EMPATÍA SUICIDA. «La Mente Parasitaria», entrevista a Gad Saad (2025): «Cómo las malas ideas están destruyendo Occidente»

EMPATÍA SUICIDA

 

“Razón e ignorancia, dos cosas opuestas, influyen en la gran mayoría de la humanidad. La razón se obedece a sí misma, y la ignorancia se somete a todo lo que se le dicte”

THOMAS PAINE

 

La Mente Parasitaria y las «Ideas Infecciosas»

Por Alfredo Calcedo, 14 may 2024

EMPATÍA SUICIDA

 

Acabo de leer una noticia sobre un libro de reciente publicación escrito por Gad Saad, titulado «The Parasitic Mind: How Infectious Ideas Are Killing Common Sense» (versión en español). Saad es un profesor universitario experto en la psicología evolucionista, y aplica los conceptos de este campo al mundo empresarial. De hecho es profesor de marketing en una escuela de negocios.

 

La mente parasitaria

Gad Saad, profesor de marketing y teórico evolutivo, propone en su libro el concepto de «mente parasitaria«. Este término describe cómo ciertas ideas, similares a parásitos, pueden infectar y distorsionar el pensamiento humano, alejándolo de la razón y el sentido común. 

Según Saad, las ideas parásitas se propagan como virus, replicándose y extendiéndose de una mente a otra. Estas ideas manipulan las emociones, los miedos y los deseos de las personas, debilitando su capacidad para pensar críticamente. Al igual que los parásitos biológicos, las ideas parasitarias se benefician a sí mismas a expensas de sus anfitriones humanos, quienes pueden terminar adoptando posturas irracionales o destructivas.

Un ejemplo destacado por Saad es la corrección política, que, según él, actúa como un parásito mental al restringir la libertad de expresión y fomentar la autocensura. Esta dinámica puede limitar el debate abierto y sofocar el pensamiento crítico, ya que las personas evitan discutir ideas que podrían ser consideradas políticamente incorrectas. La corrección política, entonces, no solo afecta la conversación pública, sino que también puede inhibir la innovación y el progreso intelectual.

Saad también analiza el papel de las instituciones educativas y los medios de comunicación como vectores de estas ideas parásitas. Argumenta que muchas universidades y medios se han convertido en plataformas para la propagación de ideologías específicas, priorizando doctrinas sobre hechos y evidencias objetivas. Esto, según Saad, contribuye a la formación de una mentalidad colectiva que favorece la conformidad ideológica en lugar del pensamiento independiente.

Para combatir esta infección mental, Saad aboga por un retorno a los principios de la razón y la ciencia. Promueve una educación que valore la evidencia empírica y fomente el escepticismo saludable hacia las ideologías predominantes. Solo reconociendo y resistiendo activamente estas ideas parásitas, sostiene Saad, se puede preservar la capacidad de pensamiento crítico y la libertad intelectual en la sociedad.

En conclusión, el concepto de «mente parasitaria» de Gad Saad ofrece una perspectiva provocadora sobre cómo ciertas ideas pueden dominar el discurso cultural de manera perjudicial. Su propuesta subraya la importancia de un compromiso renovado con la racionalidad y el libre pensamiento para evitar que estas ideas destruyan el sentido común y la lógica en nuestra sociedad.

 

La muerte por mil cortes de Occidente

Gad Saad, en su obra y análisis cultural, introduce el concepto de «muerte por mil cortes de Occidente» para describir cómo múltiples factores y movimientos ideológicos están erosionando lentamente los fundamentos de las sociedades occidentales. Esta metáfora sugiere que no es un único evento catastrófico el que amenaza a Occidente, sino una acumulación de pequeñas, pero constantes, amenazas que, en conjunto, pueden debilitar y eventualmente destruir los valores y principios que han sostenido a estas sociedades.
 

Fragmentación Cultural e Ideológica

Saad argumenta que la fragmentación cultural e ideológica es una de las principales fuerzas detrás de esta «muerte por mil cortes«. Movimientos como el multiculturalismo extremo y la corrección política, aunque bien intencionados en su búsqueda de inclusividad y justicia social, pueden llevar a una fragmentación social donde los valores comunes y la cohesión social se debilitan. En lugar de unir, estas ideologías pueden crear divisiones profundas, donde diferentes grupos se ven como competidores en lugar de compañeros en una sociedad unificada.
 

Relativismo Cultural y Moral

Otra amenaza identificada por Saad es el relativismo cultural y moral, donde todas las culturas y valores son vistos como igualmente válidos, sin un reconocimiento claro de los principios fundamentales que han sostenido a las sociedades occidentales, como la democracia, la libertad de expresión y los derechos individuales. Este relativismo puede llevar a una erosión de los valores que han permitido el progreso y la estabilidad en Occidente.

 

Autocensura y Libertad de Expresión

La autocensura, promovida por la corrección política y el temor a la «cancelación«, es otro «corte» significativo. Saad sostiene que cuando las personas tienen miedo de expresar sus ideas libremente por temor a represalias sociales o profesionales, el debate abierto y la innovación intelectual se ven gravemente comprometidos. La libertad de expresión, un pilar fundamental de las sociedades libres, se ve amenazada, debilitando la capacidad de la sociedad para enfrentar y resolver sus problemas de manera efectiva.

 

Educación y Medios de Comunicación

Saad también destaca el papel de las instituciones educativas y los medios de comunicación como agentes en la propagación de ideas que contribuyen a esta «muerte por mil cortes». Cuando las universidades y los medios priorizan ciertas ideologías por encima de la búsqueda objetiva del conocimiento y la verdad, se crea un ambiente donde el pensamiento crítico y la diversidad de ideas son suprimidos. Esto, a su vez, limita la capacidad de las personas para cuestionar y desafiar las narrativas predominantes.

 

Victimización y Cultura de la Queja

Finalmente, Saad señala la proliferación de una cultura de victimización y queja, donde se enfatiza constantemente el agravio y el resentimiento, a menudo a expensas de la responsabilidad personal y la agencia individual. Esta mentalidad, argumenta, puede fomentar un sentido de impotencia y dependencia, minando el espíritu emprendedor y la resiliencia que han sido característicos de las sociedades occidentales.
 
En resumen, la «muerte por mil cortes de Occidente« según Gad Saad, es un proceso gradual y multifacético donde diversas ideologías y movimientos, aunque bien intencionados en muchos casos, están colectivamente debilitando los fundamentos culturales, sociales y políticos de las sociedades occidentales. Saad aboga por una revalorización de los principios de la razón, la libertad de expresión y la cohesión social como medios para contrarrestar esta tendencia y preservar la vitalidad de Occidente. 
 
La visión de Saad es pesimista, en los primeros capítulos del libro describe su infancia en Beirut como un niño judío, y cómo tuvo que huir con su familia cuando estuvieron a punto de matarlos por ser judíos. Para Saad el mecanismo por el que se produce el odio irracional a los que profesan una religión es el mismo que provoca tantas ideas irracionales hoy en día. Las emociones se imponen al pensamiento racional. En su opinión este es el cáncer que está corrompiendo las democracias liberales de Occidente.

 

Gal Saad

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Empatía Suicida y la Mente Parasitaria

 
En esta entrevista, Mr Diesen sintetiza los conceptos centrales del Dr. Gad Saad en relación con sus libros «Empatía Suicida» (próximo a publicarse) y «La Mente Parasitaria».
 
El argumento principal postula que la civilización occidental está amenazada por dos fenómenos interconectados: la «empatía suicida», una forma desregulada y autodestructiva de compasión, y la «mente parasitaria», la infección de la sociedad con ideas que anulan la razón y el sentido común.
 
Según Saad, la empatía suicida se origina en la izquierda política y se manifiesta como una señalización de virtud llevada al extremo, donde se sacrifican la cultura, la seguridad y los propios hijos en el altar de una compasión mal dirigida.
 
Este fenómeno se describe como un «sepuku civilizacional», un suicidio ritual para redimirse de las culpas históricas de Occidente.
 
Paralelamente, La Mente Parasitaria explica cómo «gusanos cerebrales ideológicos» secuestran el sistema cognitivo humano, de forma análoga a como los neuroparásitos controlan a sus huéspedes en la naturaleza.
 
Estas ideas, que niegan realidades biológicas y verdades fundamentales, se originan casi exclusivamente en los campus universitarios —especialmente en las humanidades—, que operan desconectados de los mecanismos de autocorrección de la realidad.
 
La propagación de estas ideas se acelera debido a la psicología de la conformidad y la creación de cámaras de eco ideológicas.
La disidencia es castigada con la exclusión social y etiquetada como odio, lo que obliga a la autocensura. 
 
Lejos de ser debates académicos inofensivos, estas ideas parasitarias tienen consecuencias reales y devastadoras, influyendo en líderes políticos y llevando a la implementación de políticas destructivas que, en última instancia, amenazan la supervivencia de la civilización occidental.
 
 
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Empatía Suicida y La Mente Parasitaria

 

1. El Concepto de Empatía Suicida

La tesis central del próximo libro del Dr. SaadEmpatía Suicida, describe una patología de la compasión que se ha arraigado en la cultura occidental.
 

Definición y Contraste con la Empatía Adaptativa:

La empatía, tanto cognitiva como emocional, es una virtud adaptativa esencial para las especies sociales cuando está adecuadamente modulada. Permite la «teoría de la mente«, crucial para la interacción social.
 
La empatía suicida, sin embargo, es una «forma desregulada y desadaptativa» de este proceso. Es una empatía que se dirige a las personas equivocadas, en la situación equivocada y en la cantidad equivocada, violando el principio aristotélico del «término medio«.
 

Manifestaciones y Vínculos Ideológicos:

Esta patología está principalmente asociada con «la izquierda» política, que se ha apropiado del concepto de compasión hasta volverla «orgiásticamente y suicidamente empática«.
 
Se manifiesta como una forma de «señalización costosa«, donde los individuos y las sociedades demuestran su progresismo y compasión sacrificando sus propios intereses fundamentales:
 
«Nuestras mujeres, nuestra cultura, nuestro patrimonio, nuestra religión, nuestras tradiciones».
 
Ejemplo Práctico:
El Dr. Saad cita el caso de las violaciones sistemáticas de entre 250,000 y un millón de jóvenes británicas blancas por parte de hombres predominantemente de origen pakistaní musulmán. Sostiene que el gobierno británico priorizó la «noble reputación de esos hombres pakistaníes» sobre la protección de sus propias hijas, llegando a arrestar a padres que intentaban intervenir.
 
 
Seppuku
 
Sepuku Civilizacional:
 
El Dr. Saad acuña este término para describir el fenómeno a nivel macro. El seppuku es un suicidio ritual japonés para restaurar el honor perdido.
 
En este contexto, Occidente, al percibirse a sí mismo como «un imperio tan malvado construido sobre la esclavitud, la islamofobia y la transfobia«, busca redimirse matándose «a sí mismo en el altar de una empatía suicida«.
 
Este fenómeno se considera exclusivo de Occidente en sus manifestaciones actuales, aunque han existido otras formas de suicidio colectivo culturalmente sancionado en la historia (ej. Masada, pueblos hindúes).
 
Escandinavia (Noruega y Suecia) es diagnosticada como si padeciera «empatía suicida en fase cinco«, superando los parámetros previamente concebibles.
 
 
 

2. La Mente Parasitaria: Ideas como Infecciones

El libro anterior del Dr. SaadLa Mente Parasitaria, proporciona el marco para entender cómo el sistema cognitivo es secuestrado, complementando el secuestro emocional de la empatía suicida.

El Marco Neuroparasitario:

La tesis central se basa en una analogía con la neuroparasitología, el estudio de parásitos que secuestran el cerebro de un huésped.
 
Ejemplo Clásico: El gusano de crin (hairworm) infecta a un grillo de la madera, un insecto que odia el agua. El parásito reconfigura el cerebro del grillo para obligarlo a suicidarse saltando al agua, donde el gusano puede completar su ciclo reproductivo.
 
Saad argumenta que los seres humanos pueden ser parasitados no solo por gusanos físicos, sino también por «gusanos cerebrales ideológicos» que alteran su comportamiento y anulan la razón.
 

El Doble Ataque a la Mente Humana:

Para secuestrar completamente una mente humanazombificarla«), es necesario parasitar dos sistemas: el cognitivo (la capacidad de pensar) y el emocional (la capacidad de sentir).
 
La Mente Parasitaria describe el ataque al sistema cognitivo. Empatía Suicida describe el ataque al sistema emocional. Juntos, estos dos fenómenos destruyen la capacidad del individuo para perseguir sus propios «intereses evolutivos«.
 
 
Por Andrés Rábago, El Roto
 

3. El Origen y la Propagación de las Ideas Parasitarias

El Dr. Saad identifica un origen claro y mecanismos de propagación específicos para estas ideas destructivas.
 
La Universidad como Foco de Infección:
 
«Absolutamente todas» las ideas parasitarias se originan en los campus universitarios Esto es particularmente cierto en campos como las humanidades y la sociología («teoría de la danza lésbica», «estudios queer»), que no están atados a la «carga de la autocorrección que impone la realidad«.
 
En contraste, campos aplicados como la ingeniería o los negocios sufren menos esta infección, ya que un puente construido con «física postmoderna» se derrumbaría. El virus «acaba escapando del laboratorio» e infecta al resto de la sociedad, incluyendo a los políticos.
 
Mecanismos de Propagación:
 
Psicología de la Conformidad: Se cita el experimento de Solomon Asch de la década de 1950. En este estudio, los participantes negaban la evidencia de sus propios ojos y daban respuestas obviamente incorrectas sobre la longitud de unas líneas para conformarse con la opinión unánime (aunque equivocada) del grupo. Esto demuestra la poderosa tendencia humana a la mentalidad de rebaño.
 
Cámaras de Eco Ideológicas: El entorno académico es descrito como «asombrosamente izquierdista«. La falta de diversidad ideológica crea «cámaras de eco maravillosamente esterilizadas» donde las malas ideas se propagan sin control ni autocorrección.
 
El «Efecto Malcolm Gladwell»: El Dr. Saad utiliza a Malcolm Gladwell como ejemplo de un intelectual que inicialmente negó las diferencias sexuales biológicas para ser aceptado en los «círculos progresistas«, pero que luego se retractó admitiendo que se sintió «intimidado«. Este efecto describe el conformismo motivado por el miedo a la exclusión social y profesional.
 

 

4. El Conflicto con la Realidad y la Razón

Las ideas parasitarias se caracterizan por su ataque directo a la verdad objetiva y los principios de la razón.
 
Ataque a Verdades Fundamentales:
 
Las ideologías progresistas atacan verdades biológicas fundamentales, como la existencia de dos sexos, promoviendo ideas como que «los hombres también pueden menstruar«. Esto se extiende a consensos sociales que eran universales hasta hace poco, como el matrimonio tradicional o la importancia de proteger a los propios hijos.
 
La disidencia no se debate, sino que se castiga
«Si alguien apoya el modelo de matrimonio tradicional, se le acusa de odiar a los homosexuales. Y por supuesto, se dice que odias a las personas trans si sugieres que los hombres no pueden dar a luz».
 
Paralelismo con el Dogma Religioso:
 
El funcionamiento de estas ideologías es idéntico al de una religión. Se basan en «verdades reveladas» que no pueden ser sometidas a la prueba epistemológica del método científico.
 
Esto representa una regresión de los principios de la Ilustración, donde el objetivo era que los individuos pudieran entender el mundo a través del método científico en lugar de escuchar a «sumos sacerdotes«.
 
 
Erosión de Principios Éticos Fundamentales:
 
El Dr. Saad distingue entre la ética deontológica (basada en absolutos, como «la libertad de expresión es un principio universal«) y la ética consecuencialista (donde el fin justifica los medios).
 
Sostiene que los principios fundacionales de Occidente (libertad de expresión, presunción de inocencia) son deontológicos
 
El pensamiento parasitario aplica una ética consecuencialista a estos principios («Creo en la libertad de expresión, pero no cuando se aplica a Donald Trump»), lo que provoca su colapso.
 
 
 

5. Consecuencias Civilizacionales y Peligros

Lejos de ser un fenómeno abstracto, el Dr. Saad argumenta que estas ideas tienen consecuencias tangibles y extremadamente peligrosas.
 
Las Malas Ideas Tienen Consecuencias Reales:
 
No son «tonterías esotéricas» confinadas a los campus. Las personas formadas en estas ideologías se convierten en líderes que «tienen un poder real sobre mi vida y la tuya«Se cita al ex primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, como una «manifestación andante de cada una de las ideas parasitarias y reflejos de empatía suicida«.
 
Estas ideas conducen a políticas desastrosas que provocan pobreza, guerras y declive social. Por ejemplo, la negativa a extraer recursos naturales por la «violación de la madre tierra» inspirada por activistas como Greta Thunberg.
 
La Amenaza Existencial:
 
La fuerza más peligrosa en la naturaleza es una «mente parasitada«Se recuerda que las mayores calamidades de la historia, como el Holocausto, fueron provocadas por «mentes humanas defectuosas» que convencieron a las masas de ideas destructivas.
 
La conclusión es que la mayor amenaza para la humanidad no es el cambio climático, sino los desastres causados por la corrupción ideológica de la mente humana, que conduce al declive y posible extinción de la civilización occidental.

 

EL PODER JUDICIAL SIN CONTROL CONSTITUYE EL PRINCIPIO DE CORRUPCIÓN

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EMPATÍA SUICIDA: MIEDO Y ESPERANZA

«Quien desea pero no obra, engendra peste«.

William Blake

 

ENTRE EL MIEDO Y LA ESPERANZA. «El destino sin esperanza de las mayorías sin poder es causado por la esperanza sin miedo de las minorías con poder».

 

 
 
 
 
 
 
 
 

 

SER CUERDO EN UNA SOCIEDAD DEMENTE