«Para la Gen Z, Morfeo no es un Libertador; sólo es el cabrón que desconectó a Neo de la Matrix»
“Deseo es la facultad de ser causa de los objetos de nuestras
representaciones por medio de estas representaciones mismas. La facultad que
posee un ser de obrar según sus representaciones se llama vida”.“Principios Metafísicos del Derecho” (Kant).
El Documental que os proponemos, «Yo soy Generación Z», incurre en la misma inconsistencia en que estoy incurriendo ahora, al usar el objeto de mi crítica como medio de divulgar mi crítica. ¿Cabe mayor evidencia de estar librando una batalla ya perdida?Usé intensamente Twitter durante 2 años, como experimentación personal de «lo nuevo» que desconocía; hace uno y medio que lo dejé, y aún no he recuperado mi capacidad lectora.Esa es mi actual necesidad cultural; sin perder la capacidad de comprensión y análisis, he de compatibilizar los nuevos recursos con los anteriores: la lectura de libros «de papel» con profundidad de comprensión, con la lectura en los nuevos soportes digitales, conservando lo bueno de lo antiguo dentro de lo nuevo, que lo ha desplazado ya. Hemos de hacerlos comunes, compatibilizando la facilidad en el acceso y la comprensión del contenido de los nuevos medios culturales.Ese es el apoyo que los «jóvenes nativos digitales» precisan: Sin dejar de sumergirse en la realidad de una nueva cultura, cuyo rasgo esencial es, a la vez, su objeto, su medio y su naturaleza, su materialización «digital», y por tanto vocada a convertirse en una cultura realmente global, conservar la inteligencia que existe en lo «viejo».Para la Gen z, Morfeo es sólo el cabrón que desconectó a Neo de la Matrix. No tienen dudas acerca de qué pastilla tomar; muertas las ideologías, solo cuenta la realidad. La política se ha transformado en sociología. El Control Social «tradicional» ha muerto. Ahora si, el viejo nihilismo, por fin con plena conciencia de la realidad, proclama hoy, conforme a la razón, que Dios ha muerto.Pretendemos un mundo nuevo, y lo que vamos realmente a alcanzar es una fractura evolutiva, una humanidad que va perdiendo sus rasgos humanos, en la que apenas se reconoce ya la empatía que constituye esencia de la especie humana, pasando de su tradicional carácter de fin para lograr una vida plena, a convertirse en simple medio de obtención de riqueza y poder, invocando falsariamente una preocupación social inexistente en realidad. Quienes pierden la empatía adquieren, con esa pérdida, ventajas para su desarrollo personal, que hoy parece ser solo social.La riqueza es la condición para engrosar el bando de una distópica Nueva Humanidad, cuya capacidad económica les permitirá prolongar la duración de su vida, así como «mejorar» su corpus físico con gadgets amplificadores de su memoria, e incluso de su inteligencia o salud.Esa Nueva Humanidad, en realidad inhumana, supone una diferenciación entre quienes pueden, y quienes no, costear su inmortalidad como super-humanos. Un salto evolutivo; el primero que tiene como causa elementos artificiales, creaciones humanas y, por tanto, contingentes en su naturaleza. Una división entre los muchos -para quienes se proyecta un control total sobre sus vidas e instintos reproductivos- y los muy pocos, con vocación e alcanzar, no ya aquél soñado Reich de los 1000 años, sino su divinización, su conversión en dioses frente a la humanidad bestializada, que habrá dejado de ser sujeto, para convertirse en Objeto. Habremos pasado de ser simples consumidores, a convertirnos en meros productos de consumo. Consumidores de nosotros mismos. «No somos los primeros esclavos, pero sí los primeros que ignoramos serlo por completo».Y en este proceso incierto, la admisión está restringida: solo caben los ricos y los poderosos; su instrumento es la Corrupción, productora de riqueza para los corruptos políticos y empresarios, única llave de acceso al «Nuevo Mundo» sicopático.♦♦♦♦♦“La Ortogénesis, también conocida como la evolución ortogenética, la evolución progresiva o la autogénesis, es una hipótesis biológica según la cual la vida tiene una tendencia innata a evolucionar de un modo unilineal debido a alguna «fuerza directriz», ya sea interna o externa. La hipótesis tiene bases filosóficas de esencialismo, finalismo, y de teología, y propone una fuerza intrínseca que lentamente transforma las especies. Teilhard de Chardin, un paleontólogo jesuita, en “El grupo Zoológico Humano”, libro que influyó a muchos no científicos, publicado cuatro años luego de la muerte de su autor en 1959, argumentaba a favor de la evolución en búsqueda del «punto omega«, a la vez poniendo al hombre al centro del universo. La refutación de la ortogénesis tuvo ramificaciones importantes en el área de la filosofía. La idea de teología y la concepción teleológica del universo y la vida, como primero la postuló Aristóteles fue refutada por Kant, quien influenció de gran manera a muchos científicos”. (Wikipedia).
Teilhard define el Punto Omega como “una colectividad armonizada de conciencias, que equivale a una especie de superconciencia. La Tierra cubriéndose no sólo de granos de pensamiento, contándose por miríadas, sino envolviéndose de una sola envoltura pensante hasta no formar precisamente más que un solo y amplio grano de pensamiento, a escala sideral. La pluralidad de las reflexiones individuales agrupándose y reforzándose en el acto de una sola reflexión unánime” (El Fenómeno Humano – Teilhard de Chardín).
“Sin embargo, y me apresuro a decirlo, la grandeza de esta situación no se desvela ni se crea de un solo golpe: En su realidad histórica, el enrollamiento planetario de la Humanidad sobre sí misma no ha progresado sino lentamente; y aun considerado en su conjunto, se divide, naturalmente, en dos fases mayores que Importa separar con todo cuidado. Imaginémonos, en el interior de un sólido comparable al globo terrestre, una onda emergente del polo Sur y que se eleve en dirección al polo Norte. Sobre todo su recorrido la onda considerada se propaga en medio curvo, y, por tanto, “acercante”. Sin embargo, sobre la primera mitad del trayecto (hasta el Ecuador) se dilata; mientras que solamente más lejos empieza a contraerse sobre sí misma. Pues bien, siguiendo un ritmo muy parecido, se podría decir, parece que se realiza históricamente el establecimiento de la Noosfera. Desde sus orígenes hasta nuestros días, la Humanidad, recogiéndose y organizándose ya incoativamente sobre sí misma, ha pasado ciertamente por un período de establecimiento geográfico, en el curso del cual se trataba para ella, en primer lugar, de multiplicarse y de ocupar la Tierra. Y sólo muy últimamente, “una vez franqueada la frontera”, han aparecido en el Mundo los primeros síntomas de un repliegue definitivo y global de la masa pensante en el interior de un hemisferio superior, en el que sólo podría irse contrayendo y concentrando por efecto del tiempo. Socialización de expansión que revierte, para culminar, en una Socialización de compresión”. (Pierre Teilhard de Chardín – “El Grupo Zoológico Humano”).
♦♦♦♦♦
La Evolución es claramente ortogénica pues el progreso absoluto, medido en número de cambios de nivel de complejidad, tan solo se ha dado en una única rama, entre todas las que han formado el frondoso árbol de la vida
«El tiempo ha dado la razón a los antiguos saltacionistas, pues la auténtica evolución progresiva se produce de forma brusca, bien sea por saltos o macromutaciones, bien sea por una sucesión rápida de grandes mutaciones. A ello apunta la teoría del equilibrio puntuado, lo corrobora la biología del desarrollo y lo demuestra drásticamente la teoría endosimbionte.
Como también demostraron grandes científicos de antaño, con teorías como la senilidad racial, de Alpheus Hyatt, o el punto omega de Teilhard de Chardin, la Evolución es claramente ortogénica pues el progreso absoluto, medido en número de cambios de nivel de complejidad, tan solo se ha dado en una única rama, entre todas las que han formado el frondoso árbol de la vida.
Ninguna teoría ha conseguido explicar todavía el por qué de esa gran dirección. La selección natural y sus efectos, la adaptación, la diversificación, la especialización y la reversión, tan solo forman parte de uno de los cuatro principios de los que consta la nueva síntesis que se ha venido forjando durante los últimos años: el principio de regresión, al que hay que añadir el principio de progreso, el principio de mutación y el principio de dirección.
Proponemos el nombre de neoortogénesis para esta nueva síntesis».
Nuevo árbol de la vida. No es cierto que los peces den lugar a los anfibios. Los peces solo dan lugar a más peces y tan sólo una de sus líneas evolutivas da lugar a los anfibios; tan sólo un anfibio da lugar a los reptiles; tan sólo un reptil da lugar a los mamíferos. Y eso nunca más vuelve a repetirse.
Todo el árbol evolutivo ha estado en manos de unas pocas especies localizadas a lo largo de un delgadísimo «eje central». Es una estructura sumamente extraña (imposible desde el punto de vista darwinista) que aun no ha sido explicada por ninguna teoría evolutiva.
Lo grave del asunto es que admitir el progreso equivale a admitir la ortogénesis retrospectiva, ya que ese progreso, el de los grandes hitos, ha tenido lugar solo en una única línea evolutiva de entre todos los miles o cientos de miles que han existido. En todas las restantes ramas, la evolución ha sido muy limitada pues ninguna de ellas ha progresado tanto como esa línea principal. Es cierto que todas ellas recorren una primera etapa de desarrollo y progreso, pero sin lograr sobrepasar más de un nivel de complejidad. Quizás la que más progreso haya experimentado ha sido la «línea progresiva» de los artrópodos, que ha pasado de los organismos acuáticos a los terrestres y a los voladores. Pero, a pesar de los aparentes logros («vida social» de los himenópteros, como las hormigas), no han dejado de ser artrópodos, no han dejado de ser invertebrados y su sistema nervioso no ha conseguido sobrepasar cierto umbral.
Tras una inicial etapa de progreso reina la estabilidad (simple diversificación o «barajamiento de genes») y la degeneración por adaptación excesiva. Recordemos que el culmen de la adaptación es el parasitismo, que no es sino el estado previo a uno de los diferentes tipos de extinción. La sucesión de «pirámides» que observamos en el árbol de la vida, parece necesaria para que la evolución no se detenga por envejecimiento de todas las líneas evolutivas. El tiempo transcurrido entre «pirámides» o «bigbangs» evolutivos puede ser amplio al comienzo, cuando los organismos aun son simples y los caminos evolutivos son numerosos, pero se acorta cuando aumenta el grado de complejidad y los caminos posibles se restringen.
*******
La Ilusión de la Inmortalidad, el impulso hacia el Mundo Psicopático soñado por «los Amos del Universo» (*)
Si las cosas no mejoran y continuamos ahondando en la división de los muchos, facilitadora del dominio de los «muy pocos», nuestro futuro inmediato podría ver una división evolutiva, en la que los más se estancarán y sólo un pequeña élite dará el salto a ese nuevo escalón de la evolución. Para bien o para mal.
En diciembre de 2015 se aplicó por primera vez la tecnología CRISPR para la edición genética. Su descubridora ya había sido premiada con el Nobel en 2010. ¿La Edición Genética Humana se convertirá en el nuevo paradigma?
Todo es nuevo; y orientado al mismo objeto: Las «Fake News» como mecanismo para acabar, tanto con nuestra Libertad mediante la Desinformación, como con la Justicia, que ya ha dejado de significar «dar a cada uno lo suyo» (Ulpiano), para representar sólo un mecanismo de solución de conflictos basado en la coacción (que nos fuerza a una Conformidad tácita a la Corrupción de todos los ámbitos de la vida), y el uso de la fuerza en última instancia, por parte de un Estado que nos es ajeno, del que ya no somos, ni nos sentimos, ciudadanos, sino sólo sus súbditos.
Y, por fin, el Miedo. A la Gen Z, le han metido el Miedo en el cuerpo usando todos los mecanismos imaginables, y más allá; hasta utilizar para el papel de «Profeta del clima», a una menor, autista a la que mantenían sin escolarizar. Una Agresión Emocional brutal. Dirigida a impactar en los menores de edad.
Y, además, la Pandemia, innovadora herramienta de Control Social, mediante la que los Gobiernos destruyen los Derechos Humanos y las Libertades Públicas.
Sin Libertad, sin Justicia, con Miedo, … pero Entretenidos. Con Universos a la Carta. Lo Virtual Es Real.
Y sin que les sea posible obtener ayuda de la Experiencia, pues están inaugurando -repentinamente- un Mundo, que antes no pudimos siquiera imaginar.
Nativos Digitales. Pioneros del Nuevo Mundo.
(*) «los Amos del Universo» expresión utilizada por Tom Wolfe en su novela «La hoguera de las vanidades«, para referirse al universo de los adinerados ejecutivos de finanzas y sus interacciones con el resto de la sociedad.
*******
Logran revertir el proceso de envejecimiento en ratones
El equipo del científico español Juan Carlos Izpisúa ha demostrado que puede retrasar de forma segura y eficaz este proceso en ratones de mediana edad y ancianos. Los resultados se publican en la revista Nature Aging
A medida que envejecemos no solo cambia nuestro aspecto y salud, sino que además cada célula del organismo lleva un reloj molecular que registra el paso del tiempo. Ahora, científicos han logrado revertir el proceso de envejecimiento en ratones restableciendo parcialmente sus células a estados más juveniles. En concreto, el equipo del científico español Juan Carlos Izpisúa ha demostrado que puede retrasar de forma segura y eficaz este proceso en ratones de mediana edad y ancianos. Los resultados se publican en la revista Nature Aging.
«Además de abordar las enfermedades relacionadas con el envejecimiento, este enfoque puede proporcionar a la comunidad biomédica una nueva herramienta para restaurar la salud de los tejidos y del organismo, mejorando la función y la capacidad de recuperación de las células en diferentes situaciones de enfermedad, como las enfermedades neurodegenerativas», resume el científico.
Izpisúa es investigador en el Laboratorio de Expresión Génica del Instituto Salk de La Jolla (California, EE.UU.), que ha realizado este trabajo en colaboración con Genentech, del grupo Roche. El artículo, por parte española, lo firman también Estrella Núñez, de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, y Pedro Guillén, fundador de Clínica Cemtro (Madrid); ambos centros han ayudado a financiar la investigación.
Los resultados que ahora se conocen tienen años de laboratorio detrás. Izpisúa y su equipo descubrieron en su día que, alterando la dosis, frecuencia y duración de unas moléculas llamadas factores de Yamanaka, podían programar las células para aumentar su resiliencia y funcionalidad «in vitro».
Se trata de reprogramación celular, un proceso en el que a través de la actividad de cuatro proteínas -factores de Yamanaka- se logra transformar cualquier célula adulta en una célula madre pluripotente inducida, capaz de dividirse de forma indefinida y convertirse luego en cualquier tipo de célula. El descubrimiento de este proceso por el japonés Shinya Yamanaka le valió un Nobel.
Después de los hallazgos «in vitro», el equipo en 2016 informó por primera vez de sus avances en animales: entonces observamos, recuerda a Efe Izpisúa, que este tratamiento contrarrestaba los signos del envejecimiento y aumentaba la esperanza de vida en ratones con una enfermedad de envejecimiento prematuro.
Más recientemente, en 2021, descubrieron que, incluso en ratones jóvenes, estos factores pueden acelerar la regeneración muscular; «tras estas observaciones, científicos han utilizado nuestra metodología para mejorar la función de otros tejidos, del corazón, cerebro o nervio óptico», añade.
El estudio que ahora se publica tenía doble finalidad: comprobar si los efectos beneficiosos previamente observados en ratones con diversas enfermedades también ocurrían en ratones sin patologías y si pasaba a diferentes etapas de la vida. Por eso, un grupo de ratones recibió dosis regulares de los factores de Yamanaka desde los 15 hasta los 22 meses, lo que equivale aproximadamente a 50-70 años en humanos.
Otro grupo fue tratado desde los 12 hasta los 22 meses (35-70 años en humamos) y un tercero solo durante un mes a la edad de 25 meses (unos 80 años en humanos). «No observamos ningún efecto negativo en la salud, el comportamiento o el peso corporal de estos animales», señala en un comunicado Pradeep Reddy, de Salk.
En comparación con los animales control, no hubo alteraciones de las células sanguíneas ni cambios neurológicos en aquellos que recibieron los factores de Yamanaka; el equipo no encontró cánceres -un mayor riesgo está asociado al envejecimiento- en ninguno de los grupos. Cuando los investigadores observaron los signos normales del envejecimiento constataron que, en muchos aspectos, se parecían a ratones más jóvenes: en riñones y piel, la epigenética de los animales tratados se asemejaba más a los patrones epigenéticos observados en los más jóvenes.
Los marcadores epigenéticos, influidos por el ambiente y muy ligados al estilo de vida, son las marcas químicas que controlan nuestra genética y cambian la forma en cómo se expresan los genes. Los científicos vieron también que cuando se lesionaban, las células de la piel de los ratones tratados tenían una mayor capacidad de proliferación y eran menos propensas a cicatrices permanentes -los más viejos mostraban menos proliferación y más cicatrices.
Esta juventud se comprobó en los animales tratados con los factores de Yamanaka durante siete o diez meses, pero no en aquellos tratados un solo mes. Es más, cuando se analizaron los animales tratados a mitad del procedimiento, los efectos, aunque presentes, aún no eran tan pronunciados. En cambio, cuando se hacía con animales de edad más avanzada, un mes de tratamiento era suficiente para mostrar todos los efectos beneficiosos.
El tratamiento no se limita a detener el envejecimiento
Esto sugiere que el tratamiento no se limita a detener el envejecimiento, sino que lo está retrocediendo activamente. No obstante, advierten los autores, se necesita más investigación para diferenciar ambas cosas. «Queremos devolver la capacidad de recuperación y la función a las células viejas para que sean más resistentes al estrés, las lesiones y enfermedades. Este estudio demuestra que al menos en ratones hay un camino para conseguirlo», afirma Reddy.
«La traslación a la clínica podría suponer un cambio en la medicina actual, ayudando a revertir y prevenir algunas enfermedades, lesiones y disfunciones que nuestro organismo acumula a lo largo de la vida», concluye Izpisúa.
*******
*******
(Documental dirigido por Liz Smith)
«La noche temática»
Los jóvenes nacidos entre 1997 y 2012 son la generación Z. Se comunican a través de Tiktok, YouTube o Instagram. Y se enfrentan a una serie de estrategias para tenerlos enganchados. El ex director de monetización de Facebook, Tim Kendall, acerca algunas verdades incómodas: “Es preocupante hasta qué punto estamos siendo manipulados sin saberlo”. Los expertos reflexionan sobre cómo los jóvenes deben enfrentarse a unas redes sociales llenas de noticias falsas impulsadas por algoritmos pensados para apuntar al instinto de las personas. Los miembros de la generación Z se están convirtiendo en adultos en un mundo mediado por tecnologías digitales con poca o ninguna transparencia, un planeta que se enfrenta al cambio climático y una pandemia global sin precedentes. La tecnología digital prometía mucho, pero las fuerzas que la impulsan son demasiado poderosas. La generación Z cuenta cómo ven su futuro y se niegan a que los efectos negativos ganen. Contenido disponible hasta el 26 de julio de 2021.
Yo soy generación Z | Jóvenes nacidos entre 1997 y 2012
FICHA
Título original: I am Gen Z
Año: 2021
Duración 101 min.
País: Reino Unido
Dirección: Liz Smith
Música: Kim Halliday
Fotografía: Mads Junker, Liz Smith
Sinopsis: La Generación Z se pone ante el espejo en este documental que analiza cómo la explosión de la revolución digital está impactando en la salud mental de los más jóvenes de nuestra sociedad.
CRÍTICA:
Muy buen documental enfocado sobre todo en los problemas con las redes de la generación Z y también en las implicaciones económicas y de manipulación de mentes que estas tecnologías conllevan.Una densidad de contenidos tremenda. Hay que verlo en varias dosis por la cantidad de información que aportan los expertos, intervienen CEOS, neurocientíficos, psicólogos conductistas, etc. Liz Smith dirige el documental con buen pulso y los especialistas tienen un conocimiento brutal de lo que opinan, no como ocurre en muchos documentales en España que llevan a personajes que carecen de background en las Tics, los insoportables todólogos, y sueltan cuatro tópicos que muestran su ignorancia.Como defecto a subsanar que los subtítulos en español están colocados sobre otros subtítulos en blanco en muchas ocasiones, dificultando la lectura.Somos animales sociales y nuestro fin es integrarnos en un grupo ya sea de anoréxicos, jóvenes que se automutilan, etc
*******
Deja tu opinión