LA VENGANZA DE DON MENDO: DOBLE SESIÓN (Obra de Teatro y Película). ¿Por qué mataron a Muñoz Seca?

LA VENGANZA DE DON MENDO

 

¿Por qué mataron a Muñoz Seca?

MARTES, 14 de abril de 1931. Azaña y Miguelito Maura se presentan del bracete en Gobernación. El escritor sin lectores suda y refunfuña que los van a fusilar, pero Maura dice «¡Paso al Gobierno de la República!» y los civilones se les cuadran. ¡Ah, la España de opereta! O Españeta.

El 15, ABC hace pública su actitud: «Nuestra fe y nuestros principios no se los lleva el huracán de pasiones que ha turbado tantas conciencias y ha extraviado a una gran parte del pueblo, sumándolo (creemos que pasajeramente) a esa otra porción que en toda sociedad propende a la rebeldía con los peores instintos, y sobre la que no ha elaborado jamás una política honrada. Seguimos y permaneceremos donde estábamos: con la Monarquía constitucional y parlamentaria, con la libertad, con el orden, con el derecho, respetuosos de la voluntad nacional, pero sin sacrificarle nuestras convicciones. La Monarquía es el signo de todo lo que defendemos; es la historia de España. Los hombres y los azares pueden interrumpir, pero no borrar la tradición y la historia, ni extirpar las raíces espirituales de un pueblo, ni cambiar su destino.»

Sólo por esto matarán luego al subdirector Santamaría; a los redactores Travesí, Asenjo, Blanco y Miguel Ruiz; al redactor gráfico Duque; a los colaboradores Maeztu, Bueno, Alcalá Galiano, Honorio Maura -hermano de Miguel-, Pradera, Martínez de la Riva, Rufino Blanco, Polo y Federico Santander; al jefe de encuadernación, González; al secretario del director, Miralles; al secretario del Consejo de Administración, Fernández Cancela… De casualidad han escapado Ruano, en Roma; Camba, en Lisboa; Fernández Flórez, de embajada en embajada por Madrid… Escribían en ABC. Pero ¿y Muñoz Seca, que nunca escribió en ABC?

Por leerlo.

 

 

Café de Levante. Cada día, Muñoz Seca se desayuna con café con tostada y compra el ABC. Al irse, una mujer le pide limosna. Él le da la tostada y el ABC, para que lo revenda. Un día, la mujer desaparece. Llegan dos mujeres, que dicen que la otra ha muerto y que ha hecho testamento. «¿Tenía fortuna?» «No, señor; pero a ésta le deja el ABC y a mí la tostada.»

En el primer número del usurpado ABC aparece este suelto republicano: «Por algo se comienza. La Gaceta de ayer publicó un decreto de Hacienda por el que se declara cesante a Pedro Muñoz Seca. ¿Cómo? ¿Que no caéis? ¡Sí, hombre! Se trata de aquel autor monárquico y gracioso, fabricante de «La Eme» -en recuerdo acaso de una tara hereditaria- que al advenimiento de la República, cuando el pueblo se contentó con poner al pie de su triunfo el estribillo de «Un, dos, tres, / muera Mola y muera Berenguer», que por cierto no murieron, puso sobre la puerta del ascensor de su casa -¡suya, compañeros!-, con el letrero de «No funciona», este otro dirigido a sus pacientes inquilinos: «Un, dos, tres, cuatro; / tenéis ascensor pa rato». ¡Le recordáis, claro! ¿Cómo no acordarnos del Muñoz Seca de «La Eme», el monárquico tolerado por el primer bienio republicano, el bienio bondadoso, y ascendido por el segundo bienio, el negro, el hisopado de agua maldita de Roma y Montemayor? Pues por él, por Muñoz Seca ha comenzado la labor depuradora dentro de la burocracia. Poco es, pero algo es algo. ABC, convertido desde hoy en diario del pueblo, espera y confía recibir en su redacción mañana mismo otro número de la Gaceta extraordinario en páginas, con todas ellas llenas de funcionarios enemigos del Régimen.»

Los milicianos hacen el resto. A Muñoz Seca lo cazan en Barcelona y lo trasladan, como a un animal, a la Modelo de Madrid:

-Podréis quitarme la cartera, podréis quitarme las monedas que llevo encima, podréis quitarme el reloj de mi muñeca y las llaves que llevo en el bolsillo, podéis quitarme hasta la vida; sólo hay una cosa que no podréis quitarme, por mucho empeño que pongáis: el miedo que tengo.

Ya en Paracuellos, según el testimonio del doctor Sanz Beneded, cambia de opinión. Dice a sus asesinos:

-Me equivoqué al ingresar en la prisión de Madrid y deciros lo que os dije; sois tan hábiles que me habéis quitado hasta el miedo.

 

LA VENGANZA DE DON MENDO

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LA VENGANZA DE DON MENDO (Película de Fernando Fernán Gómez)

 

Título original: La venganza de Don Mendo

Año: 1961

Duración: 83 min.

País:  España

DirecciónFernando Fernán Gómez

GuionFernando Fernán Gómez. 

Obra: Pedro Muñoz Seca

Reparto: Fernando Fernán Gómez como Don Mendo Salazar, (marqués de Cabra). Paloma Valdés como Magdalena. Juanjo Menéndez como Don Pero Collado, duque de Toro. Antonio Garisa como el rey Alfonso VII. Joaquín Roa como Don Nuño Manso de Jarama. Lina Canalejas como la reina Berenguela. María Luisa Ponte como Doña Ramírez. José Vivó como el marqués de la Moncada. Paula Martel como Azofaifa. Naima Cherky como Rezaida. Lola Cardona como la marquesa de Tarrasa. Francisco Camoiras como Clodulfo. Antonio Queipo como el abad. Xan das Bolas como Alí. Pilar Gómez Ferrer como una duquesa. Fernando Sánchez Polack como el barón de Vedia. José Antonio Izaguirre como Froilán. Agustín Zaragoza como Manfredo. Manuel Aguilera como Don Suero. Ángel Calero como el escudero. Rafael Cortés como un noble.

MúsicaRafael de Andrés

FotografíaJosé Fernández Aguayo

CompañíasCooperativa Acta

Género: Comedia | Edad Media. Teatro. Capa y espada. Parodia

Grupos: Adaptaciones de Pedro Muñoz Seca

Sinopsis: Adaptación de la popular obra homónima de Don Pedro Muñoz Seca. Cuando Don Mendo, marqués de Cabra, galante y audaz caballero medieval, escala un torreón para llegar a los aposentos de la bella Magdalena, es sorprendido por Don Nuño Manso de Jarama, el padre de la dama, que ha concedido la mano de su hija al Duque de Toro. Para proteger el honor de su amada, Don Mendo asegura que ha subido al torreón para robar, por lo que es condenado a morir emparedado vivo. El Marqués de Moncada y otros nobles caballeros, amigos todos de Don Mendo, le facilitan la huida. Ha pasado el tiempo y Magdalena sigue siendo tan infiel al de Toro como antes al de Cabra. Ahora es la amante del Rey. Un ‘bellísimo’ trovador, que no es otro que Don Mendo, aparece en el campamento del Rey y enamora a todas las mujeres. El de Toro y el de Manso acuden a la Cueva de Algodor, lugar de cita de todos los enamorados, al acecho de la infiel. Allí van llegando el Rey tras Magdalena, Magdalena y la Reina tras el Trovador, la mora Azofaifa, dispuesta a liquidar a sus rivales, y, por supuesto, Don Mendo, que cree llegada la ocasión de ejecutar su venganza.

FILMAFFINITY

 

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 Ladrón vos, don Mendo

 
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LA VENGANZA DE DON MENDO (Teatro TVE, con Manuel Gómez Bur)

La venganza de Don Mendo, de Pedro Muñoz Seca, con Manolo Gómez Bur, Amparo Baró y Alejandro Ulloa. La venganza de Don Mendo obra teatral de Pedro Muñoz Seca; fue estrenada en el Teatro de la Comedia de Madrid en 1918, convirtiéndose al instante en un éxito como comedia.

Emitida por televisión el 3 de enero de 1979

DIRECTOR Gustavo Pérez Puig. INTÉRPRETES Manolo Gómez Bur – Don Mendo Amparo Baró – Magdalena Jaime Blanch – Moncada ía Silva – Azofaifa.

TEATRO TVE

 

TEATRO TVE La venganza de Don Mendo. Con M. Gómez Bur

La venganza de Don Mendo obra teatral de Pedro Muñoz Seca; fue estrenada en el Teatro de la Comedia de Madrid en 1918, convirtiéndose al instante en un éxito como comedia ambientada en la España medieval. Su éxito fue tan grande que, hoy en día, es la cuarta obra más representada de todos los tiempos en España junto con Don Juan Tenorio, Fuenteovejuna y La vida es sueño. Es, además, un recorrido por casi todos los metros y formas estróficas de la poesía castellana. La obra pertenece al género, creado por el autor, del astracán. El astracán es un género cómico menor que sólo pretende hacer reír a toda costa: la acción, las situaciones, los personajes incluso el decorado dependen única y exclusivamente del chiste, que suele ser de retruécano y de deformación cómica del lenguaje. La venganza de Don Mendo es una obra dividida en cuatro actos, en la que abundan los juegos de palabras y golpes de humor; una reducción al absurdo de los elementos propios del drama histórico con fines paródicos. Se unen elementos detonante del ayer y del presente en obvios anacronismos, haciendo además que personajes medievales se muevan en un mundo dominado por la moral utilitaria del tiempo de Muñoz Seca.