la española, las conferencias episcopales de Alemania, Francia y Holanda ya han presentado informes retrospectivos sobre los abusos cometidos en el seno de esas iglesias. Estados Unidos fue la primera en hacerlo en el año 2002 y la Conferencia Episcopal portuguesa anunció la semana pasada la creación de una comisión independiente de investigación que abordará los abusos entre el clero luso en el último medio siglo.

Pese a todas las limitaciones que ofrecen los estudios estadísticos, las víctimas de abusos llevan tiempo reivindicando a la Iglesia una revisión histórica de lo sucedido en España desde la década de los 60. Así se lo trasladó personalmente el presidente de Infancia Robada, Juan Cuatrecasas, al cardenal Ricardo Blázquez, en marzo de 2019 cuando el arzobispo de Valladolid estaba al frente de la CEE.

Sin embargo, este ejercicio de revisión ha tenido en España, en general, poco eco. Una de las pocas en dar el paso ha sido la Compañía de Jesús. Monseñor Argüello explicó este viernes que «España no es un país centralizado, y la Iglesia tampoco lo es», por lo que las investigaciones de los casos lo están haciendo de «forma activa en cada una de las diócesis».

Monseñor Argüello también explico que, según «los propios informes de la Fiscalía General, la Fundación Anar e investigaciones que realizan otras organizaciones, los denuncias por abusos perpetrados por personas vinculadas a la Iglesia representan el 0,8 por ciento». El portavoz se preguntó por qué «el foco solo está en la Iglesia católica», cuando el problema afecta a toda la sociedad y, en el caso de la Iglesia esta «ha dado muestras de acogida a las víctimas y ha puesto en marcha protocolos de prevención».

«¿Se ha pedido investigación a la FIFA?»

«Hay casos en federaciones deportivas, ¿se ha pedido una investigación general al Comité Olímpico o la FIFA o a la federación deportiva de turno?», se preguntó el portavoz de los obispos, quien admitió que pese a que el tema de los abusos se ha abordado «de Plenaria en Plenaria», no se ha escuchado a las víctimas. «Las hemos escuchado pero de forma personal», apostilló.

Según los datos facilitados a inicios de este año por la propia CEE, 220 denuncias a sacerdotes españoles por abusos sexuales se han presentado en la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 2001 hasta el 20 de abril de 2021. De los 220 procedimientos canónicos, 144 corresponden al clero secular y los otros 76 al clero regular, es decir, a sacerdotes religiosos. En total, 151 han sido resueltos, mientras que otros 69 expedientes permanecían abiertos hasta esa fecha.

Consciente del problema, el presidente de la CEE, el cardenal Juan José Omella, entonó el lunes el ‘mea culpa’ y atribuyó el retroceso de la Iglesia en la vida pública a «las inconsistencias internas» de la propia institución, de sus pastores y también de los cristianos.

En su mensaje de bienvenida de los obispos a la Asamblea Plenaria, el prelado pidió «perdón» por «las incoherencias, las divisiones y la falta de testimonio, que contribuyen, no sin escándalo, a la desafección y a la falta de confianza» de la sociedad en «la jerarquía y en la propia Iglesia».

«A pesar de nuestras infidelidades -añadió-, el Espíritu Santo continúa actuando. Con Él no tememos afrontar temas como la falta de fe y la corrupción dentro de la Iglesia que nos duelen muy de veras y pedimos perdón a Dios, a las víctimas y a la sociedad, a la par que trabajamos por su erradicación y prevención».

Sin mencionar explícitamente ningún caso de corrupción concreto, el mensaje del cardenal Omella llegaba a una reunión episcopal en la que precisamente se volvió a abordar el tema de los abusos sexuales a menores por parte del clero.

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OCHO PELÍCULAS SOBRE LOS ABUSOS SEXUALES EN LA IGLESIA CATÓLICA

«Por la gracia de Dios» (2019)

La película que Francois Ozon estrenó en la Berlinale se centra en la historia real de un grupo de víctimas de abusos sexuales, quienes crearon una asociación para romper el silencio, años después de haber sido hostigados por un sacerdote en Lyon.

Los abusos eran conocidos incluso por el Vaticano.

El cardenal Philippe Barbarin, quien intentó encubrir el caso, se encuentra sometido a juicio.

 

«En primera plana»‘ (2016)

Basada en una historia real, este drama biográfico dirigido por Tom McCarthy sigue a un equipo de reporteros del diario «The Boston Globe» que descubre una red de sacerdotes católicos que abusa sistemáticamente de niños en la ciudad.

La película obtuvo seis nominaciones al Oscar, ganando por mejor fotografía y mejor guión.

La investigación real, en tanto, ganó un Pulitzer en 2003.

 

«El Club» (2015)

Imágenes oscuras, siluetas de los actores fuera de foco: es la cinematografía del horror. El director chileno Pablo Larraín abordó el complejo tema en su película «El Club», en la que cuatro sacerdotes que viven en una casa de retiro, «purgando» sus crímenes, que incluyen el abuso de menores.

Larraín se inspiró en las historias curas de alto nivel que viven escondidos para evitar a la Justicia.

 

«Pecado» (2015)

La película alemana «Verfehlung» (Pecado), de Gerd Schneider, muestra cómo la amistad de tres sacerdotes se ve afectada por un escándalo.

Uno de ellos es acusado de abusar de adolescentes, y los otros dos reaccionan a la situación de su amigo de formas distintas.

La manera en que se enfrentan a la verdad podría impactar no solo en su relación, sino también en su carrera dentro de la iglesia.

‘Philomena’ (2013)

Con «Philomena», Stephen Frears se ocupa de otro aspecto del abuso institucional dentro de la Iglesia: las mujeres que fueron separadas de sus hijos nacidos fuera del matrimonio.

La película está basada en la historia real de Philomena Lee, cuyo hijo le fue arrebatado por las monjas de un convento donde estaba obligada a trabajar.

El niño fue vendido a una familia de millonarios estadounidenses.

 

«La mala educación» (2004)

Si bien el drama de Pedro Almodóvar «La mala educación» es una película que gira en torno a un misterioso asesinato jugando con distintos niveles de metaficción, también cuenta la historia de un joven que era abusado por un sacerdote católico en su internado.

Ignacio, el niño abusado, luego se convierte en una mujer transgénero que se enfrenta con el abusador y lo chantajea.

 

Las hermanas de la Magdalena (2002)

Los asilos de la Magdalena eran instituciones católicas que servían como reformatorios para mujeres «problema».

Este drama de 2002, dirigido por Peter Mullan, retrata a uno de estos hogares, contando la historia de cuatro jóvenes que fueron enviadas allí por sus familias y que enfrentaron la extrema crueldad y abusos por parte de las monjas.

La última de estas instituciones cerró en 1996.

La raíz del miedo (1996)

Un monaguillo de 19 años (Edward Norton, nominado al Oscar por este, su debut) es acusado de asesinar brutalmente a un influyente arzobispo católico. Un ambicioso abogado defensor (Richard Gere) toma el caso.

En el transcurso del juicio, se revela que el admirado arzobispo en realidad tenía tendencias abusivas y había obligado a los monaguillos a tener sexo con él.

Autor: Heike Mund, Elizabeth Grenier

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¿LA JUSTICIA ESPAÑOLA ENCUBRE LA PROSTITUCIÓN DE MENORES?: «18 LOVAS»: EL CASO DE PROSTITUCIÓN DE MENORES QUE «MISTERIOSAMENTE» CAYÓ EN EL OLVIDO

 

 


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  1. Carta número tres a quién corresponda: “Culto a la personalidad”: en sus manos. Usted pues debe tener una idea, imagen mental de lo que se escribe; ahora que el dios español pertenece a una corriente política, o sea la misma tradición que envió sus misioneros, bajo el amparo de la bandera de la INQUISICION, con la anuencia modosa de Isabel “LA Católica”, a destruir a América aborigen, mientras el presbítero dominico Inquisidor General Tomás de Torquemada, de rodillas ante algún altar, rendía cuentas detalladas Al Altísimo: de sus muchos actos de fe, garrotes, hogueras con chamizas verdes, penitencias de comulgados, tormentos, todo en tu nombre y, en el de tu hijo en la cruz, plagarías de ofuscados por sus crímenes en cada lugar de Europa, éxodos que viajaron en los naos de Colón, y otros desaguisados que fueron la marca de muerte, destrucción de ese continente surtido por humanidad traída en cajones flotantes desde África. No se debe desechar la apabullante realidad de los “Diarios de Picas, 387 hojas de depravaciones y abusos de niños cometido por profesor misionero Jesuita de la misma Orden de Francisco I, publicados por el Diario El País de “España depravación” según él informa actual de abusos de la iglesia contra sus propios conciudadanos, los más vulnerables, niños futuros de cada pueblo, y que al mismo Vaticano con sus silencios complicidades, callado con los abusos de bebés de calostros sordos mudos, entregados por monjas fulanas niponas, a los viciosos misioneros jardineros: ¡porqué hoy es viernes!, regresados con hemorragias, y todo con el visto bueno del altísimo cristino católico, en los altares y vírgenes de Carrara en cada lugar de aflicción y vagidos de dolor de bebés. “Las casitas en Nombre de Dios” y, tienen su impronta en la España de Franco y tu iglesia que ayudo fanáticamente a los «Cóndores no entierran todos los días» en la violencia fratricida de América frágil y víctima, y saber que todo lo que se robaron en el mayor expolio de un continente, salió en trenes y fue entregado al enviado soviético y sus naos guerra de José Stalin, como regalo voluntario, pues ese tesoro Nacional de cada Español, nunca volvió, como las golondrinas, solo quedaron las vestimentas de San Agustín cuando bajo del cielo al sepelio del Conde Ordaz, o los diamantes lágrimas de la Virgen. También todas las riquezas: en Tiaras y cristos por gemes, a la cera perdida, oscilando en los pechos y testa papales, vanidades de misioneros españoles también, en los frontales del Santuario de las Lajas en Nariño Colombia. En una conclusión profética. solo quedan colores ácidos y, apolilladas imágenes, el consabido abrazo beso en la mejilla entre San Juan Pablo II y, Marcial Maciel Degollado el santo de los abusadores, mientras el cardenal, luego Benedicto XVI, con su mirada complaciente de cómplice de depravados alemanes se regocija en sus miasmas. O la traición aleve entre propios del Cardenal Colombiano Darío Castrillón, por el mensaje enviado al obispo de Bayeux-Lisieuxcunado por haber protegido a unos presbíteros pedófilos depravados, luego radicado por Internet a toda la iglesia de la aldea global, ¡habrase visto mayor desfachatez en criminalidad!, cuando fue cuestionado por un mensaje a nivel de iglesia global: “Yo le escribo en mi calidad de prefecto de la Congregación para el Clero. “El Santo Padre Juan Pablo II me autorizo para que la enviara a todos los obispos del mundo y la pusimos en internet; o sea que cada prelado se la asigno su conocimiento de complicidades históricas de maldecidos con su rueda de molino al cuello, (El País, 18 de abril, 2010: 30). Castrillón Darío se sacó de la manga la traición aleve: aduciendo que el mismo Juan Pablo II, casi le había dictado de puño y letra el comunicado de marras. Se sabe de buena fuente que su persona ha estado en romerías en lugares de peregrinación, escribamos: mientras el rio Guátira, haciendo bullas de espumas pasa por debajo del puente. Es retratar a la iglesia con un alto grado de resolución personal, o la peor conclusión, que se siente marginado de su sitial de buena-en ciernes santidad y, se saca el clavo ardiente señalando las pajas en los logros ajenos de escribidores de narrativas que ya no dicta la religión. Con la certeza que serán tenidos en cuenta, no uno a uno como hijos, sino en rebaños de maldad, estatuas, bustos “condecoraciones”, amarillismos, desfachateces, grafitis de cinismos, ribetes de armiños y zapatillas rojas. Como versículo “El mayor impulso del hombre es la libido, Adler Alfred austriaco el mayor impulso del hombre es el poder, que pena, sus labios habla de la carencia de su estómago. Ver a su misma iglesia en bustos y estatuas” Como una gran plegaria, ecos formas, domingos de ramos abanicando el cielo mediático, “clamando porque seas el Dios de este tiempo, de cada uno, amor sin temor”.

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