Según un artículo publicado en el medio Cuartopoder bajo el título de “IU destaca la alta sintonía política con Podemos y se reafirma en la unidad” el coordinador de Izquierda Unida Alberto Garzón afirma que “la unidad ha aportado diputados que, por separado, ni IU ni Podemos habrían logrado”. No le falta razón. Quizá le haya faltado aclarar si ese “por separado” se refiere, para IU, a cuando esta se mostró acobardada y se fue achantando ante las presiones y chantajes de Podemos en el proceso en el que este fue encumbrado mediáticamente hacia el mal amago de no se sabe a qué asalto a los cielos. Quizá también haya faltado aclarar porqué en las tres ocasiones en las que IU y Podemos se presentaron juntos hayan tenido menos votos de los que hubieran tenido por separado, en el caso de IU contando su última trayectoria independiente, en el de Podemos la de las expectativas de voto en solitario previas a los acuerdos electorales. Mejor no mirar de dónde provenían los diputados que IU y Garzón se atribuyen como “logros”, sobre todo teniendo en cuenta que buena parte de ellos eran de Comunistes de Catalunya, de los que el gran comunista Joan Josep Nuet ha acabado por convertirse en un adalidid del independentismo burgués. No hay otro.
Garzón e IU tienen razón. Por separado no hubieran logrado mejor resultado político. Sobre todo para sus profesionales. El PCE tuvo algunos miembros que acabaron de Ministros, diputados generales y autonómicos del PSOE. Pero solo durante la época de González. En la etapa de Zapatero acabaron de inspectores de abastos en grandes capitales y de concejales en pueblos remotos. Tampoco le quedaban al PCE e IU grandes cuadros.
Con el tiempo veremos a los cadáveres del PCE/IU y a la metástasis en la que se haya transformado Podemos representado el papel más triste que quepa esperar de un bufón prosistema, no necesariamente del PSOE. La síntesis entre falangismo y peronismo que representa Errejón es una avanzada de lo que se avecina.
Y en esto le viene a uno preguntarse porqué lo que ha roto con IU/PCE lo ha hecho por la derecha (mil fragmentos aún menos derechistas) y porqué Podemos se alió electoralmente con tanto nacionalismo (Mareas, Compromís,…) que ahora también les abandonan. Quizá, si el lector se interrogase por las razones encontrase la pregunta básica ¿De verdad hay una identidad entre izquierda y clase trabajadora?
Yo creo que no. Creo desde hace tiempo que defender a la clase trabajadora, la que “de verdad” madruga, no la que han estado contado los facciosos ultraprivatizadores de todo (pensiones, sanidad, enseñanza,…) de Vox no significa tener una posición política electoral sino una muy básica, humana, la de defender algo principal: no ceder un milímetro más en las conquistas sociales que un día lograron nuestros padres y abuelos. Apostar por una vida decente, a la altura de un mundo civilizado. Y eso no nos lo van a regalar con las papeletas de los votos. Solo lo podremos lograr organizándonos como clase trabajadora. Lo ideológico viene después. Los comunistas no tenemos porqué ser “políticos”, al menos no en el sentido más indecente del término que le dan nuestros progres y burgueses.
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[2] 28-A: DERROTA DEL BLOQUE DE LA TABERNA, EL PP SE DESPEÑA POR EL CAMINO DE LA UCD. LA HORA DE LOS MODERADOS, “MA NON TROPPO”
El cadáver aún caliente del PP se lo disputan las hienas de Ciudadanos y los buitres de Vox, mientras el muñeco de las sonrisas, Pablo Casado, yace inerte hecho un guiñapo. Se inicia la descomposición del PP, siguiendo la estela de la extinta UCD. La desbandada, que comenzó antes de las elecciones, se hizo chorro en la campaña, será torrente incontenible a partir de mañana en dirección hacia ambos depredadores.
Hablar de refundación del PP es ilusorio espejismo. Casado, el títere del derrotado sin comparecer electoralmente, Aznar, ha sido pulverizado y quienes fueron defenestrados por aquel ya están más fuera que dentro, muchos de ellos ocupados en los viejos asuntos mercantiles de la derecha clásica. Una hipotética renovación no parece que pueda venir de jóvenes o no tan jóvenes cuadros políticos porque los bandazos desde el aznarismo de campanario y rapiña fueron sustituidos primero por el sablista pragmático de Rajoy luego por una vuelta a las esencias de la dehesa de un Casado empeñado en disputarle a Abascal el espacio de la extrema derecha eterna de dios y cierra España. Tanto bandazo ha terminado por emborrachar a la parroquia, una parte de la cual ha salido en espantada hacia una el nuevo PP que hoy representa Ciudadanos y hacia el original de ese viaje a las esencias ultras que es Vox. No les queda credibilidad para más maniobras, ni se vislumbra en el horizonte la existencia de un equipo capaz de renovar la dirección de un buque a la deriva que hace aguas por sus dos costados.
Sin embargo, la mejora electoral de los de Rivera y la irrupción con fuerza de los requetés de Abascal en el circo estatal parlamentario, no debe nublar el hecho de que Ciudadanos, en su intento acariciado con la punta de los dedos pero no rematado de sorpasso al PP, ha limitado por el centro su posibilidad de expansión, al escorarse hacia una derecha patriótica, ruda y esencialista y desbaratar su performance, siempre mal ejecutada, de moderación y de que el “éxito” esperado de la extrema derecha estaba claramente inflado desde las tabernas físicas y las virtuales de las redes, así como desde la Brunete mediática y la interesada colaboración de la progresía que, al grito de que viene el lobo, utilizó la amenaza ultra, que antes estaba pastoreada dentro del redil del PP, logrando captar el momento anímico de buena parte de la ciudadanía, asustada ante una deriva, más inducida que espontánea, confrontacional entre patriotismos de aldea que pudieran acabar con el ideal moderado de convivencia.
Sabe Sánchez y su equipo de asesores que España, educada en el conservador axioma de que en el centro está la virtud, es ese país que tras 40 años de miedo y sumisión a la dictadura se despertó un día “demócrata” y mesurada en sus posiciones políticas, no queriendo dejar memoria ni de su pasado “falangista” ni de la resistencia antifranquista de un socialdemocratizado y claudicante eurocomunismo. Eso explica tanto el inicial éxito de un partido creado desde el poder político por los posibilistas del franquismo que fue la UCD como de un resucitado, a pachas entre Berlín y Washington, con la colaboración de un sector de los fontaneros del Estado postfranquista, PSOE. Y Sánchez y los suyos se han aprestado a representar el papel que en si día encarnó Felipe González como gran modernizador centrista y “centrado” ante una España ovejuna y obediente a la que ni mil políticas de desposesión de los derechos sociales harían cambiar su resignado amén al virgencita que me quede como estoy.
Patético ha sido el espectáculo en estos años de un Podemos y compañía que pasaron de citar, sin nombrarle porque les avergüenza, a Marx en su alusión al asalto a los cielos de la carta del revolucionario alemán a Kugelmann en referencia a la Comuna de París y de “romper el candado constitucional” a blandir como catecismo del Padre Ripalda un ejemplar Constitución como garante de derechos sociales. Años antes el telepredicador Anguita exhibía el mismo texto al estilo del catecismo del padre Astete, clamando porque se cumpliesen los derechos al trabajo, la vivienda, la sanidad, las pensiones o la educación y mintiendo a sabiendas de que dichos derechos son meramente enunciativos, papel mojado en suma en un código cuyo modelo económico consagra el capitalismo y cuyo añadido por Zapatero artículo 135 elevaba a categoría superema el concepto de estabilidad presupuestaria y la preeminencia del pago de la deuda pública frente a cualquier otro gasto del Estado en los presupuestos generales; artículo que no será derogado por el futuro gobierno de centro progresista que formará el PSOE, con el apoyo de Podemos y otros socios de conveniencia.
La fuerte caída electoral de Podemos y socios, compensada por su más que probable papel clave en el apoyo a la formación del segundo gobierno Sánchez, salva a Iglesias de su defenestración política, hace de él tabla de salvación y lastre a su vez de un partido sin cohesión y con crisis permanente. En cualquier caso, habrá ajustes de cuentas menores, probablemente con Echenique, el Richelieu disminuido, como cabeza turco.
Les espera un largo purgatorio, apoyando a un gobierno que, tras los aguinaldos por segmentos sociales de los Consejos de Ministros de los viernes pasados, no será un paréntesis de estabilidad social sino el nuevo brazo ejecutor de recortes sociales, más reformas laborales y de pensiones, mayores privatizaciones de servicios, en cuanto a las grandes corporaciones empresariales, el FMI y el capital europeo de Bruselas se lo dicten en esta nueva fase de la crisis capitalista mundial que ya asoma en el horizonte. Pero el cinismo de los electores, que hacen como que creen que el voto encumbra gobiernos con poder real y autónomo del auténtico poder, el del capital, lo aguanta todo. Y la falacia del voto como acto soberano con efecto real sobre la política también. Como no hay dos sin tres, tras las políticas reaccionarias de Felipe González, las reformas laborales y de pensiones de Zapatero, Sánchez continuará por la misma senda porque hoy es el caballo de refresco del capitalismo, que necesita cierta estabilidad política, ante el hundimiento del PP y la fragmentación de la derecha, mientras ésta analiza cómo se recompone y bajo que siglas lo hará predominantemente.
Mientras tanto, la no necesidad de Sánchez de recurrir al apoyo parlamentario de los independentistas de Puigdemont favorecerá la desinflamación de las tensiones en Cataluña y de ésta con el resto del Estado español.
Está por ver si la entrada en escena de la extrema derecha se consolida o o si, por el contrario, es un breve paréntesis que se limite a cubrir el tiempo de costuras en la recomposición de la derecha. Mi hipótesis es que ha venido para quedarse. El triunfo de los pragmáticos de ERC y la pérdida de papel en el sostenimiento del gobierno PSOE del independentismo unilateral le quitará una de las patas de su triunfo actual. Pero no le faltarán medios económicos, tiempo y cuadros afluyentes de diversas procedencias para fortalecerse. Cuando vuelvan mal dadas en la economía, la rabia social que ya no canaliza Podemos y que no puede organizar ni dar dirección política una opción de clase porque ya no hay comunistas, si tienen la habilidad para abandonar la línea liberal de la extrema derecha austriaca o brasileña que hoy les inspira, y optan por la social de Marine Le Pen, ahí sí que estaremos ante un auténtico problema porque, entonces lo que hoy es ultraderecha puede pasar a ser fascismo organizado y escuadrista realmente peligroso. Al fin y al cabo, extendiéndose la macha parda por toda Europa nada puede vacunarnos contra ella, a menos que seamos tan cínicos y estúpidos como para creer que al fascismo lo derrotan las papeletas electorales y no una organización de la clase, consciente y con proyecto, lo que hoy no existe ni parece que vaya a asomar por el horizonte en muchos años.
Vendrán tiempos peores y nos harán más necios.
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[3] «GUÁRDAME LOS VOTOS, PABLO, QUE EN UNOS MESES PASARÉ A RECOGERLOS. PEDRO SÁNCHEZ»
El mensaje expresado en el título no necesita haberse producido tal cual en la realidad. Hay pactos que no requieren explicitarse cuando existen mensajeros -en castellano correveidiles o alcahuetes- que se dedican a muñirlos o a apañarlos. Tómese el mismo como licencia imaginaria.
Tampoco creo que fuera el propio Sánchez, un joven político sobrevenido en representante institucional siempre“de rebote”, por distintas dimisiones de sus compañeros, quien enviase tal mensaje. El nuevo “elefante blanco” del PSOE no era nadie hace unos meses y ésta por ver si llega a consolidarse con criterio propio y mando en plaza, soltando lastre de sus dependencias de la parte del aparato que le apoyó en su viaje hasta la secretaría general de su partido: su mentora Susana Díaz, José Blanco o Trinidad Jiménez, entre otros.
Tras “la derrota dulce” de Felipe González en 1996 han habido algunos supuestos outsiders que se han encaramado a las más altas candidatura del PSOE: Borrell en 1998 a la Presidencia del Gobierno -defenestrado luego por el aparato del partido y sus barones-, Rodríguez Zapatero, el “desacelerado”, a la secretaría general y a la Presidencia del gobierno del país, y ahora Pedro Sánchez, un convencido entusiasta de sí mismo. No obstante, éste no fue con una mano delante y otra detrás al envite con sus dos otros contrincantes, ya que una parte importante de las divididas familias de su partido le apoyó, principalmente frente a Eduardo Madina, tolerando la candidatura de José Antonio Pérez Tapias en aquellas federaciones en las que pudiera hacer de cortafuegos al diputado vasco.
De momento, parece que el señor Sánchez ha logrado que Madina se sienta tan ridículo tras su derrota que ha rechazado, avergonzado, formar parte de la futura ejecutiva del PSOE. El madrileño, Master en Liderazgo Público por el ESADE, culmina así el epílogo de unas primarias con cruz de navajas.
En cuanto a los alcahuetes, muñidores y correveidiles a los que antes me refería, están ya trabajando en la rehabilitación del otrora alicaído PSOE. Los plumillas opi-informadores -lo mismo des(in)forman que te dan la opinión ya digerida o te hacen un remix de ambas- de los medios que oficializan la “progresía” ya empiezan a entonar sus panegíricos sobre el recién ungido: “representante de un nuevo PSOE”, “joven, dinámico y con ambición”, “entusiasta y osado”, “esperanza de futuro”.
Entre los medios sincera y “orgullosos de ser de derechas” -los de orientación “progre” me parecen de derecha civilizada- tampoco faltan ganas de hacerle la ola al señor Sánchez “ha ganado la mejor opción para España”, “es el menos radical de los tres candidatos”, “ofrece estabilidad”, “serio”, “se espera de él una oposición responsable”. Posiblemente, de darse por parte de Sánchez una actitud más inteligente y menos patriotera que la de su antecesor Rubalcaba hacia el proceso catalán lleve a aquellos a arrepentirse pronto de estos elogios
En todo caso, han sido en los dos primeros días tras el triunfo de Sánchez precisamente los medios de la facción Brunete del capital los más partidarios del mismo, aunque pronto se van a ir sumando los de la “progresía”.
Estos últimos tardarán algo más en glosar la figura del nuevo secretario general del PSOE y en rehabilitar para la “izquierda” a este partido. Ha sido demasiado el desprestigio del mismo, el daño que el último gobierno Zapatero hizo a las clases trabajadoras y el tiempo en que se ha arrastrado zombi bajo la dirección de Rubalcaba, a la vez que el impulso de estos voceros de la “progresía” han dado al souflé de Podemos, como para estos medios den un giro demasiado brusco. No sería creíble y, sin duda, comprometerían su propia imagen entre sus lectores.
Y los medios progres ya han empezado a sumarse al coro de aduladores a Pedro Sánchez
No voy a calificar de tal a El País, un medio controlado por el fondo de inversiones Liberty Acquisition Holding y por la banca española, debido a su quiebra aún no declarada. Pero este rotativo es una de las avanzadillas en la reparación de la imagen del “nuevo PSOE” (ideológicamente el mismo de siempre, con cierta renovación de caras y cambio de look más “joven, moderno y dinámico”).
Esta preocupación la adelantó el señor Ínigo Errejón en la edición en castellano de Le Monde Diplomatique cuando afirmaba hacia el final de su artículo que “de la audacia y la rapidez de los actores que están por el cambio y la ruptura democrática dependerá que el nuevo ciclo político que parece abrirse no sea el de una restauración oligárquica sino el de una apertura constituyente”. Sugiero leerlo detenidamente, a pesar de su lenguaje pedante y pseudointelectual porque, más allá de alguna expresión como “izquierda, popular o constituyente” (y está por ver el encuadre ideológico real de este tercer concepto), su retórica escapa hacia derroteros alejados de lo que se entiende por izquierda revolucionaria o siquiera transformadora, al aparecer como ajena al anclaje en un discurso de clase (trabajadora) y mostrar su condición interclasista y extraña a la lucha de clases, depositando sus aspiraciones en una nueva institucionalidad en la que Podemos sea el centro pero no en la lucha contra las estructuras económicas capitalistas.
La intranquilidad del señor Errejón alcanza para su partido niveles de desasosiego en el documento pre-borrador de ponencia política “La crisis del régimen de 1978, Podemos y la posibilidad del cambio político en España”:“Si se recompusiera, siquiera parcialmente de su desprestigio y sus problemas internos, y postulase un nuevo líder con pocos vínculos históricos con el pasado, podría recuperar parte del espacio perdido y estrechar las opciones para una fuerza de ruptura democrática, relativamente transversal dentro del discurso de unidad popular y ciudadana”. Y continúa: “La otra amenaza para la expansión de la ruptura sería que el Gobierno pudiese presentar tímidas “evidencias” de que las medidas de ajuste nos han hecho pasar ya lo más duro y que se avecina la recuperación. Por lenta y remota que sea, la narrativa de que se han hecho los deberes más duros y ahora se avecina el tiempo de la cosecha del esfuerzo, es muy peligrosa por la reoxigenación”.
Queda claro: estamos ante la conciencia de necesitar claramente a los medios de comunicación para continuar vendiendo la película de una “ruptura democrática”admitiendo tácitamente el “sin vosotros (la parafernalia comunicacional) no somos nadie”. La apuesta no es por una revolución social sino por la posibilidad de seguir ocupando el centro de la política, de una política que no es otra cosa que un simulacro de “izquierda”. Si el problema de Podemos es que se recupere el PSOE o el que el PP acabe por convencer a ciertos sectores de una cierta recuperación económica, dentro de una crisis capitalista que volverá a rebrotar más temprano que tarde, es que estamos ante una disidencia, no ya controlada, sino pactada.
Ahí se agota todo el proyecto de “revolución” de Podemos: que el “pueblo” español -cualquier clase cabe en él, coherentemente a la transversalidad interclasista de sus votantes, incluso de clase alta, como muestra la última encuesta del CIS- decida. Pero en esa «bonita» propuesta se esconde la trampa de no exponer qué se le propone desde Podemos. Este es un modo de inutilizar al llamado pueblo, al no ofrecerle ni propuesta, ni estrategia, ni programa político, que no es lo mismo que el electoral. Este engaño se plantea desde el rechazo a escoger como sujeto histórico a los explotados por el capitalismo – Podemos prefiere hablar de casta política- para su proyecto. El PSOE guardó bien sus votos en un Podemos de apariencia radical para crédulos pero que es mero de gattopardismo de cambiarlo todo para que todo (el auténtico poder, el económico) siga como está.
Es lo que espera el grueso principal de sus votantes: no acabar con el capitalismo sino verse restituidos a las condiciones de los viejos buenos tiempos precrisis, un lugar bajo el sol. De la administración pública y de “espacios protegidos” (en los sectores culturales, intelectuales, profesionales, académicos, de emprendedores con amparo institucional,….) que les permita lograr una nueva hegemonía tras la “revolución democrática”, por supuesto no socialista, que les promete Podemos. Ahí sectores de las llamadas clases medias se dan la mano con otro sector de los votantes de la nueva formación: fragmentos de las clases medias-altas, que también han mostrado en cierto porcentaje su simpatía por la misma. Es el comportamiento de las clases que ven peligrar su estatus por efecto de la crisis, que demandan una sociedad meritocrática y que siguen contando con los buenos contactos que les ofrece su red social real.
Y es en esos segmentos donde Podemos ha recogido los votos que fueron en gran parte del PSOE, hasta que le abandonaron por sus políticas, previamente hacia el PP, la abstención u otras formaciones preexistentes a la nueva.
No debe sorprendernos, en consecuencia, la preocupación y temores de los líderes de la nueva formación porque una combinación de la recuperación de la “ilusión” hacia el PSOE con un cierto calado de percepción social de mejora de la economía, pueda dar al traste con su futuro político. Podemos ha sido el almacén en el que el PSOE ha guardado sus votos para que no se perdiesen o se acabasen yendo de un modo más consolidado hacia otras formaciones. Y ahora puede que venga a recuperarlos.
Se me reprochará que hablo mucho del voto de clases medias de Podemos pero que no lo hago del que procede de las clases trabajadoras. Éste está presente en todas las formaciones políticas. La clase trabajadora es un dato sociológico y una realidad que se expresa a partir de las relaciones sociales de producción. Para que fuese una realidad política tendría que poseer un proyecto propio, y no subordinado a los que responden a los intereses de otras clases. Pero hoy no existen organizaciones políticas de cierto peso que representen a dicha clase. Todas ellas o bien responden a los intereses de las clases medias o bien de la alta burguesía y, si alguna representa los intereses de los trabajadores en mayor medida que otras, lo hace dentro de un ciudadanismo reformista e interclasista lamentable. Vayamos todos los medios “progres” al rescate del PSOE
Por mucho que les cuenten sobre eficacia y potencia comunicacional de las redes sociales, sin medios de comunicación tradicionales, éstas no dejarían de ser un muro de las lamentaciones o, en el mejor de los casos, un instrumento de eficacia limitada. Esto es tan cierto como que, no sólo mucho de lo que se reproduce en los medios digitales proviene de los tradicionales, también en gran medida los medios clásicos -sea en sus soportes tradicionales, sea en los digitales- focalizan y hacen evidente para los usuarios de Internet, para los que ciertas tendencias podrían pasar desapercibidas en medio del caos y el ruido comunicativo de la Galaxia postGutemberg, lo que de otro modo quizá no tuviera tal repercusión e impacto.
Desde hace tiempo la comunicación en general ha convertido la percepción de la realidad política y social en simulacro de realidad y en espectáculo que ha de ser permanentemente renovado para no aburrir a unas mayorías que actúan, aplauden y patean lo que las élites económicas que manejan los creadores de des(in)formación les digan que respectivamente han de hacer. El show debe renovarse porque lo efímero es garantía de que el entretenimiento funcione. Y ello es casi indistinto de que los medios sean tradicionales o pertenezcan a la red porque se olvida a menudo que esta última no pertenece a quien introduce en ella contenidos sino a los proveedores de servicio y alojamiento (a quienes la manejan realmente) y en los últimos tiempos vamos viendo que la red va estrechando los límites de su apariencia de democracia digital.
Voy a centrarme en el modo en el que los medios clásicos de información/deformación van calentando los motores del “nuevo PSOE”– haga usted unas primarias y cuéntele al mundo que su partido ya es otro, sea el PSOE o cualquier otra organización de oportunistas. No faltarán almas del autoengaño que le compren el producto- y lo haré en base a las últimas noticias/opiniones al respecto; en concreto las que van desde los días 14 a 21 de Julio:
Pedro Sánchez y el futuro del PSOE El Diario, medio de un ex director de Público. Al día siguiente de las primarias del PSOE y procurando que no se note mucho
Sánchez insta a los eurodiputados a votar contra Juncker como presidente de la comisión. Público. 14 de Julio de 2014.
“Haré posible un giro a la izquierda que permita ganar elecciones”: El País. También el 14 de Julio. El País es el medio más leído por los votantes de Podemos, según la última encuesta del CIS.
Sánchez rechaza una gran coalición y descarta las primarias abiertas: Público. 19 de Julio de 2014
La lista alternativa de Izquierda Socialista en Valencia consigue el 24% de los apoyos El Diario. 19 de Julio
Sánchez exige a Rajoy y Mas dejarse de “reproches” y abordar la reforma constitucional: Infolibre (del otro ex director de Público).
La nueva dirección de Iceta en el PSC recibe el apoyo del 86,32% de los delegados: Infolibre. 19 de Julio
Núria Parlon: «El PSOE entenderá y será cómplice de una consulta pactada y legal»: Público. 20 de Julio.
Andalucía es la comunidad autónoma en la que más ha crecido la licitación pública este año: El Diario. 20 de Julio.
El PSOE pide al TC la suspensión cautelar de la ley electoral de Cospedal: Público. 21 de Julio
El PSOE pide cuentas a Fátima Báñez por el contrato de Bárcenas. Público. 21 de Julio.
Pedro Sánchez quiere apoyarse en Chacón y Patxi López para unir al PSOE: El Diario. 21 de Julio.
El PSOE acusa a la Abogacía del Estado de vaciar la ley de conflictos de interés con su informe sobre Cañete: Infolibre. 21 de Julio
El incremento de “las noticias positivas” del PSOE en la prensa “progre” irá a un ritmo inicialmente lento, para ir cogiendo mayor velocidad según se acerquen las municipales. Todavía veremos noticias y artículos de opinión críticos con el futuro del PSOE pero éstas irán perdiendo peso paulatinamente. Paralelamente, el efecto Podemos en los medios de la “progresía” empezará a descender también lentamente, para que no se note mucho. Entonces veremos en qué medida el llamado efecto Podemos es real y en qué medida no es tan producto mediático como cualquier otra operación de marketing como la del propio PSOE.
En cambio, es de esperar que el señor Iglesias -las otras dos figuras destacadas de la nueva formación política, Monedero y Errejón, pierden peso a gran velocidad en beneficio de la del primero- seguirá teniendo todo el protagonismo, incluso creciente entre la Brunete mediática (La Razón, 13TV, El Mundo, ABC, Telemadrid,…), con la colaboración intensa de alguno pseudoprogre (La Sexta, de la misma corporación que edita La Razón, Editorial Planeta). Y es que el PP, que es el gran promotor de Podemos -con algunos dirigentes del PSOE que no se enteran de que están disparando contra sus propios píes-, a través de la “lideresa” Esperanza Aguirre, sabe que por ese camino “Podemos garantiza-r que el PP volverá a ganar las elecciones generales en 2015”.
Y afirmo lo anterior, no porque crea que la farsa de designar a Podemos como su oposición preferente producirá un debilitamiento del PSOE y la imposibilidad de una suma que dé como consecuencia una mayoría suficiente de izquierdas para derrotar al PP. Yo creo que el PSOE es, desde hace muchos años, de derechas, al contrario de ciertos sectores trotskistas que siempre tuvieron una querencia tácita por el mismo.
Creo que la estrategia del PP y de su entorno de promover Podemos, intentando que cale entre los sectores contrarios al gobierno la simpleza de que si la derecha le ataca es porque lo teme, creará el efecto del reforzamiento de la derecha por las siguientes razones:
Acentuará el perfil moderado de Podemos que, para defenderse de las acusaciones de izquierdista, bolivariano y filoterrorista, dará evidentes muestras de su teoría de la “superación de la dualidad izquierda derecha”, esbozada por los señores Iglesias y Monedero. Irá enfatizando aún más su distancia de lo que ellos llaman “la vieja izquierda” para irse aproximando a la no tan “nueva derecha”. La decepción que ello provocaría podría desdoblarse del siguiente modo:
Decepción de un sector del voto que accedió a la nueva formación desde la abstención o desde la izquierda, al comprobar que, como ya advertimos algunos, Podemos no es sino una opción sistémica más. La pérdida del voto abstencionista de esta formación sería una victoria para el PP que, en cambio, busca asegurar, “prietas las filas”, su propio voto.
Decepción de los votos recibidos desde anteriores votantes del PSOE -una parte muy significativa del total- que, visto lo visto, preferirán el original sistémico de su hasta hace poco referencia política.
Se aducirá que esa moderación de Podemos podría facilitar el entendimiento entre las formaciones a la izquierda del PP -que el PSOE esté a la izquierda del PP no significa que sea de izquierda. Cualquier formación está a la izquierda del PP-; entendimiento que, por mucho que se pretenda “desde abajo” y más “allá de un pacto entre siglas”, tendría en éstas últimas la espina dorsal de un cambio en la orientación de voto, porque sin organizaciones políticas no hay cambio de tendencia, pero nada más lejos de la realidad.
Podemos y su prepotencia de nuevos triunfadores que nunca se habían visto en otra han creado muchos más recelos que simpatías en el resto de partidos. Por mucho que Pablo Iglesias, Monedero y Errejón hayan compartido actos públicos de debate sobre “la izquierda” con dirigentes del PSOE, desde Beatriz Talegón hasta Antonio Carmona o algunas personas en la organización hayan afirmado poco después de las europeas que están dispuestos a entenderse con el PSOE, si éste cambia, la realidad es que ambas organizaciones compiten por una franja común muy importante de votantes más situados en el centro izquierda que en la izquierda, sectores de clases medias que desean la vuelta de “los buenos tiempos” e impresionables políticamente con algún referéndum, alguna herramienta “participativa” 2.0 y unas primarias abiertas de vez en cuando. La confrontación con Podemos será más bien soterrada por parte del PSOE, que no puede permitirse el lujo de ser tan burdo como el PP en su consideración de antisistema de una organización que, en el fondo, busca la respetabilidad sistémica. Podemos, por su parte, es posible que intente mostrar un talante dialogante y “unitario”, si la nueva dirección que surja alrededor de Pedro Sánchez se consolida y logra una cierta recuperación de su imagen. Si se producen esos intentos de acercamiento, los sectores que votaron a Podemos creyendo que ésta era más de izquierdas de lo que es, lo abandonarán.
Con IU la irrupción desestabilizadora le ha funcionado a medias. Ha puesto a los píes de la nueva formación a una parte importante de la dirección de la primera -dudo mucho que sea en la misma medida que sus bases y las de IU tienen tradición de díscolas-, ha logrado algunos cambios de cara en su Ejecutiva, más proclives al entendimiento con la organización del señor Iglesias -especialmente la de Alberto Garzón, que se presentará a las primarias con la intención de desplazar a Cayo Lara. Pero ha provocado la reacción de otro sector importante de la dirección de IU que, de forma no abierta pero sí resistente, se niega a perder la identidad política de su organización -al contrario que el señor Garzón- y a endeudarse al rebufo de Podemos. El caso de IU es particular porque esta organización ha demostrado, a lo largo de todas sus crisis internas, su voluntad de pervivencia nada desdeñable. No le será fácil a Podemos vampirizarla.
La estrategia de sobreexposición del señor Iglesias saliendo al trapo de todas los ataques del PP y de su brazo mediático va a lograr que el telepredicador acabe, a no mucho tardar, con una imagen de quemado charlatán de feria. Lo poco gusta. Lo mucho harta, especialmente cuando todos esos debates y exhibiciones de pressing catch con los principales líderes del partido del gobierno sirven más para tapar la realidad sangrante de un país que para ponerla sobre el tapete porque ésta es la que debe ser protagonista y no los actores de la farsa. Al fin y al cabo, y por mucho que el “debate” del pasado fin de semana en La Sexta haya estado a punto de batir audiencias televisivas y se haya convertido en trending topic, acabará por recordar aquellos cruces de fuego entre Rajoy y Zapatero o entre Cañete y Valenciano en las pasadas europeas. Con el tiempo, esto no será capaz de disimular la incapacidad de Podemos para plantear propuestas y su propia levedad cuando las hacen: la cuestión de la deuda ya no está en no pagarla sino en auditarla, el apoyo a los eurobonos (en el que coincide con Draghi, Mallor, el PP y Hollande, entre otros. Unos antisistema estos chicos de Podemos ), una idea defendida por el gran especulador internacional George Soros, mecenas de pseudoprogres y disidencias controladas.
En definitiva, tenemos un escenario complejo a la vista, que se resume en
A pocos gestos para la galería que haga el PSOE, tipo la votación contra Juncker de sus europarlamentarios, la segunda fase de las primarias, que Pedro Sánchez ha despejado ya que se harán, ahora para elegir candidato a las elecciones europeas, algún otro cambio de cara, un mayor distanciamiento de este partido respecto a las posiciones patrioteras del rubalcabismo en relación con el referéndum en Cataluña, los medios “progres” irán incrementando su apoyo al PSOE y rebajándolo poco a poco a Podemos porque una gran franja de los votantes de éste último partido provienen de allí y no son precisamente sectores izquierdistas.
Ni el contexto español es el griego, ni al PSOE le espera el mismo destino que al PASOK, porque el primero sí tiene quién le escriba (veremos con qué énfasis se ponen a ello algunos periodistas de la progresía), ni Podemos es la fuerza central de una Syriza, que no deja de ser socialdemocracia keynesiana, a la griega. Podemos, por su parte, es el ya viejo discurso del 15M, con un cierto ajuste de marketing político, dando vueltas sin fin dentro del bucle de una retórica sin contenido ni sustancia, ni sujeto transformador de la Historia.
La estrategia del PP y sus medios, de ungir a Podemos como su única oposición, es la acción de signo opuesto y, aunque a corto plazo fortalezca a esta última, fortalece mucho más a medio al primero porque la resultante de la esta jugada lleva a una operación aritmética entre las “izquierdas” que tiene más de resta que de suma. En este sentido es sumamente ilustrativa la reciente negación de María Dolores de Cospedal (PP) de estar alentando la fragmentación de la izquierda. Excusatio non petita…
Y es que es tan burdo, sobreactuado y artificial el enfrentamiento PP-Podemos, acusando al primero de comunista, bolchevique, amigo de terroristas, usuario de las técnicas de Goebbels o bolivariano que resulta hilarante. No creen en ese choque de trenes ni Aguirre, ni Cospedal ni tampoco Iglesias, por mucho que éste ponga en ocasiones cara de haberse comido un limón cuando les responde, y por mucho que los fans de Podemos se diviertan de lo lindo expresando iracundamente sus fobias hacia quienes descalifican a su mesías. Ellos mismos también participan en este simulacro de lucha libre. Al fin y al cabo, está tan agradecido el señor Iglesias a esta publicidad tan gratuita que ha recogido el guante que el otro día le tiraba la lideresa Aguirre de invitarla a un debate en La Tuerka. Público, en un lapsus que evocaba los trucos de la lucha libre titulaba así la noticia: “Aguirre se enfrentará a Pablo Iglesias en el plató de La Tuerka”. Sólo le faltó cambiar «plató» por «ring» o por «colchoneta». Luego, tras el debate, se podrían ir a tomar unas cañitas juntos para recuperarse del sudor del “tremendo cuerpo a cuerpo”, evocando las prácticas de los representantes institucionales que se tiran a degüello en los parlamentos para luego acabar cenando juntos. Todo muy rubalcabiano. Veremos en qué acaba la famosa querella de Podemos contra la lideresa y su escudero Inda.
En los próximos meses se verá cuál de las dos hipótesis se impone. O, tal vez, acabe produciéndose una combinación de ambas…
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[4] ESCONDIDOS TRAS LA SILLA DE RUEDAS DE CARMENA, CHUPANDO LOS PECHOS MATERNALES DE IGLESIAS Y EL DESPIPORRE DE GARZÓN
Cuando era joven, allá por la época en la que John Kennedy Toole escribió “La conjura de los necios”, todavía se decía aquello de “éramos pocos y parió la abuela”. Afortunadamente aún no habían intentado imponer sus tiránicas estupideces los progreliberales inquisidores de la antiopresión de todas las diversidades mundiales que nada tengan que ver con la sostenida y creciente depauperación de la clase trabajadora.
En aquella era arcaica a la que antes me referí aún decíamos cosas como “una imagen vale más que mil palabras”. La cosa es que en un mundo en el que lo inmediato es decisivo, la reflexión está mal vista, la banalidad es el titular y la filosofía es inútil para los objetivos de la productividad y el beneficio, el meme acabó por convertirse no en la superioridad de la imagen sobre el discurso sino en el todo definitivo y el tuit del gracioso de turno en la fase superior del pensamiento chimpancé.
¿Cómo no iba a ser la política una expresión de todo esto? O, al menos, la política de izquierdas; esa corriente que fue pasando del reformismo prosistema en su origen, la conciliación de la “Liberté, Egalité y Fraternité” entre la “bourgeoisie” y los “sans culottes”, a la nada más absoluta, el oportunismo más indecente y la fuente de supervivencia profesional de tanto vividor de las esperanzas y derrotas de los humillados.
Hay fotografías que lo dicen todo, como la que acompaña a esta entrada del blog. Escondidos bajo la falsa sensación de protección de su futuro como profesionales (malos) de la política, tras la silla de ruedas de Manuela Carmena, caminan dos concejales de Ahora Madrid, mañana Menos Madrid. Tras ellos caminan haciendo coro de rastreros otros personajillos de menos fuste. Todos ellos aspiran a renovar su chupe del bote municipal, mientras los barrios del sur (donde vive la mayoría de la clase trabajadora madrileña) languidecen entre basura y suciedad, mobiliario urbano deteriorado, falta de infraestructuras y cráteres que hay que jugar a sortear en sus calzadas para evitarlos y no dejarse un neumático o un amortiguador en la hazaña conductora. Si en el período Rajoy los alcaldes inauguraban rotondas, es previsible que la señora Carmena, que ha esperado a Pedro Sánchez para poder saltarse los límites del gasto que imponía Montoro (el gobierno municipal de Madrid ha sido especialmente lacayuno durante estos años en cumplir con las reglas de austeridad impuestas), ahora lo hará inaugurando rellenados chapuceros de baches. Hay algunos que por su dimensión quizá merecieran el corte de la cinta por la alcaldesa o, como mínimo por el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Atajos y Socavones Mil, José Manuel Calvo.
Mientras tanto, la alianza mafiosa del ladrillo y la banca pegará, gracias al consistorio de Ahora Madrid, el mayor pelotazo especulativo urbanístico de la historia de la ciudad 13.200 millones de negocio según datos del ayuntamiento), el antes conocido como Operación Chamartín y ahora como Madrid Nuevo Norte. Lo que no llegó a ejecutarse ni con el PSOE ni con el PP se hace ahora con el ayuntamiento del “cambio”.
Por contra la sensibilidad social hacia los paganos de la crisis capitalista por parte de la señora Carmena y sus secuaces se muestra con claridad en su respuesta a las preguntas de los periodistas durante la presentación del Carnaval de Madrid 2019 respecto a su opinión sobre el desahucio de cuatro familias de la calle Argumosa 11, en el neopijoprogre y gentrificado Lavapiés.
«Yo quisiera que estos fueran, pues, los últimos desahucios que se producen con estas características… Y ahora, ¿intentamos hacer preguntas del Carnaval que nos sorprendan con respuestas que os sorprendan?». A otra cosa, mariposa, que al Ayuntamiento del “cambio” lo que le importa es el Carnaval ¿Cómo no iba a ser así, cuando durante todo el mandato de este grupo político los lanzamientos se han seguido produciendo con la misma impunidad que en la época de Ana Botella (PP)? Ya vemos que, gobierne quién gobierne, “el si se quiere se puede” o, el más simplificado, “sí se puede” obamaniano no son otra cosa que sloganes publicitarios de campaña política cuando la realidad es que quien manda es el capital y los políticos del parlamentarismo burgués sus títeres a sueldo. Cuando la necesidad de acumulación del capital se impone (la presencia de las vivienda turísticas de Airbn es brutal en ese barrio), la política de la representación “democrática” es un trampantojo al que se le van viendo, cada vez con mayor claridad, los rotos por los que asoman la pobreza (sin apellidos para clasificarla, trocearla y disminuir su realidad), la sobreexplotación laboral, los desahucios, los contratos basura, los salarios de miseria,…y la causa de todos ellos ¿Hace falta que se la mencione?
A esa otra alcaldesa del “cambio”, clon joven de Carmena, llamada Ada Colau, también se le mueve su mundo de forma inconveniente. “Els comuns”, una suerte de aventureros representantes de todas las tendencias del reformismo proge, también se le mueve el parchís (hablar del tablero de ajedréz para la política gallinácea es muy exagerado). Los comunes se descomponen en línea con lo que le pasa a su socio Iglesias. Tras la dimisión de Xavier Domènech, uno de los políticos de más fuste con el que contaban y el oscurecimiento del ex dirigente sindical y socialdemócrata más honesto de todo ese grupo político, Joan Coscubiela, sin duda el referente más claro de una posición que apunta hacia cierta idea de clase dentro de “els comuns”, Elisenda Alamany, ex portavoz de los mismos en el Parlament, deja el grupo para acercarse a ERC. Junto a ella, Joan Josep Nuet, que en su día se presentó como candidato Coordinador Federal de IU frente a la candidatura en la que fue elegido Cayo Lara (¿para cuándo un análisis de cómo ha sido posible que en IU prosperasen desde españolistas bravíos como Francisco Frutos hasta aventureros como Iglesias o Tania Sánchez, pasando por personajes como Monedero, Nuet o el ex nazi Verstrynge? Para nunca. Demostraría que del compostaje de esa organización nació lo que hoy vemos) , propone a su partidillo de bolsillo, Comunistas de Cataluña, alianzas electorales con dicho partido independentista. Algún día alguien debería contar cuál fue la deriva del PSUC, aún más socialdemócrata que el PCE de Carrillo porque tenía más perspectivas electorales, sus dirigentes provenientes de la burguesía desde Antoni Gutiérrez Díaz, sus escisiones, los disfraces mutantes de Mortadelo derivados de la diáspora que vino tras sus sucesivas rupturas y la siempre pero creciente tendencia de la catalanidad sobre la posición de clase.
En paralelo, la puñalada por la espalda del aprendiz de un Maquiavelo de pegote, Errejón, a su antiguo compinche Iglesias encuentra su ironía poética en la del pulpo que le cayó de un grupo de jóvenes en la UVA (Unidad Vecinal de Absorción, viviendas de baja calidad que sustituyeron a antiguas chabolas, siendo posteriormente reemplazadas por torres y bloques, característicos de la construcción especulativa de aluvión en los barrios obreros de finales de los 60 y principios de los 70 del pasado siglo) de Hortaleza.
Merece la pena que vean el vídeo completo, si es que no lo han visto ya porque, aunque provengan de una organización pantalla de uno de los grupos de “comunistas” más sectarios y dogmáticos (Reconstrucción Comunista) que uno pueda encontrarse, las críticas que le lanzaron son asumibles punto por punto y en todas sus palabras, de la primera a la última. En cualquier caso, coincidir en la crítica, no supone en absoluto por mi parte hacerlo en su visión política.
Si hay algo que demuestra, el vídeo es que lo que algunos ya sabíamos, que en un entorno no amable, ni formado por fieles devotos, Errejón es un bluf, que carece de otro argumentario que el de la antigua fe de todo el poder para los arribistas del parlamentarismo burgués, se confirma aquí.
No dudo que tiene su público, ese que “juega a la política” en sus ratos libres, para el que la lucha solo tiene un destino, el de ocupar las instituciones, y que concibe la acción como una forma de ocio y realización personal y no como un medio para crear organización de clase, con perspectiva de clase y objetivos de transformación socialista de la realidad. Pero el viaje de Errejón no llegará muy lejos dentro de Más Madrid porque es una opción a la que se le ven aún más las costuras de encumbramiento personalista de los conjurados que al propio Podemos, lo que es no mucho sino muchísimo. Dado que la supervivencia de la profesión política es el objetivo real primero y último de la operación Errejón-Carmena nadie debe sorprenderse de las piruetas políticas que darán los principales actores de la jugada. Veremos dónde acaban. Algunos quizá se sorprendan. Otros lo haríamos si no fuese así.
Iglesias ve traiciones por todos lados, de propios (desde Errejón a Besansa, desde fieles hasta ayer, como Espinar, hasta barones regionales que le han montado una dirección paralela desautorizándole) y extraños (desde Compromís hasta las Mareas, desde Equo hasta ese Oximoron llamado Izquierda Unida, pasando por los anticapis). Posiblemente en la mitad de los territorios Posemos se vea abocado a presentarse en soledad. Ya solo le quedan como fieles escuderos Echenique, y veremos si éste ni vuelve a Ciudadanos, de donde vino, y Montero. A la primera la ha convertido en su lady Macbeth particular y puesto por delante para hacer pantalla y que el mundo se olvide un poco de él hasta ver si se desdibuja su imagen de “tristón, aburrido y amargado…mientras se cuece en su “salsa de estrellas”…rosa pálido, en una pirueta histórica que ahora se vuelve contra él y le devuelve su propia imagen en las palabras dichas contra su ex formación que luego acabó siendo su miniyó y ahora es uno de sus dubitativos y codiciosos socios, viendo como su peso político disminuye a velocidad acelerada.
El pseudointelectual político Iglesias, que nunca pasó de la lectura de la mitad de algún manual de citas de Gramsci, ordenado de la A a Z, ve ahora acercarse al bosque de Birnam al castillo de Galapagar, sin comprender más que una parte de las causas de su mal. Seguramente sabe que Podemos nunca fue un partido, en el sentido leninista del término, sino una agrupación de agraviados con mentalidad de clase media y aspirantes a servidores profesionalizados del Estado burgués, sin otro elemento de común que las aspiraciones de cada uno de sus socios internos y externos porque, como él mismo sabe, lo ideológico ya no se lleva. No comprende, a pesar de haber sido profesor de “Teorías y formas políticas” y, por tanto, haber tenido que tratar en clase las formas de dominación política de Max Weber, que el modelo de autoridad carismática (propio del cesarismo o el bonapartismo) se agota cuando el líder muere o deja de ser líder reconocido como tal. Pero, si esto no le hubiera bastado debiera haber sido suficiente para él, buen conocedor de la República Bolivariana de Venezuela,que la el análisis de Weber sobre los tres modelos de dominación legítima (el racional, el tradicional y el carismático) se cumplió a rajatabla tras la muerte de Chávez y su sustitución por el mediocre y patético Maduro. Cierto que la obra de Weber “Economía y sociedad” es el intento burgués de refutar la obra de Marx pero quien no conoce al enemigo o es incapaz de aprender algo de él es alguien políticamente muy limitado. Y Pablo Iglesias ha dado muestras sobradas de ello.
Tampoco Iglesias ha comprendido hasta qué punto sus equilibrismos políticos, sus tacticismos zigzaguantes, sin otra estrategia que el el crecer electoralmente, sus contradicciones y sus contínuas rebajas programáticas, que son suyas porque Podemos ha sido un partido vertical, a pesar de los anticapis y los errejoners, sujeto a la ley de hierro de la oligarquía de Michels, le situaba permanentemente en la contradicción de la contradicción. Cuando comenzó su declive electoral, se fue rompiendo de modo más sangrante y a la luz pública, el falso monolitismo de esa dirección basada en su sagrada coleta, en una carrera hacia el acomodo de cada ambición personal. Fueron muy pocos quienes se retiraron hacia sus vidas profesionales sin bronca porque, en gran parte de los casos, aquellas eran mucho menos interesantes o, simplemente, la de político había sido la primera en la que debutaron.
Podemos nació en un plató. Y no era el de la Sexta, ni en el de la tele virtual de Público, ni en “La Tuerka”, ni en “Fort Apache” sino en “El Gato al Agua” de Intereconomía en abril de 2013. Por mucho que “La Tuerka” fuera anterior a sus colaboraciones en Intereconomía, lo que le dio el espaldarazo mediático fue precisamente su participación durante aproximadamente 7 meses en dicho programa lo que le posibilitó que fuese alguien conocido porque las demás televisiones La Sexta, Cuatro, etc. le acogieron a partir de entonces como tertuliano habitual. Las televisiones se fijan en otras televisiones de TDT, no en las de Internet.
De su cierta notoriedad pública al lanzamiento televisivo de Podemos todo sucedió muy rápido, demasiado rápido para no resultar sospechoso. Conviene recordar que cuando nace Podemos faltaban solo 2 meses para que Pérez Rublacaba anunciara (mayo de 2014) su dimisión como secretario general del PSOE, que haría efectiva en junio. En julio es elegido Sánchez que, por entonces, era mucho menos conocido que Iglesias. Cuando Podemos y sus socios no apoyaron su investidura de Sánchez tras las elecciones de 2015 y 2016 se inició el “desenamoramiento” mediático de este partido y de su líder, lo que confirma la tesis de que ambos habían sido impulsados para guardar los votos del granero PSOE. Tras el regreso de Pedro Sánchez como dirigente victorioso de su partido tras el golpe de mano de Susana Díaz que provocó su cese, Podemos era ya el gatito dócil que había asumido su papel subalterno que hoy conocemos respecto al PSOE. Por el medio se había producido, no el sorpasso en las elecciones de 2015 y 2016, sino la sorpresa…para los podemitas, no para los demás. Su actuación en las dos ocasiones derivadas de dichas elecciones en las que Sánchez presentó su candidatura a la Presidencia del Gobierno marcarían un evidente antes y un después, para los medios y para muchos de quienes habían sido hasta entonces sus electores. Dado que Podemos fiaba toda su estrategia, objetivos y acción política a la vía parlamentaria, comenzaba a entonar su largo y agónico canto del cisne. Hoy, de su colaboración con el PSOE solo puede exhibir como gran mérito la subida del salario mínimo interprofesional y, aunque se empeña en ello, no unos presupuestos Generales del Estado que no han sido aprobados, como tampoco el sostenimiento de las pensiones públicas, que le pasará factura, aunque su posición de levantarse de la Mesa de Toledo pueda ser comprensible pero solo para los sectores más y mejor informados.
¿Qué decir de la IU de Garzón, nacida, no lo olvidemos, de la fundada el 29 de abril con los siguientes grupos Partido Comunista de España (PCE), el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), el Partido de Acción Socialista (PASOC), Izquierda Republicana (IR), la Federación Progresista (FP) -la de Tamames, que tenía un tesorero ladrón ¿saben lo que hoy defiende el economista?-, el Partido Humanista y el ¡¡¡Partido Carlista!!! (¿saben ustedes lo que significó el carlismo en España y cómo fue uno de los elementos que apoyaron el levantamiento militar de 1936? No, es que hay carlistas buenos. Vale, váyase a tomar por culo y muérase). Sobre esta cuestión he escrito en numerosas ocasiones sin hallar respuesta. Dudo entre el hecho de que le personal no lea o lo haga sin comprender, que carezca de la cultura política para saber de qué hablo o simplemente de que algunos de mis lectores sean una pandilla de sinvergüenzas.
¿Y de Garzón? Algo positivo de entrada porque tampoco es cosa de negar las capacidades mi enemigo de clase. Ha tenido la inteligencia personal o “inducida” para poner en evidencia a quienes le cuestionaron su pacto con Podemos, demostrando que antes ellos pactaron con el franquismo evolucionado de Suárez y de Fraga.
Por lo demás, Garzón es un personaje del que no sabemos casi nada antes de debutar como diputado por Málaga. Parece que tuvo algo que ver con el 15-M de la zona. No sabemos el qué ni cuáles fueron sus méritos dentro de u movimiento tan sospechoso desde una perspectiva de clase. Eso sí, sabemos que tejió amistades con los ATTAC, esos que tuvieron una ex vicepresidenta en Francia que ahora lo es del comité de planificación del Transnational Institute de Ámsterdam, apoyado por George Soros.También sé de la admiración de Soros por Alberto Garzón.
Curiosamente hay un vínculo indirecto acerca de lo que representa un sujeto como Alberto Garzón que es el siguiente (si les interesa, no es directo y requiere cierto análisis. Ustedes verán):
Alberto Garzón escribió el 3 de Agosto de 2018 un artículo en el que se preguntaba si era el marxismo un método científico. Les adelanto lo siguiente: nunca he creído que el marxismo sea una ciencia pero sí que su método es científico. Se lo explico: aunque Marx y algunos marxistas (reconozco no más de una docena) no han creado verdad inmutable y siempre demostrable, si que generaron un sistema de contrastación entre realidad e ideología (en el sentido negativo de Marx, como inversión de la realidad). Cuando se usa dicho método uno comprueba que los hechos no se separan demasiado del análisis. Es más, muy poco. Pero, si uno piensa en los análisis de Lenin previos a la revolución de octubre y en los casi inmediatos (las tesis de abril) llega a la conclusión de que había una capacidad de conocer el nivel de madurez de los acontecimientos que conducirían a la revolución soviética e incluso respecto al momento preciso (recomiendo leer las actas de las reuniones inmediatamente anteriores al instante preciso de los bolcheviques)
Alberto Garzón toma como figura determinante de qué es ciencia y qué no a Karl Popper, uno de los pensadores más reaccionarios de la historia, modelo teórico de George Soros, para el que los hechos son permanentemente refutables, hasta tal punto de que siempre cabe la posibilidad de que sean provisionales y, por tanto, refutables. No cabe negarle a Popper la capacidad de plantear una cuestión clave: la provisionalidad de las conclusiones. Pero, si de lo que se trata es de negar la solidez de los hechos de partida, estamos ante un relativista que, sin duda, también lo es moral.
Pues bien, ese Alberto Garzón es el mismo que en su día rechazó las primarias y que luego las organizó de modo que no hubiera sorpresa.
El Alberto Garzón del pacto de los botellines es el mismo que unos meses antes le sacó los dientes a Podemos, que luego de lo que no fue entendimiento sino entrega, intentaba ver la posibilidad de sacar cabeza en el Congreso, el mismo que echó a miles de miembros de IU (no soy tan exagerado como para hablar de militantes) en Madrid y en otros lugares, el que ahora pretende una mayor representación electoral dentro de Unidas (lo del femenino es la polla) Podemos.
En Garzón y en la dirigencia de IU no hay principios sino voluntad de mantener el chiringuito que les permita vivir. En lo que les quede de la base tengo muy claro que hay gente de izquierdas. Ni un solo comunista porque, se autodenominen como quieran esos mediocres solo son de izquierda. De comunistas ni un ápice. Son de las ideas de la Revolución Francesa. De la de Octubre solo vieron la peli. El libro les obligaba a demasiado y les hubiera cuestionado un poco su papel.
Pero sería injusto si no admitiese algo a la IU de Alberto Garzón, más allá de las gilipolleces que hacen en redes sociales. Parecen gente que habla de la clase trabajadora salvo cuando ponen por delante a todas las identidades (feminismo del género, animalisno, etc) que no es la clase. Y eso es lo habitual, si no tienen un aviso de europa press que hable de un ERE. Se nota que tienen unos sindicalistas de la hostia.
Garzón es el que se ha tragado que intenten engañar a los pensionistas con la supuesta subida de las jubilaciones y que no ha dicho nada ante la mochila austriaca que preparaba el gobierno del PSOE ¿Ha dicho algo sobre la “mochila austriaca” que tiene dicho partido como posibilidad alternativa al paro y a las pensiones? Ah, que el afiliado de IU no sabe nada de esto.
Hablemos en serio. Ni la ¿dirección? de Podemos tiene nada que decir en términos de clase porque lo suyo es la gente (bueno, ahora hablan de la gente trabajadora. Cuando desciendan por debajo del 5% hablarán en términos de clase) ni la de IU, por mucho que Garzón parezca hacer buenos análisis en esos niveles. Cuando suceda la debacle vendrán algunos IUpodemitas a contarnos no se sabe qué sobre las críticas que tienen que hacer a lo que les ha pasado. Al fin y al cabo, para ambos partidos la justeza o error de un planteamiento político se mide por los resultados electorales.
En un momento en el que frente a la pobreza que padecemos el 40% de la población, frente a cuántos casos de desahucios se darán, frente a cuántos trabajadores vivimos en la economía sumergida, frente a cuántos somos hoy realmente pobres, no tenemos una organización de clase que nos defienda sino un conjunto de trepas organizados para seguir viviendo a nuestra clase ¿Seguiremos permitiéndolo?
La necesidad de construir organización de clase no puede seguir pasando por el pseudoizquierdismo de IU ni de Garzón. Podemos es un cadáver putrefacto. Que haya gente que trata de demostrar que IU es diferente solo demuestra que son indecentes. Tragaron antes con lo que era Podemos.
Es el momento de plantear otras perspectivas. Desde el Espacio de Encuentro Comunista no hemos intentando nunca demostrar verdades pero sí plantear que la necesidad de organizarse debe hacer desde una perspectiva de clase y que ésta solo se adquiere cuando uno busca comprender lo complejo junto a otros compañeros que puedan ayudarle a entender lo que le pasa.
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[5] 28 DE ABRIL, TE TOMAN EL PELO PORQUE ERES ¡¡¡¡¡IMBÉCIL!!!! (Y ME FALTAN SIGNOS DE ADMIRACIÓN)
Ni los que conocisteis las primeras elecciones postfranquistas de 1977 ni los que habéis ido entrando en cada una de las estaciones electorales posteriores me parecéis respetables. Desde aquellas elecciones previas a la Constitución Española hasta el día de hoy os han tomado el pelo.
Se puede ser idiota un rato, unos años o toda la vida. Vosotros sois de los que pertenecéis a la estupidez humana con una devoción infinita.
Desde el instante en el que se llegó a la Constitución española renunciando a querer conocer el pasado nacido de una derrota militar lograda por una clase social que se negó a admitir una posibilidad reformista en los años 30 del pasado siglo, demostrásteis que, como nación, erais un país inútil para la memoria.
Desde el momento en el el que decidisteis que no queríais que os recordasen como fascistas ni que os tomasen por comunistas en las primeras elecciones de 1977 demostrásteis que erais gilipollas. Labrásteis lo que, como país habría de ocurriros con vuestra ilusión de ser europeos. Hoy vemos lo que eso significa.
Cuando llegó el recambio del suarismo (UCD. Lo peor es que a los que tienen menos de 30 años ni les suena de qué hablo) con el PSOE de González. Eran los años de España como anfitriona del Mundial de Fútbol, mas tarde de las Olimpiadas de Barcelona y de la Exposición Universal de Sevilla. Cada cuñado español fue feliz de pertenecer al Estado español, al que no le molestaba llamar España, incluso a muchos independentistas actuales de Cataluña o de Vitigudinos, que idiotas hay hasta en el pueblo más desierto.
Luego llegaron aquellos maravillosos años del azanarato en los que se terminó de destruir lo que quedaba de las empresas públicas, en las que sus trabajadores eran respetados socialmente, pero nos fue muy bien porque nos rebajan los IRPFs mientras se iniciaba la descomposición de las conquistas sanitarias, educativas y de pensiones.
Pronto vendría Zapatero para elevar la edad de jubilación, hacer dos reformas laborales, una detrás de otra y comenzar con los recortes sanitarios.
Pero, afortunadamente, llegó Rajoy, que lo hizo bueno en todo lo anterior. Con el PP tuvimos el odio intenso necesario que nos hiciese olvidar al Presi anterior.
Y, por fin, llegó Sánchez, el hombre incombustible, el que nos ayudará a olvidar el tiempo vencido. El que nos va a convencer de que darnos un poquito de oxígeno es socialismo, de que darnos unos gramos de supervivencia hasta que lleguen los próximos recortes es igualdad. Justo la peli que nos vendió Zapatero.
Enfrente tienen ustedes la peli de lo que los progres llaman el “trifachito”. Una de tantas ficciones en las que lo principal es que nos creamos que hay unos malos muy malos de la derechuza y extrema derecha que son los auténticos malvados liberales contra los que se enfrenta el auténtico socialismo ¡Ay, por dios!
Fantástico que ni nos enteremos ni nos queramos entender que hay un descaro indecente equiparable a la época en la que Podemos y su miniyo, IU, intentaban vendernos que ellos iban a romper no sé con cual realidad social. Tampoco con el ridículo papel que han hecho desde su fundación, que no fuera la colocación del personal.
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