UNA MAYORÍA HONRADA, LA ÚNICA ESPERANZA DE SALVACIÓN BAJO UN GOBIERNO CORROMPIDO, por Thomas Jefferson

UNA MAYORÍA HONRADA

 

REBAÑO ADMINISTRADO, ¡HERMOSA LIBERACIÓN!

“La única diferencia que existe entre la dictadura revolucionaria y el estatismo no está más que en la forma exterior.

En cuanto al fondo, representan ambos el mismo principio de la administración de la mayoría por la minoría en nombre de la pretendida estupidez de la primera y de la pretendida inteligencia de la última.

Son por consiguiente igualmente reaccionarias”.

Por Mijaíl Bakunin

Filosofía Digital, 31 MARZO 2011

 

Es sobre la ficción de esa pretendida representación del pueblo y sobre el hecho real de la administración de las masas populares por un puñado insignificante de privilegiados, elegidos o no elegidos por las muchedumbres reunidas en las elecciones y que no saben nunca por qué y por quién votan; sobre esa pretendida expresión abstracta que se imagina ser el pensamiento y la voluntad de todo un pueblo y de la cual el pueblo real y viviente no tiene la menor idea, sobre la que se basan igualmente la teoría estatista y la teoría de la llamada dictadura revolucionaria.

La única diferencia que existe entre la dictadura revolucionaria y el estatismo no está más que en la forma exterior. En cuanto al fondo, representan ambos el mismo principio de la administración de la mayoría por la minoría en nombre de la pretendida estupidez de la primera y de la pretendida inteligencia de la última.

Son por consiguiente igualmente reaccionarias, pues el resultado de una y de otra es la afirmación directa e infalible de los privilegios políticos y económicos de la minoría dirigente y de la esclavitud política y económica de las masas del pueblo.

Está claro ahora por qué los “revolucionarios doctrinarios”, que tienen por misión destruir el poder y el sistema actuales a fin de crear sobre sus ruinas su propia dictadura, no han sido jamás y no serán nunca los enemigos, sino al contrario, han sido y serán siempre los defensores más ardientes del Estado.

No son enemigos más que del poder actual, porque quieren ponerse en su lugar; son enemigos de las instituciones políticas de hoy porque excluyen la posibilidad de su dictadura, pero son, sin embargo, los amigos más ardientes del poder estatista sin cuyo mantenimiento la revolución, que libertó definitivamente las grandes masas del pueblo, habría quitado a esa minoría pseudorrevolucionaria toda esperanza de encadenarlas a un nuevo carro y de colmarlas de beneficios por sus medidas gubernamentales.

Así pues, desde cualquier parte que se examine esta cuestión, se llega siempre al mismo triste resultado, al gobierno de la inmensa mayoría de las masas del pueblo por la minoría privilegiada.

Pero esa minoría, nos dicen los marxistas, será compuesta de trabajadores. Sí, de “antiguos” trabajadores, quizás, pero que en cuanto se conviertan en gobernantes o representantes del pueblo cesarán de ser trabajadores y considerarán el mundo trabajador desde su altura estatista; no representarán ya desde entonces al pueblo, sino a sí mismos y a sus pretensiones de querer gobernar al pueblo. El que quiera dudar de ello no sabe nada de la naturaleza humana.

Esos elegidos serán convencidos ardientes y además socialistas “científicos”. El pueblo no es sabio, por tanto será enteramente eximido de las preocupaciones gubernamentales y será globalmente incluido en el rebaño administrado. ¡Hermosa liberación!

 

El pueblo no es sabio, por tanto será enteramente eximido de las preocupaciones gubernamentales y será globalmente incluido en el rebaño administrado.

¡Hermosa liberación!

 

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UNA MAYORÍA HONRADA, LA ÚNICA ESPERANZA DE SALVACIÓN BAJO UN GOBIERNO CORROMPIDO

“Se ha creado artificialmente una deuda pública superior a la que podemos pagar antes de que se produzcan nuevas causas para incrementarla; esta acumulación de deuda nos ha privado para siempre del acceso a fuentes asequibles de ingresos que, aplicadas a las necesidades y exigencias ordinarias del gobierno, las habrían cubierto habitualmente y nos habrían puesto a salvo de las habituales murmuraciones contra los tributos y sus recaudadores.

Todo el capital empleado en especular en papel es estéril e inútil, y es retirado del comercio y la agricultura, donde habría producido un beneficio a la masa común; alimenta en nuestros ciudadanos hábitos de vicio y ociosidad, en lugar de industria y moralidad; y ha constituido un medio eficaz para corromper a esa porción del legislativo que inclina la balanza entre los votantes honrados, sea cual sea su dirección.

De todos los males, ninguno es tan lamentable y mortífero para toda esperanza honesta como la corrupción del Legislativo. Una vez distanciados de sus electores, que carecen de acceso a al información pública, y en particular a la de la conducta de sus propios representantes, éstos formarán el gobierno más corrupto de la tierra si no se les priva de los medios de corrupción.

La única esperanza de salvación reside ahora en la numerosa representación que se espera para el partido republicano. No podrán deshacer todo lo que han hecho los legislativos precedentes. La palabra pública y el derecho lo impedirán.

Pero algunas partes del sistema podrán modificarse con justicia, y podrá buscarse incansablemente una solución para las otras, en la medida en que el derecho lo permita, y en el futuro cerrar la puerta a análogos compromisos de la nación; ésta es, por consiguiente, la alternativa que probablemente produciría menos convulsiones”

Por Thomas Jefferson

Filosofía Digital, 31 ENERO 2009

 

He resuelto hacer objeto de una carta algo que desde hace algún tiempo constituye para mí motivo de inquietud, sin que hallara ocasión oportuna de descargarla sobre vos en el curso de alguna conversación durante vuestra atareada estancia en esta ciudad. Quizá podíais, además, dedicarle en vuestra presente situación, o en el curso de vuestro viaje, más reflexión y tiempo del que aquí en ningún momento dispusisteis.

 

LA DEUDA PÚBLICA LA PAGAN LOS CONTRIBUYENTES, Y SI NO SE USA PARA IMPULSAR LOS SECTORES PRODUCTIVOS, FOMENTA EN LOS CIUDADANOS HÁBITOS DE VICIO Y OCIOSIDAD Y CORROMPE A SUS REPRESENTANTES

 

Cuando por primera vez me hicisteis partícipe de vuestra intención de retiraros del gobierno, aunque, en buena medida, era consciente de la magnitud de la noticia, guardé silencio. Sabía que todo intento de persuadir a una mente como la vuestra era vano e impertinente; que antes de adoptar una decisión habíais ponderado los pros y contras de la medida, resolviendo a la luz de todos ellos, y que poca esperanza podía haber de modificar el resultado.

Llevando más lejos mis reflexiones, pensé además que algún día trataremos de caminar solos, y que si la tentativa tuviere lugar en vida vuestra y bajo vuestra mirada, derivaríamos de ello confianza, y recursos, de faltarnos ésta. Además, la mente pública estaba tranquila y confiada y, por consiguiente, en un estado favorable para hacer el experimento. De no haberse producido un cambio de circunstancias, no me habría aventurado ahora a proponeros, con alguna esperanza de éxito, que modifiquéis vuestro propósito.

Pero la mente pública no está ya confiada y serena; y ello por razones en las que vos no estáis en absoluto involucrado personalmente. Aunque dichas razones se han vulgarizado detalladamente en los periódicos, quizá no esté de más, para calcular el efecto que podrían producir, considerarlas en su conjunto, dando a cada uno la forma, real o imaginaria, con la que ha sido presentada.

Se ha afirmado, en efecto, que, sumando el monto total de la parte deudora y la acreedora de las cuentas, en lugar de tomar únicamente su saldo, se ha creado artificialmente una deuda pública superior a la que podemos pagar antes de que se produzcan nuevas causas para incrementarla; que esta acumulación de deuda nos ha privado para siempre del acceso a fuentes asequibles de ingresos que, aplicadas a las necesidades y exigencias ordinarias del gobierno, las habrían cubierto habitualmente y nos habrían puesto a salvo de las habituales murmuraciones contra los tributos y sus recaudadores, reservando las peticiones extraordinarias para las ocasiones extraordinarias que animarían al público a satisfacerlas; que, pese a que las necesidades de dinero no han sido mayores de lo que en general podemos prever para iguales o equivalentes exigencias, nos vemos obligados a estirar el impuesto hasta que levanta clamores y origina evasión y guerra a nuestros propios ciudadanos para recaudarlo, e incluso a recurrir a un impuesto de comercio interior de carácter odioso para el pueblo, parcial en su aplicación, improductivo si no se hace cumplir por medios arbitrarios y vejatorios, y que compromete la autoridad del gobierno en los lugares donde la resistencia es más probable y la coacción menos practicable.

 

EL ARTE DE GOBERNAR NO ES OTRA COSA QUE EL ARTE DE SER HONESTO, por Thomas Jefferson

 

Citan propuestas en el Congreso, y sospechaban que hay en marcha otros proyectos para incrementar la masa de la deuda. Dicen que tomando a préstamo dos terceras partes del interés podríamos haber pagado el principal en dos terceras partes del tiempo; pero que nos lo impide el hecho de que sólo sea redimible en pequeñas porciones y largos plazos; que esta cualidad de irredimible se le dio con el propósito manifiesto de alentar su transferencia a otros países.

Predicen que esta transferencia del principal, una vez completada, ocasionará una exportación anual de tres millones de dólares para el interés, pérdida de moneda cuyas consecuencias son incalculables por carecer de precedente; que el destierro de nuestra moneda se complicará con la creación de diez millones en papel moneda, en la forma de los billetes de banco que ahora se emiten.

Consideran que el 10 ó 12 por cien de beneficio anual pagado a los prestamistas de este medio de papel sale del bolsillo del pueblo, que habría obtenido, sin interés la moneda que se está desterrando; que todo el capital empleado en especular en papel es estéril e inútil, que, como en la mesa de juego, no produce accesión a sí mismo, y es retirado del comercio y la agricultura, donde habría producido un añadido a la masa común; que alimenta en nuestros ciudadanos hábitos de vicio y ociosidad, en lugar de industria y moralidad; que ha constituido un medio eficaz para corromper a esa porción del legislativo que inclina la balanza entre los votantes honrados, sea cual sea su dirección; que ese escuadrón corrupto que decide la voz del legislativo ha manifestado que está dispuesto a traspasar los límites impuestos por la Constitución al legislativo general, cuando los Estados accedieron a dicho instrumento confiando en esos límites; que el fin último de todo ello es preparar el camino para una sustitución de la actual forma republicana de gobierno por una monarquía, cuyo modelo sería la Constitución inglesa; no es ningún secreto que la Convención contempló tal posibilidad, porque sus partidarios han sacado gran partido de ello.

 

DE TODOS LOS MALES NACIONALES, NINGUNO ES TAN LAMENTABLE Y MORTÍFERO PARA TODA ESPERANZA HONESTA COMO LA CORRUPCIÓN DEL LEGISLATIVO

 

INSTINTO DE LIBERTAD Y ANHELO DE FELICIDAD, por Spinoza y Jefferson

 

Conseguirlo entonces era impracticable, pero aún persiguen con ansiedad su objetivo, y lo están predisponiendo todo para alcanzarlo finalmente. Tantos de ellos han accedido al legislativo que, asistidos por el corrupto escuadrón de traficantes de papel, que están a su disposición, constituyen mayoría en ambas cámaras.

El partido republicano, que desea preservar el gobierno en su forma actual, es inferior en número; son menos aunque se les sumen los dos, tres, o media docena de antifederalistas que, si bien no osan reconocerlo, siguen siendo opuestos a cualquier gobierno general, pero, por serlo menos a uno republicano que a uno monárquico, naturalmente se unen a aquellos que en su opinión persiguen el mal menor.

De todos los males que se atribuyen al sistema de medidas antes mencionado, ninguno es tan lamentable y mortífero para toda esperanza honesta como la corrupción del Legislativo. Como fue la primera de dichas medidas, se convirtió en el instrumento para producir el riesgo, y será el instrumento para producir en el futuro un rey, lores y comunes, o cualquier otra cosa que quienes lo orientan determinen.

Una vez distanciados de sus electores, tan dispersos que carecen de acceso a la información pública, y en particular a la de la conducta de sus propios representantes, formarán el gobierno más corrupto de la tierra si no se les priva de los medios de corrupción.

 

LA BOLSA DEL ESTADO Y SUS FALANGES DE MERCENARIOS, por Thomas Jefferson

 

La única esperanza de salvación reside ahora en la numerosa representación que advendrá el año próximo. Algunos de los nuevos miembros estarán probablemente, por principio o por interés, con la actual mayoría; pero se espera que la gran masa acceda al partido republicano. No podrán deshacer todo lo que han hecho los dos legislativos precedentes, especialmente el primero. La palabra pública y el derecho lo impedirán.

Pero algunas partes del sistema podrán modificarse con justicia, y podrá buscarse incansablemente una solución para las otras en la medida en que el derecho lo permita, y en el futuro cerrar la puerta a análogos compromisos de la nación.

De emprender tal curso el próximo Legislativo, se granjeará la enemistad de todos los intereses monárquicos y de los centrados en el papel; pero creo que estos últimos no seguirán a los primeros hasta el fin, porque los acreedores nunca perderán de vista enteramente, por su propia voluntad, a sus deudores; ésta es, por consiguiente, la alternativa que probablemente produciría menos convulsiones.

Pero si la mayoría de los nuevos miembros compartiera los principios de los actuales, y demostrara que no podemos esperar sino la continuidad de las mismas prácticas, no es fácil conjeturar cuál sería el resultado, ni a qué medios habría que recurrir para corregir el mal.

La verdadera sabiduría aconsejaría que fueran templados y pacíficos; pero, desgraciadamente, la división de sentimientos e intereses tiene un carácter tan geográfico que nadie puede decir que lo más sabio y templado prevalecería sobre lo más fácil y evidente. Apenas puedo imaginar un mal tan incalculable como la ruptura de la Unión en dos o más partes.

Sin embargo, si tenemos en cuenta la masa que se opuso a la unión original; si tenemos en cuenta que procedía fundamentalmente de la región meridional; que el legislativo no ha aprovechado ninguna ocasión para contentarla, sino que, por el contrario, siempre que los prejuicios del norte y del sur han entrado en conflicto, los últimos, han sido sacrificados a los primeros aliviados; que los propietarios de la deuda están en el sector sur, y sus tenedores en el sector norte; que los adalides antifederales ven ahora reforzado su argumento por el cumplimiento de sus predicciones; que ello es obra de los propios federalistas monárquicos, los cuales, aceptando el nuevo gobierno como un mero escalón hacia la monarquía, han hecho suyas hasta las interpretaciones de la Constitución que declararon inadmisibles cuando se defendió su aprobación ante el tribunal del pueblo; que los republicanos federalistas que se adhirieron al mismo gobierno por sus méritos intrínsecos han sido desarmados; que lo que rechazaron como profecía se ha convertido en historia real; ¿quién puede estar seguro de que estas cosas no incrementarán con nuevos prosélitos el pequeño número que deseaba cambiar el signo de la mayoría?

 

HASTA QUE SURJA UNA MAYORÍA HONRADA, CIERTOS INDIVIDUOS EMINENTES TENDRÁN QUE SACRIFICAR SU PREDILECCIÓN POR UNA ESPECIAL FORMA DE FELICIDAD PRIVADA A CAMBIO DE LAS BENDICIONES PRESENTES Y FUTURAS DE LA HUMANIDAD

 

¿Qué hemos de exigir a un Gobierno, Honestidad y Frugalidad, o Mentira y Disposición al lujo?, por Thomas Jefferson.

 

Y ésta es la posibilidad que me estremece, y para prevenir la cual considero de la mayor importancia que continuéis a la cabeza de los asuntos. La confianza de toda la Unión se centra en vos. Vuestra permanencia al timón será más que una respuesta a todo argumento que pueda esgrimirse para alarmar e inducir al pueblo, en cualquier región, a la violencia y la secesión.

El norte y el sur permanecerán unidos si pueden aferrarse a vos; y si la primera corrección de una numerosa representación no produjera efectos, vuestra presencia dará tiempo para intentar otras más coherentes con la unión y la paz de los Estados.

Soy perfectamente consciente de la opresión a que somete a vuestra mente vuestro actual cargo, así como del ardor con que ansiáis la vida doméstica. Pero a veces existe una eminencia de carácter que confiere a la sociedad el derecho especial de fiscalizar la predilección del individuo por una especial forma de felicidad y restringible a la que emana de las bendiciones presentes y futuras de la humanidad.

Tal parece ser vuestra condición y la ley que os impuso la providencia al formar vuestro carácter y forjar los acontecimientos sobre los que habría de obrar; y a tales motivos apelo, que no a mi personal inquietud o a las de otros que no tienen derecho a pediros sacrificios, instándoos a reconsiderar vuestra posición en base a los cambios sobrevenidos en el aspecto de las cosas.

Si de la nueva y ampliada representación surgiera una mayoría honrada; si condescendieran aquellos cuyos principios o intereses pueden controlar, vuestro deseo de retiraros podría aceptarse con menos peligro, tan pronto como lo anterior se hiciera manifiesto, sin esperar al transcurso del segundo período de cuatro años. Uno o dos períodos de sesiones decidirán la crisis; y no puedo sino esperar que decidáis añadir unos años a los muchos que ya habéis sacrificado al bien de la humanidad.

El temor a que se sospeche que en esta mi solicitud pudiera haber un motivo egoísta de continuidad en mi cargo me obliga a declarar que no existe tal motivo. El que yo mantenga o abandone mi propósito de poner fin a mi turno con la primera renovación periódica del gobierno es completamente indiferente para el público. Conozco mi propia medida demasiado bien para suponer que mis servicios contribuyen en algo a la confianza pública o a la utilidad pública.

Numerosas personas pueden cubrir el cargo donde os complacisteis en situarme con mayor ventaja y satisfacción para el público. No tengo, por consiguiente, motivo alguno para consultar otra cosa que mi propia inclinación, que tiende irresistiblemente hacia el tranquilo disfrute de mi familia, mis tierras y mis libros. Cierto que reposaría entre ellos con mucha más seguridad si supiera que vos seguís de guardia; y confío en que así sea.

A los motivos que emanan de la consideración de nuestros asuntos domésticos me limitaré a añadir una referencia a algo que, ciertamente, sólo merece mencionarse, y es que en los asuntos extranjeros hay motivos de peso que aconsejan vuestra continuidad. Creo probable que las negociaciones con España y con Inglaterra, de no haber concluido antes de vuestro propósito se conozca, se suspendan desde el momento en que se conozca, y que entonces la última nación duplique su diligencia para fomentar la guerra india.

Junto con mis deseos para el futuro, quiero expresar mi gratitud por el pasado, al menos por la porción de él que me corresponde; y con vuestra venia manifestaros, tanto en la vida pública como en la privada, el sentimiento de sincero aprecio y respeto con el que soy, inalterablemente, vuestro afectísimo amigo y humilde servidor.

 

LOS PERIÓDICOS Y LAS MENTIRAS DEL DÍA. ¿POR QUÉ TODOS LOS GOBIERNOS DESTRUYEN LA LIBERTAD Y LOS DERECHOS HUMANOS?, Cartas de Thomas Jefferson

 

[Carta a George Washington, presidente de los Estados Unidos. Filadelfia, 23 de mayo de 1792]

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THOMAS JEFFERSONAutobiografía y otros escritos. Editorial Tecnos 1987. Traducción de A. Escohotado y M. Sáenz de Heredia. [FD, 31/01/2009]

 

UNA MAYORÍA HONRADA