«Proverbios del infierno», por William Blake

«Proverbios del infierno», por William Blake

 

WILLIAM BLAKE: EL POETA QUE INSPIRÓ A JIM MORRISON

Por César Emiliano Gaetan

Pirámide Invertida, 10 SEPT 2021
William Blake
William Blake

 

Místico, loco, genio, incomprendido. Adjetivos que podrían definir a distintas personas pero, si se trata de William Blake, pueden ser sólo algunas cualidades que describen a este artista británico del siglo XVIII. Como ha sucedido con muchas mentes brillantes a lo largo de la historia de la humanidad, fue relegado a las sombras porque sus postulados sugerían cosas incomprensibles para la época. Pero no hay que caer en la comodidad del contexto, ya que muchos años después las ideas de Blake continuaron generando incomodidad en aquellos que, como él mismo definía, ven el mundo a través de las hendijas de su caverna. Otros, como el caso de Aldous Huxley –personaje digno de un artículo exclusivo a su obra- lejos de sentirse molesto, tomaron la posta de Blake e intentaron experimentar, con las herramientas que un mundo más contemporáneo podía facilitarles, lo que el profético poeta había afirmado siglos atrás y sin la necesidad de ningún aditivo alucinógeno. A esa lista se sumó Jim Morrison, a quien siempre le calzó mejor el oficio de poeta que de cantante, que no sólo inspiró el nombre de la banda en un proverbio de Blake sino que también impregnó su pluma de las ideas blakeanas. Pero, ¿quién fue o qué decía este poeta para haber generado tanto impacto en otros artistas dos siglos después y aún en estos días es objeto de estudios para científicos que tratan de entender la diferencia entre mucha imaginación y locura?

“Si las puertas de la percepción quedaran depuradas, todo se habría de mostrar al hombre tal cual es: infinito. Porque el hombre se ha encerrado hasta que ve todas las cosas a través de las estrechas grietas de su caverna”.

William Blake (1757-1827) nació en Londres, hijo de un calcetero de escasos recursos, por lo que no recibió educación formal, aunque parece haberse familiarizado desde muy joven con las obras de Shakespeare entre otros, pero muy principalmente con la Biblia. A los 14 años arrancó como aprendiz de grabador y llegó a dominar a la perfección este arte, al punto tal que en el transcurso de su vida fue más recordado como ilustrador que como poeta. Salvo en dos de sus obras, él mismo grabó e imprimió toda su producción literaria, por supuesto que de tirada reducida, por lo que el público lector de la época no tuvo la posibilidad de acceder de manera masiva a sus poemas. Además, debido al carácter innovador y espontáneo de su obra, sin precedentes en la poesía inglesa, fue relegado a los suburbios del mundo literario. A causa de su formación religiosa, profundamente emparentada con el gnosticismo, fue siempre crítico del sistema de creencias que predominaba en la Inglaterra de su tiempo, y se convirtió en un poeta profético que exigía cambios sociales para lograr una forma de vida más acorde con Dios y más alejada del Mal absoluto. Planteaba una idea de religión que se despegara de la ortodoxia de la iglesia y que fuera algo mucho más personal y terrenal. Un claro ejemplo fue la creación de la imagen del tigre para reemplazar al cordero como ese hijo de Dios del que tanto habla la Biblia.

El símbolo de la vida no es el dócil cordero sino el tigre o el león sanguinario, ese terror que prueba que en la Creación no todo es bueno.

La creatividad plasmada en sus ideas no se asemejaba a nada de lo que circulaba en la época, motivo por el que su obra se vio sujeta a múltiples lecturas y búsquedas de significados aún en tiempos actuales. Durante toda su vida Blake se debatió por encontrar un modo de expresión simbólica para su filosofía mística; no es casual que muchos especialistas han  definido su trabajo como filosofía hecha poemas. Otros también lo tildaron como uno de los que sentó las bases del anarquismo moderno; y finalmente la música, con especial foco en el rock, fue un portavoz de sus ideas. Jim Morrison fue el caso más relevante, pero artistas como Enrique Bunbury también se han visto seducidos por la irreverencia de Blake, y si se hace el ejercicio de contrastar ciertos postulados suyos con lo que la cultura rock predicó en su apogeo, estarán en una impactante sintonía. Más de una vez se ha escuchado a músicos recitar sus poemas y, por sobre todo, los Proverbios del infierno que podrían ser considerados una declaración de principios para muchos. 

 

Jim Morrison. La vigencia de Blake siempre estuvo ligada a su creatividad arrolladora

 

Tal vez el uso de términos como Infierno ubicó a este poeta en un lugar poco agradable para el ojo conservador, pero al adentrarse en su obra se comprueba que nada es más alejado de la realidad que considerar a Blake como un apologista del mal sino que, muy por el contrario, era un idealista que soñaba con ver al cordero dormir sobre el lomo del león sin riesgo alguno por su vida.  

 

Infierno de Dante, ilustración de William Blake

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PROVERBIOS DEL INFIERNO

William Blake

La Divina comedia, de Dante, ilustración de William Blake

 

Proverbios del infierno

 

En tiempo de siembra, aprende; en tiempo de cosecha, enseña; en invierno, goza.

Guía tu carro y tu arado sobre los huesos de los muertos.

El camino del exceso lleva al palacio del saber.

La Prudencia es una vieja solterona, rica y fea, que la Incapacidad corteja.

Quien desea pero no obra, engendra peste.

El gusano perdona al arado que lo corta.

Sumerge en el río a aquel que ama el agua.

El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.

Aquél cuyo rostro no irradie luz, jamás será una estrella.

La Eternidad está enamorada de los frutos del tiempo.

La abeja laboriosa no tiene tiempo para el pesar.

Las horas de la locura las mide el reloj, pero ningún reloj puede medir las horas de la sabiduría.

Todo alimento sano se logra sin red ni cepo.

Usa número, pesa y medida en un año de escasez.

Ningún pájaro se eleva demasiado alto, si vuela con sus propias alas.

Un cuerpo muerto no venga injurias.

Tu acto más sublime es poner al otro delante de ti.

Si el necio persistiera en su necedad se volvería sabio.

Locura, capa de la villanía.

Vergüenza, capa del orgullo.

Las prisiones están construidas con piedras de la Ley, los burdeles con ladrillos de la Religión.

El orgullo del pavo real es la gloria de Dios.

Lujuria del chivo, generosidad de Dios.

La ira del león es la sabiduría de Dios.

La desnudez de la mujer es la obra de Dios.

El exceso de pena ríe. El exceso de gozo llora.

El rugido de los leones, el aullido de los lobos, la ira del mar tempestuoso y la espada destructiva son porciones de eternidad demasiado grandes para el ojo humano.

El zorro condena la trampa, pero no a sí mismo.

El gozo fecunda. El dolor engendra.

Dejad que el hombre vista la piel del león y la mujer el vellón de la oveja.

El pájaro, un nido; la araña, una tela; el hombre, la amistad.

El egoísta necio que sonríe y el necio sombrío y ceñudo serán tenidos por sabios y se tomarán por norma.

Lo que hoy es evidente, una vez fue imaginario.

La rata, el ratón, el zorro, el conejo, cuidan de las raíces; el león, el tigre, el caballo, el elefante, de los frutos.

La cisterna contiene, la fuente rebosa.

Un pensamiento llena la inmensidad.

Está siempre pronto a expresar tu opinión y el vil te evitará.

Todo lo creíble es imagen de la verdad.

Nunca perdió más tiempo el águila que cuando escuchó las lecciones del cuervo.

El zorro se provee a sí mismo, pero Dios provee al león.

Medita en la mañana. Obra al mediodía. Come al atardecer. Duerme por la noche.

Quien ha soportado que abuses de él, te conoce.

Como el arado obedece las palabras, Dios recompensa las plegarias.

Los tigres de la cólera son más sabios que los caballos del saber.

Espera veneno del agua estancada.

Nunca sabrás lo que es suficiente a condición de que sepas lo que es más que suficiente.

¡Escucha el reproche de los necios! ¡Es un título real!

Los ojos de fuego, la nariz de aire, la boca de agua, la barba de tierra.

El débil en valor es fuerte en astucia.

Nunca pregunta el manzano al haya cómo crecer, ni el león al caballo cómo lograr su presa.

El que agradece lo que recibe, da a luz una abundante cosecha.

Si otros no hubiesen sido necios, nosotros lo seríamos.

El alma llena de dulce placer no puede ser profanada.

En un águila ves una porción de genio. ¡Alza la cabeza!

Así como la oruga elige las hojas más hermosas para poner sus huevos, el sacerdote deposita su maldición sobre los mejores goces.

Crear una sola flor es trabajo de siglos.

La maldición vigoriza; la bendición relaja.

El mejor vino es el más viejo, la mejor agua es la más nueva.

Las plegarias no aran; las alabanzas no cosechan.

Las alegrías no ríen. Las tristezas no lloran.

La cabeza, lo Sublime; el corazón, el Pathos; los órganos genitales, la Belleza; los pies y manos, la Proporción.

Como el aire al pájaro o el agua al pez, así el desprecio es al despreciable.

La corneja quisiera que todo fuese negro, y el búho que todo fuese blanco.

Exuberancia es Belleza.

El león sería astuto si tomara consejo del zorro.

El progreso traza los caminos derechos; pero los caminos tortuosos, sin progreso, son los caminos del genio.

Antes asesina a un niño en su cuna que nutras deseos que no ejecutes.

Donde no está el hombre, la naturaleza es estéril.

Nunca puede ser dicha la verdad de manera que pueda ser comprendida sin ser creída.

¡Suficiente! o Demasiado.

 

William Blake

 

La Divina comedia, de Dante, ilustración de William Blake