CAPITULO 3: «Sobre el imperio Asirio». Segunda Parte
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LA CRONOLOGÍA DE LOS REINOS ANTIGUOS, ENMENDADA
Por Isaac Newton
CAPITULO III. Sobre el Imperio Asirio
SEGUNDA PARTE
Traducción de María José Carrasco García
Parece que el imperio asirio alcanzó su grandeza durante el reinado de Senaquerib y Asarhaddón al permanecer unido bajo un monarca y reunir en él a Asiria, Media, Apoloniatis, Susiana, Caldea, Mesopotamia, Cilicia, Siria, Fenicia, Egipto, Etiopía y parte de Arabia, y además, porque llegaba por el Este hasta Elimais y
Paretacene, una provincia de los medos. Además, si Halah y Habor son, como algunos piensan, la Cólquida e Iberia, y puede ser probable por la circuncisión usada por esas naciones hasta los tiempos de Heródoto, podemos añadirle estas dos provincias junto con las dos de Armenia, Ponto y Capadocia, hasta llegar al río Halis. Así pues Heródoto nos dice que las gentes de Capadocia hasta donde estaba ese río, eran llamadas “sirios” por los griegos, tanto antes como después de los tiempos de Ciro, y que los asirios eran también llamados sirios por los griegos.
Sin embargo, los medos se rebelaron contra los asirios hacia el final del reinado de Senaquerib, creo que hacia la fecha de la matanza de su ejército cerca de Egipto y de su huida a Nínive, ya que en ese tiempo, el estado de Senaquerib tenía problemas y, por tanto, Tobías no pudo ir a Media como había hecho antes, Tobías I,15. Algún tiempo después Tobías le aconsejó a su hijo que fuera a Media, donde podría esperar la paz, mientras que Nínive, según la profecía de Jonás, iba a ser destruida.
Ctesias escribió que Arbaces, un medo, cuando fue admitido para ver a Sardanápalo en su palacio, se percató de la vida voluptuosa que este llevaba entre mujeres y se rebeló contra los medos. Además, acompañado de Belesis, un babilonio, lo asaltó e hizo que Belesis le pegara fuego al palacio de Sardanápalo y que se quemara a sí mismo. No obstante, otros autores de más credibilidad, lo contradicen. Así pues, Duris y muchos otros, escribieron que, cuando Arbaces fue admitido en el palacio de Sardanápalo, al ver la vida afeminada de este, se suicidó. Cleitarco afirma que Sardanápalo murió de viejo, tras haber perdido su dominio sobre Siria, dominio que había perdido porque las naciones del oeste se habían rebelado. Heródoto nos dice que los medos se rebelaron primero y defendieron su libertad por la fuerza de las armas contra los asirios, sin conquistarlos. También menciona que al principio de la rebelión no tenían rey, pero que después de un tiempo, nombraron a Deyoces para gobernarlos, construyeron Ecbatana para su residencia y, que Deyoces reinó sólo sobre Media y tuvo un reinado apacible de 54 años, pero que su hijo y sucesor Fraortes le hizo la guerra a sus vecinos y conquistó Persia. También añade que, al final, también los sirios y otras naciones occidentales, se rebelaron contra los asirios, animados por el ejemplo de los medos y que tras la revuelta de las naciones occidentales, Fraortes invadió a los asirios, pero fue asesinado por ellos en esa guerra, después de que hubiera reinado durante veintidós años, y que fue sucedido por Astiages.
Pues bien, Asarhaddón parece ser el Sardanápalo que murió de viejo tras la revuelta de Siria, ya que el nombre de Sardanápalo se deriva de Asarhaddón- Pul. Sardanápalo era el hijo de Anaxindaraxis, Cindaraxis o Anabaxaris, rey de Asiria; y este nombre parece haber sido la corrupción escrita de Senaquerib, padre de Asarhaddón.
Sardanápalo construyó Tarso y Anchíale en un día, y por tanto, reinó sobre Cilicia antes de la revuelta de las naciones occidentales. Además, si él era el mismo rey que Asarhaddón, fue sucedido por Saosduchino en el año 81 del reinado de Nabonasar. Con esta revolución, Manasés fue puesto en libertad para volver a casa y fortificar Jerusalén. Así también los egipcios, después de que los asirios hubieran hostigado a Egipto y Etiopía durante tres años, Isa. XX. 3, 4. fueron puestos en libertad y continuaron bajo el gobierno de doce reyes contemporáneos de su propia nación, como se ha mencionado arriba.
Los asirios invadieron y conquistaron a los egipcios en el primero de los tres años y reinaron sobre ellos dos años más. Estos son los dos años de entrerreinos que Escipión el africano, tomándolo de Manetón, sitúa justo antes de los doce reyes.
Los escitas de Turán o Turquestán, más allá del río Oxus, comenzaron en esos días a infestar Persia y en una de sus incursiones pudieron dar pie a la revuelta de las naciones occidentales.
En el año 101 del reinado de Nabonasar, Saosduchino, tras un reinado de veinte años, fue sucedido en Babilonia por Cinaladán, y yo creo que también en Nínive, ya que yo considero que Cinaladán es ese Nabucodonosor que se menciona en el libro de Judit, pues la historia de ese rey pega mejor con esos tiempos. Además, en él se dice que “Nabucodonosor, rey de los asirios, que reinó en Nínive, esa gran ciudad, en el décimo sexto año de su reinado le hizo la guerra a Arfaxad, rey de los medos”, y que lo dejaron solotras la deserción de las naciones que lo ayudaban, Cilicia, Damasco, Siria, Fenicia, Moab, Amón y Egipto, y que sin su ayuda derrotó por completo al ejército de los medos y mató a Arfaxad. También se dice que Arfaxad construyó Ecbatana, y por tanto, fue, o Deyoces, o su hijo Fraortes el que pudo terminar la ciudad fundada por su padre. Asimismo, Heródoto cuenta la misma historia de un rey de Asiria, que derrotó por completo a los medos y mató a su rey Fraortes, y afirma que en tiempos de esta guerra, los asirios fueron abandonados a causa de la deserción de naciones que lo ayudaban, aunque por lo demás estaban bien.
Arfaxad era, por tanto, el Fraortes de Heródoto, y en consecuencia, fue asesinado cerca del principio del reinado de Josías, pues esta guerra tuvo lugar después de que Fenicia, Moab, Amón y Egipto habían sido conquistadas y se habían rebelado, Judit I,7,8,9; y como consecuencia, después del reinado de Asarhaddón, quien las había conquistado.
Esto se hizo cuando los judíos acababan de volver de la cautividad, “y las Naves y el Altar y el Templo fueron santificadas después de la profanación” Judit IV.3. Esto es muy poco después de que Manasés, su rey, hubiera sido llevado como cautivo a Babilonia por orden de Asarhaddón, y al morirse ese rey, o por algún otro cambio en el imperio asirio, hubiera sido liberado junto con los judíos de esa cautividad, y hubiera reparado el Altar y restaurado los sacrificios y el culto en el Templo, 2 Crónicas. XXXIII.11, 16.
En la versión griega del libro de Judit, capítulo V. 18, se dice que “el Templo de Dios fue destruido hasta el suelo”, pero no se menciona en la versión de San Jerónimo; Además, en la versión griega, capítulo IV. 3, y capítulo XVI. 20, se dice que “las naves y el altar y la casa fueron santificados después de la profanación”, y en ambas versiones, capítulo IV, 11, el Templo se nos presenta como levantado.
Tras esta guerra, Nabucodonosor, rey de Asiria, durante el 13o año de su reinado y según la versión de San Jerónimo, mandó a su capitán Holofernes con un gran ejército a vengarse de todo el país occidental, porque había desobedecido sus mandamientos. Holofernes fue hacia allí con un ejército de 12.000 flecheros de caballería y 120.000 a pie, entre asirios, medos y persas, y redujo Cilicia, Mesopotamia, Siria, Damasco y parte de Arabia, y Amón y Edom y Madiam, y luego fue contra Judea. Esto se hizo cuando el gobierno estaba en manos del Sumo Sacerdote y de los Ancianos de Israel, Judit IV.8 y VII,23 y en consecuencia, no durante el reinado de Manasés o Amón, sino cuando Josías era niño.
En tiempos de prosperidad, los hijos de Israel tendían a seguir por tanto, cuando se nos dice que Josías, “durante el octavo año de su reinado, mientras era joven aún, comenzó a buscar al Dios de David, su padre, y durante el décimo tercer año de su reinado comenzó a purgar Judá y Jerusalén de la idolatría y a destruir los bosques y lugares sagrados y los altares y las imágenes de Baalim”, 2 Crónicas. XXXIV. 3, se puede deducir que estos actos de religión fueron ocasionados por peligros inminentes y para escapar del peligro.
Cuando Holofernes se lanzó en contra de las naciones occidentales y las despojó, entonces los judíos se aterrorizaron y fortificaron Judea y “clamaban a Dios con gran fervor y se humillaban llevando el cilicio y ponían cenizas sobre sus cabezas y gritaban al Señor, Dios de Israel, que no darían a sus esposas y a sus hijos y a sus ciudades como presas, ni el Templo para que fuese profanado; y el Sumo Sacerdote y todos los sacerdotes se ponían cilicios y ceniza, y hacían ofrendas quemadas todos los días con votos y presentes de las gentes”, Judit IV. Después comenzó Josías a buscar al Dios de su padre, David, y después de que Judit hubiera matado a Holofernes y de que los asirios hubiesen huido, y de que los judíos que los perseguían, hubieran vuelto a Jerusalén, “adoraron al Señor e hicieron ofrendas quemadas y regalos, y continuaron los banquetes ante el santuario por espacio de tres meses”, Judit XVI. 18; Entonces fue cuando Josías purgó Judá y Jerusalén de idolatría.
Por eso es por lo que me parece que el octavo año del reinado de Josías coincidió con el décimo cuarto o décimo quinto del de Nabucodonosor, y que el décimo segundo año del reinado de Nabucodonosor, durante el cual Fraortes fue asesinado, era el quinto o sexto del reinado de Josías.
Fraortes reinó 22 años según Heródoto, y, por tanto, sucedió a su padre Deyoces sobre el 40o año del reinado de Manasés, Anno Nabonass. 89, y fue asesinado por los asirios, y lo sucedió Astiages, Anno Nabonass.111.
Deyoces reinó 53 años según Heródoto, y estos años comenzaron en el 16o año del reinado de Ezequías, lo que hace probable que los medos los dataran desde el tiempo de su revuelta. Según todos estos cálculos, el reinado de Nabucodonosor coincidió con el de Cinaladán, lo que hace probable que no fueran sino dos nombres de un mismo y único rey.
Poco después de la muerte de Fraortes, los escitas, bajo el mandato de Madies o Medus, invadieron Media y vencieron a los medos en batalla, Anno Nabonass. 113, y fueron desde allí hacia Egipto, pero en Fenicia los esperaba Psamético, quien los sobornó. A la vuelta reinaron sobre una gran parte de Asia, pero tras unos 28 años fueron expulsados y muchos de sus príncipes y comandantes fueron asesinados por los medos en un banquete bajo el liderazgo de Ciáxares, el sucesor de Astiages, justo antes de la destrucción de Nínive; y el resto fue poco después obligado a retirarse.
En el año 123o de Nabonasar, Nabopolasar, el comandante de las fuerzas de Cinaladán, rey de Asiria, se rebeló contra él en Caldea y se convirtió en rey de Babilonia; Asimismo, Cinaladán, fue o entonces o poco después, sucedido en Nínive por el último rey de Asiria, a quien Polihistor llamaba Sarac. Con el tiempo, Nabucodonosor, el hijo de Nabopolasar, se casó con Amitis, la hija de Astiages y hermana de Ciáxares. Al emparentar las dos familias mediante este matrimonio, conspiraron contra los asirios, y como Nabopolasar ya estaba viejo y Astiages ya estaba muerto, sus hijos Nabucodonosor y Ciáxares dirigieron los ejércitos de las dos naciones contra Nínive, mataron a Sarac, destruyeron la ciudad y compartieron el reino de los asirios. Los judíos atribuyen esta victoria a los caldeos. Los griegos se la atribuyen a los medos, y Tobías, Polihistor, Josefo y Ctesias se la atribuyen a ambos. Esta victoria fue además la que dio comienzo al gran éxito de Nabucodonosor y Ciáxares, y puso los cimientos de los dos imperios colaterales de los babilonios y los medos, ya que éstos eran ramas del imperio asirio. Por tanto, con esto, el tiempo de la caída del imperio asirio está determinado, pues los conquistadores estaban entonces en plena juventud.
Durante el reinado de Josías, cuando Sofonías hacía sus profecías, Nínive y el reinado de Asiria todavía existían, y su caída fue predicha por ese profeta, Sof. I. 1y II. 13. Asimismo, al final de su reinado, el faraón Necao, rey de Egipto, sucesor de Psamético, se alzó contra el rey de Asiria en el río Eúfrates, para luchar contra Carquemís o Circutium, y en su camino hacia allí asesinó a Josías, 2 Reyes XXIII. 29. 2 Cró. XXXV. 20.
Por tanto, el último rey de Asiria no había sido asesinado todavía. No obstante, durante el tercer o cuarto año del reinado de Joaquín, el sucesor de Josías, los dos conquistadores, que ya habían tomado Nínive y terminado su guerra en Asiria, prosiguieron sus conquistas hacia el oeste y condujeron sus tropas contra el rey de Egipto ya que consideraban que este era el invasor de su derecho de conquista. Lo vencieron en Carquemís y lo despojaron de todo lo que él acababa de quitarles a los asirios. Así pues, no podemos equivocarnos en más de un año o dos si situamos la destrucción de Nínive y la caída del imperio asirio, en el segundo año de Joaquín, Anno Nabonass. 140. El nombre del último rey, Sarac, pudo quizás ser tomado de Sarchedón, ya que este nombre provenía de Asarhaddón, Asarhaddón- Pul, o Sardanápalo.
Mientras los asirios reinaban en Nínive, Persia fue dividida en varios reinos, y entre otros, estaba el reino de Elam, que floreció en los tiempos de Ezequías, Manasés, Josías y Joaquín, reyes de Judá, y que cayó en los tiempos de Sedequías, Jer. XXV. 25, y XIX.34,y Ezeq. XXXII.24. Este reino parece que fue poderoso y que mantuvo guerras con el rey de Turán o Escitia más allá del río Oxus, con éxito diverso, y que, al final, fue sometido por los medos y los babilonios, o por uno de ellos. Mientras Nabucodonosor hacía la guerra en el oeste, Ciáxares recobraba las provincias de Armenia, Ponto y Carpadocia, y entonces aquellos se fueron hacia el este, contra las provincias de Persia y Partia.
Si los pischdadianos, a quienes los persas reconocen como sus reyes más antiguos, eran los reyes del reino de Elam, o del de los asirios, y si Elam fue conquistado por los asirios al mismo tiempo que Babilonia y Susiana en el reinado de Asarhaddón, y al poco tiempo se rebeló, lo dejo por examinar.
FIN DEL CAPÍTULO III
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