COVID: Mascarillas y Vacunas para niños
Tabla de contenidos
- 1 La mascarilla y sus riesgos
- 2 Mis estudiantes de periodismo parecen profundamente confundidos
- 3 Pfizer para niños: datos dudosos y conflictos de interés
- 4 Es la compulsión la que necesita ser restringida
- 5 Enmascaramiento público: un símbolo de riqueza y estatus
- 6 INFOGRAFÍA: Tratamientos COVID-19 aprobados y no aprobados por la FDA
- 7 Los confinamientos tuvieron ‘poco o ningún efecto sobre la salud pública’, concluye el análisis de 24estudios
La mascarilla y sus riesgos
Quienes defienden con vehemencia esta obligación no suelen hacerlo por generosidad hacia el prójimo, sino por propio interés
Por Juan Manuel Blanco
Mientras el final de la mascarilla obligatoria es ya una realidad en muchos países, en otros se percibe aún cierta resistencia, vacilación, incluso pánico a que desaparezca. Esta medida siempre estuvo rodeada de reacciones emocionales: las autoridades nunca abrieron un debate racional que comparase beneficios con perjuicios, seguramente porque no existían argumentos racionales para justificar su implantación forzosa.
Antes de 2020, las agencias sanitarias no recomendaban el uso generalizado de mascarilla, ni siquiera en una pandemia respiratoria grave. En su plan estratégico de 2017, la CDC de los Estados Unidos, señala que, en caso de pandemia muy severa, recomendaría su uso (no su imposición) tan solo a enfermos con síntomas. La OMS en su plan de 2019 señalaba: “no hay evidencia de que las mascarillas sean efectivas para reducir la transmisión de la gripe”. Los estudios mostraban que su uso generalizado no resultaba eficaz, existiendo un sólido consenso en que los perjuicios de una utilización permanente y abusiva superarían ampliamente sus muy escasos beneficios.
Naturalmente, las mascarillas cumplían su papel en situaciones muy concretas: utilizadas por profesionales, durante un periodo corto y en lugares determinados. Pero su efectividad se perdía al pretender un uso prolongado para todo el público, en todo momento y en todo lugar, incluso en exteriores. Las autoridades sanitarias mantuvieron este escepticismo al inicio de la pandemia Covid, pero su criterio cambió meses después sin que existiera ninguna evidencia adicional, ningún estudio que aportara nuevas pruebas. Han tenido que pasar casi dos años, con olas de contagios subiendo y bajando con independencia de cualquier restricción, para redescubrir algo que siempre se supo: aunque el tapabocas pueda ser útil en determinadas circunstancias, su uso forzoso e indiscriminado resulta a la larga ineficaz.
En realidad, la mascarilla obligatoria no fue una medida sanitaria sino política, un experimento social completamente nuevo. Se trataba de crear un símbolo, una imagen que recordase a la gente que el virus seguía circulando, un señuelo que impulsara a los individuos a no bajar la guardia, a no relajarse. Y, al igual que en el teatro griego, la máscara fue la principal pieza de atrezzo en una representación que permitió a los dirigentes trasladar al público la responsabilidad de los contagios, culpando a quienes no la usaban debidamente o a los que se oponían a ella. Pero las consecuencias fisiológicas y psicológicas de la mascarilla obligatoria pueden haber sido bastante severas.No tomarse ni un respiro
En “Is a mask free from undesirable side effects in everyday use and free of potential hazards?” Kai Kisielinski y sus coautores repasan los hallazgos científicos sobre los efectos fisiológicos adversos de la mascarilla. La lista de perjuicios es larguísima, pero los principales provienen de la dificultad para respirar adecuadamente. La máscara incrementa considerablemente la inhalación de aire previamente exhalado, casi duplicando el espacio muerto fisiológico, o volumen del aire inhalado que no oxigena los pulmones. Como consecuencia, el volumen de intercambio de gases en los pulmones se reduce en un 37% de media por respiración. También se incrementa la resistencia a la entrada de aire en un 126% y a la salida en un 122% (más aún si el material está húmedo), obligando a los músculos respiratorios a realizar mucho más trabajo.
Todo ello se traduce en una caída significativa de la saturación de oxígeno en sangre y un aumento de la concentración de CO2. Fatiga, sensación de ahogo, dolor de cabeza, aumento de la cadencia respiratoria y del ritmo cardiaco y, en los casos más agudos, confusión, desorientación o reducción en las capacidades motoras, son algunos de los efectos detectados. Además, la excesiva concentración de CO2 podría afectar al locus cerúleo del tronco cerebral, desencadenando episodios de pánico. Otros autores consideran que el déficit de oxígeno podría favorecer procesos inflamatorios e, incluso, crecimiento de células cancerígenas.
Un estudio descubrió que el nivel de hemoglobina de los donantes de sangre aumentó significativamente tras imponerse la mascarilla obligatoria. Ante la hipoxia, o falta de oxigenación en la sangre, el organismo intenta adaptarse incrementando la concentración de hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno a las células. Es el fenómeno que permite a los montañeros irse aclimatando a la escasez de oxígeno de las alturas. Pero este proceso no es completo y tiene límites: aunque los sujetos en buena forma física, como donantes de sangre o alpinistas, puedan irse adaptando poco a poco a la hipoxia, la aclimatación no es tan sencilla en personas de avanzada edad o enfermas, que serían las más afectadas por la desoxigenación.
Otro experimento mostró que en la mascarilla, un medio cálido y húmedo, crece una cantidad considerable de bacterias, incluidos patobiontes y bacterias resistentes a los antibióticos, tras un uso de cuatro horas. Este riesgo puede evitarse cambiando muy frecuentemente el tapabocas, como hacen los profesionales, pero muy poca gente adopta esta práctica.
Un mundo de fantasmas sin rostro
Pero los males causados por la mascarilla no solo son fisiológicos; también psicológicos. Ocultar parte del rostro dificulta la comunicación, la interacción social, al impedir la percepción de buena parte de la información no verbal que expresan los gestos faciales: las emociones o el estado de ánimo. También interfiere la comunicación verbal, pues las palabras se entienden peor a través de una barrera física. Y dificulta el reconocimiento de personas a las que se ha visto solo una vez: por ello la usan ciertos delincuentes.
Estos problemas se agravan considerablemente en los niños, especialmente en la escuela, porque el proceso de comprensión de las expresiones no verbales, que es parte fundamental del desarrollo infantil, se ve impedido prácticamente por la máscara. En una localidad californiana, donde los alumnos de primaria debían llevarla en todo momento, los padres declararon que los niños se encontraban cada vez más estresados y desorientados, mostraban dificultades para reconocer a maestros y compañeros de clase y experimentaban grandes dificultades para hacer amigos. Seguramente ocurra lo mismo en España, pero aquí los padres son bastante más reacios a manifestarlo.
Al final, dado que la percepción de peligro no desaparece precisamente usando mascarilla, el círculo vicioso acaba desarrollando en los individuos una indefensión aprendida
Todavía peor, la máscara crea tal adicción que muchos han asumido que la llevarán el resto de su vida. Permite a algunos ofrecer ante los demás una imagen de ciudadano responsable, que acata las normas sociales. Proporciona a otros una momentánea sensación de seguridad, descubriendo tras el tapabocas ese imaginario espacio seguro que antes buscaban escondiéndose tras unas lentes oscuras.
Pero la mascarilla mantiene con el miedo una relación de ida y vuelta. Verse rodeado de gente enmascarada realimenta el temor porque refuerza la sensación de pandemia en un mundo de fantasmas sin rostro. Al final, dado que la percepción de peligro no desaparece precisamente usando mascarilla, el círculo vicioso acaba desarrollando en los individuos una indefensión aprendida, que desemboca en una actitud de pasividad y ciega conformidad con las autoridades.
Algunos autores apuntan ya al surgimiento de un nuevo síndrome: la ansiedad a quitarse la máscara, casi como un caso de gimnofobia, o temor al desnudo. Así como Queequeg, el personaje de Moby Dick, exhibía un extremado pudor a calzarse las botas en público, el choque cultural generado por las prohibiciones parece haber generado este pudor al desnudo del rostro en personas que ya experimentaban inseguridad o ansiedad social, especialmente muchos adolescentes.
Nunca debió imponerse la mascarilla forzosa generalizada y, por supuesto, debe eliminarse inmediatamente allí donde permanece. Quienes defienden con vehemencia esta obligación no suelen hacerlo por generosidad hacia el prójimo, sino por propio interés. “Todavía no es el momento de eliminarla”, vociferan; pero nunca lo será mientras la alarma siga realimentando su miedo, colmando su ego… o llenando su bolsillo.
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Mis estudiantes de periodismo parecen profundamente confundidos
Por EM Franklin, 25 FEB 2022
Los profesores de periodismo decimos a nuestros alumnos que un periodista debe buscar lo oculto donde nadie mira. Los periodistas deben dedicarse a exponer la verdad en todas las instituciones.
Les decimos a nuestros estudiantes que un periodista no debe estar apegado a la agenda del gobierno ni hablar como la voz del gobierno. Siempre compare las afirmaciones del gobierno con la realidad, y nunca minimice ni desacredite los efectos de la política del gobierno o los informes de civiles que sufren bajo las acciones del gobierno.
Les decimos a nuestros estudiantes que se supone que un periodista debe permanecer a cierta distancia; mantenerse imparcial. Reporte la noticia, no influya en ella. Un periodista no debe estar inmerso en lealtades mixtas.
Un periodista debe reconocer especialmente que la libertad está en riesgo en tiempos de crisis. Cuando llega la crisis, los periódicos tienen que esforzarse más para desafiar los planes y acciones del gobierno.
El periodista no debe tratar al enemigo como un monstruo.
Y todo ello para que los lectores autónomos puedan tomar sus propias decisiones.
Tal vez debería haber sabido que resultaría de esta manera. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, invocó la Ley de emergencia para lidiar con el convoy de camioneros, incautó cuentas bancarias y eliminó su seguro. Hasta el momento, 190 manifestantes fueron arrestados, incluidos líderes camioneros clave. Había 100 puntos de control en el centro de Ottawa en los que debe presentar sus razones para ingresar a «la zona roja».
La narrativa se estableció antes de que llegaran los camioneros. En un discurso electoral el verano pasado, Trudeau advirtió que “habrá consecuencias” para los no vacunados. Como si hablara por todos nosotros, ha declarado repetidamente: “Los canadienses están enojados y frustrados con los no vacunados”. Es bien sabido que en un programa de entrevistas televisivo del 29 de diciembre, Trudeau afirmó que aquellos que no han sido vacunados son muy a menudo «misóginos y racistas» que «no creen en la ciencia/el progreso», y agregó que «ocupan espacio». Trudeau concluyó: “Esto nos lleva, como líder y como país, a tomar una decisión: ¿Toleramos a estas personas?”. La semana pasada nos llamó “una minoría marginal con puntos de vista inaceptables”.
La narrativa estaba establecida. Fue un caso puro de cebado. Ahora aquí es donde nos encontramos.
Enseño un curso de comunicaciones sobre protestas y medios, así que después de los primeros días de cobertura mediática de la protesta, con horror e indignación moral por los informes de banderas confederadas y esvásticas en la protesta, tuve que investigar un poco. Conduje hasta el corazón de la bestia y hablé con los policías, quienes resultaron ser mucho más amables de lo que esperaba. Tenía una pregunta: «¿Cuántas esvásticas has visto?»
Grupo 1 : “Uno, y estoy aquí desde el sábado”.
Grupo 2 : “Unos cuantos”/ “¿Qué son unos cuantos?” pregunto. «¿Tres? ¿Diez?» /“Unos pocos” responde.
“En los eventos siempre hay unos cuantos”, dice su pareja. /”Oh, ¿has trabajado en eventos aquí antes? ¿Siempre hay ese tipo de cosas? / “Sí, siempre”.
Grupo 3 : “Uno”.
Grupo 4 : “Había uno, pero era con otro grupo. Los camioneros fueron bastante rápidos en deshacerse de ese. Les tiraron piedras”.
«Sí, se han ocupado de ese tipo de cosas… todo sin nuestra participación».
Grupo 5 : “Ninguno”, dice el policía, haciendo un signo de cero con su mano enguantada. “Y he estado aquí desde el viernes”.
“La CBC lo inflama todo”, responde uno, y todos asienten.
“Ha sido muy tranquilo. Ha sido genial de esa manera. Por ese lado de las cosas, estos muchachos son muy disciplinados”.
Esperaba una exageración, ya que había estado en protestas antes y había visto cómo la CBC manipula los números. Sin embargo, esto fue impactante.
Entonces, en nuestra clase de Zoom, compartí mis breves hallazgos con mis alumnos. ¿Por qué la discrepancia entre estos tipos y los medios heredados? En general, hay un encogimiento de hombros colectivo. Sin embargo, mientras nos sumergimos en el pozo y algunos de mis alumnos que se han aventurado en las protestas y hablado con los camioneros comparten sus observaciones, dos de mis alumnos comentan en el chat: «¿No es interesante que aquellos que cuestionan la presencia de la esvástica y la bandera confederada son blancas”.
Ahí terminé la conversación.
Saco a relucir la teoría.
En Canadá, más del 80% de los medios son propiedad de cinco empresas: Bell Media, Rogers, Postmedia, Corus, Torstar. Existen, por supuesto, para cubrir una variedad de temas para el bien social, pero también para vender publicidad y obtener ganancias. Es un mercado pequeño y altamente competitivo. Lo que se cubre, especialmente en las protestas, es controversia, confrontación y espectáculo.
Pasamos a Jules Boycoff quien, en 2006, mostró cómo medios como el New York Times , Washington Post , NBC y CNN retrataron dos protestas relacionadas con la OMC, según el porcentaje de ciertos encuadres utilizados en su cobertura:
Marco de violencia (59 %)
Marco de disrupción (47 %)
Marco de fenómeno (39 %)
Marco de amalgama de agravios (26 %)
Marco de ignorancia (19 %)
“Varias décadas de investigación”, dice Boycoff, “ha enfatizado que la cobertura mediática del activismo tiende a marginar las preocupaciones del activismo al enfocarse en los elementos más extremos de la protesta, ya sea que se centren en la violencia o en aquellos que presentan como bufones ingenuos”.
Onto Todd Gitlin, quien en The Whole World is Watching , mostró cómo los medios socavaron a los Estudiantes por una Sociedad Democrática (movimiento contra la guerra de Vietnam) al minimizar o descartar por completo sus motivos y preocupaciones principales. Los medios se centraron regularmente en los elementos extremos y retrataron a los activistas como ingenuos y ridículos.
Planteo el espectro de la vigilancia, particularmente Amazon Ring y su relación con la policía estadounidense en su vigilancia de las protestas de BLM. Luego hablamos de la mujer manifestante en Ontario a quien la policía visitó el otro día en su casa. El oficial reveló que la policía está monitoreando los grupos de Facebook. Este policía estaba realizando un servicio y estaba allí para ofrecer un folleto sobre protestas pacíficas.
¿Queremos este tipo de vigilancia?
Lanzo algunas preguntas que invitan a la reflexión: ¿Ha visto algún medio de comunicación dominante retratar a cualquiera de estas miles de personas de manera positiva? ¿Los medios de comunicación entrevistan a la gente sobre el terreno o se basan en informes oficiales? ¿Han hecho los periodistas preguntas más profundas y proporcionado análisis sobre la causa y los motivos detrás de la protesta? ¿Por qué cree que el National Post , cuando se enfrentó a la protesta más grande en la historia de Canadá, optó por exhibir durante dos días en su portada a un manifestante en tanga y abrigo de piel?
Estos son estudiantes de comunicaciones de cuarto año. Se les ha enseñado a cuestionar sus sentimientos cuando ven los medios, a reconocer que todo está enmarcado con un propósito: lo que sientes después de ver un informe de noticias es lo que debes sentir. Saben sobre la carrera para establecer la narrativa, y que nuestra propia necesidad de sentirnos cómodos en nuestra visión del mundo generalmente reemplaza la razón y la objetividad.
Hablamos sobre el hecho de que en tiempos de crisis, el mensaje se vuelve más estrecho, «mensajes engrasados», en lugar de más matizado, más complejo y, por lo tanto, tenemos que seguir ampliando la caja de información cada vez más pequeña; estamos tratando con personas humanas, no con clichés, después de todo. Hablamos de atribución y de lo vital que es separar nuestras emociones y prejuicios de los hechos observables de un evento. Hablamos de in-grouping, outgrouping y chivo expiatorio, y el imperativo de buscar siempre los documentos y pruebas primarias. Hablamos de tratar de hacer una “lectura errónea deliberada” de los eventos y ser creativos con nuestras interpretaciones: involucrarnos en lo que me gusta llamar “el espacio sagrado del significado negociado” entre nosotros y “el otro”. Finalmente, incluso tomo un Martin Buber y me vuelvo místico sobre cómo adoptar un enfoque de «yo y tú» para el mundo.
Estoy sin aliento. No parece estar asimilando. Para ser justos, hay algunos que me han sorprendido en estas conversaciones: cinco o seis estudiantes que no están de acuerdo con los camioneros pero que todavía están luchando con esta realidad, con tensión y ambigüedad, con la investigación y con los comentarios de sus pares. Pero la evaluación general es perplejamente sin matices, y se desvía poco de los puntos de conversación de CBC y Justin Trudeau. Están decididos a demonizar al enemigo.
¿Por qué la discrepancia entre lo que estos estudiantes han aprendido durante cuatro años y lo que están aplicando ahora en la vida real? Una bandera confederada y una esvástica vistas en la protesta. Bocinazos incesantes e irritantes de los manifestantes durante todo el día. Calles céntricas bloqueadas. Algunos estudiantes universitarios y residentes locales que han sido “abordados” y, en particular, preguntaron por qué siguen usando máscaras afuera. El césped de alguien se orinó. Un líder renegado está vinculado al Partido Maverick y aparentemente había hecho comentarios supremacistas en el pasado. Y más allá de eso, un montón de masajes y fusiones de bits e inferencias.
Estos comentarios y toda la atribución que los acompaña han conquistado las ondas, y dejado de lado a los miles de canadienses que ondean sus banderas, la disciplina colectiva demostrada por los al menos diez mil camioneros involucrados, las reiteradas y claras declaraciones públicas de la dirigencia pidiendo todos a permanecer en paz y encontrar el perdón, y simplemente pedirle al Primer Ministro que hable.
Para mis alumnos, la culpa es clara: lo que dijo el Primer Ministro en diciembre es inequívocamente cierto.
¿Qué ha pasado con esta generación de estudiantes? ¿Sigue siendo tan influyente el pilar del cuarto poder incluso en la era de Internet y los medios alternativos? ¿La pandemia ha adormecido tanto a los nietos de estos hippies que no cuestionarán la hegemonía y el Hombre de los calcetines de diseñador? ¿Estos estudiantes tienen miedo de salir al limbo del pensamiento independiente?
Después de clase, algunos de mis alumnos me hacen a un lado, al menos como sucede en Zoom. Quieren hablar. La madre de Kayleigh ha perdido su trabajo en el gobierno. Ella misma ha perdido una cooperativa. Shannon es gay y vive con su pareja, y en el pasado discutimos sobre el uso de la palabra «pareja», que personalmente rechazo (se rió y me llamó privilegiado; luego acordamos la palabra «acompañante» ).
En estas clases he visto la conversación increíblemente concisa y respetuosa que ha estado tratando de tener en la ventana de chat. Brian había dicho en clase: “Soy lo que ustedes llamarían un antivacunas. Para que lo sepan, soy de África y probablemente estoy más vacunado que cualquiera de ustedes”. Para mí personalmente, agrega: «Hace mucho que no pienso en lo que la gente piensa de mí».
Me agradecieron por la conversación en clase. Y luego estos estudiantes, algunos entre lágrimas, cuentan lo difíciles que han sido sus clases. Durante estos últimos dos años y especialmente ahora se sienten completamente silenciados.
Hay una más: una mujer joven que se ha destacado en esta discusión como agudamente articulada. Digo, “Jenn, has estado en un par de mis clases; estás pensando por ti mismo y eres muy elocuente. ¿Qué vas a hacer con esto después de graduarte?
“Quiero arreglar el periodismo”, dice ella.
Cualquier fachada de profesor que tenía ahora se ha resquebrajado.
Acechando en los rincones de mi clase de Zoom hay varios estudiantes de y en China. No oigo mucho de ellos estos días. Sin embargo, había oído hablar de algunos de ellos el semestre pasado y me intrigaron especialmente las respuestas de sus diarios a una imagen publicada en clase. La imagen era el Tank Man, ese académico chino solitario en la plaza de Tiananmen, de pie frente a una columna de tanques, sosteniendo su maletín. Un hombre solitario.
Pegué la imagen en la pared de mi dormitorio cuando era un adolescente. Fue un mensaje claro e inspirador sobre la defensa de la libertad.
En los últimos años, las respuestas a esta imagen se han vuelto más variadas. Muchos de mis alumnos de China no suelen hablar de Tank Man en tonos positivos. Tiananmen, dicen, fue infiltrado por el dinero occidental y personas influyentes que irritaron a los estudiantes ingenuos que no podrían haberlo sabido mejor. Al igual que los recientes manifestantes de Hong Kong, violentaron la estabilidad y la armonía de una sociedad. La policía y los soldados en esos tanques estaban haciendo lo mejor que podían. Las autoridades son los héroes.
Me pregunto qué dirán mis alumnos sobre la imagen el próximo año.
Hoy, sin embargo, cuando observé las grúas que sacaban los grandes camiones de las calles de Ottawa y escuché más informes sobre el arresto de disidentes, lo que me queda no es realmente el entumecimiento del grupo colectivo; creo que lo he visto en mi conferencias, siempre estuvo ahí, después de todo. No, es el puñado de estudiantes que se han destacado, que valientemente se han colocado en el limbo social e intelectual. Estos veinte/veintidós años, después de dos años de presión constante, de ser arengados a diario de que son egoístas e ignorantes y tienen opiniones inaceptables, siguen plantando cara a un colectivo cada vez más militante. Están pensando por sí mismos.
“Quiero arreglar el periodismo”, dice ella.
Esto me da esperanza.
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Pfizer para niños: datos dudosos y conflictos de interés
Por Sonia Elijah, 25 FEB 2022
El Comité Conjunto sobre Vacunación e Inmunización (JCVI), un grupo independiente de expertos que asesora a los departamentos de salud del gobierno del Reino Unido sobre inmunizaciones, publicó un informe el 16 de febrero que dice: «JCVI recomienda una oferta no urgente de dos dosis de 10 mcg de Pfizer-BioNTech Vacuna contra el Covid-19 a niños de 5 a 11 años que no estén en un grupo de riesgo clínico. ‘
Recientemente entrevisté al Dr. Tony Hinton, un cirujano jubilado del NHS de 35 años, con respecto a la declaración reciente de JCVI, que publiqué en mi subpila . El Dr. Hinton descubrió que estaba lleno de contradicciones y que los datos de los CDC en los que se basó el JCVI estaban sesgados, en comparación con los datos registrados en un estudio de Hong Kong, lo que arrojó tasas de miocarditis relacionadas con la vacuna significativamente diferentes en los niños.
Al día siguiente, me llamó la atención una noticia de última hora de The New York Times , lo que reveló ayuda a explicar por qué los datos de los CDC parecen ser tan irregulares. El artículo expuso el hecho de que el CDC (Centro para el Control de Enfermedades en los EE. UU.) había estado ocultando al público grandes cantidades de datos de Covid. Declaró: «Dos años completos después de la pandemia, la agencia que lidera la respuesta del país a la emergencia de salud pública ha publicado solo una pequeña fracción de los datos que ha recopilado».
El artículo continuó citando a Samuel Scarpino, director gerente de vigilancia de patógenos en el Instituto de Prevención de Pandemias de la Fundación Rockefeller, quien dijo: “Los CDC son una organización política tanto como una organización de salud pública”.
Su declaración explosiva ayuda a demostrar que la política Covid de EE. UU. (incluido el programa de vacunas) se ha regido por la política todo el tiempo, en lugar de la ciencia.
Además, el JCVI y la MHRA se han basado incuestionablemente en los datos de los ensayos clínicos de Pfizer para autorizar y recomendar la vacuna experimental Pfizer-BioNTech que consta de la nueva formulación de nanopartículas lipídicas que contiene ARNm modificado con nucleósidos.
Los mismos datos de ensayos clínicos que han sido puestos en serias dudas por denunciantes recientes, como Brook Jackson, el director regional de varios de los sitios de ensayos clínicos utilizados en el ensayo fundamental de Fase III de Pfizer, que el BMJ cubrió, en noviembre pasado.
El informe de evaluación financiado por Pfizer y BioNTech
Lo que es muy preocupante es que el estudio publicado en NEJM (The New England Journal of Medicine) que el JCVI incluyó en su informe reciente, al evaluar la seguridad de la vacuna Pfizer-BioNTech (BNT162b2) en niños de 5 a 11 años, fue completamente financiado por Pfizer y BioNtech, y los autores del estudio trabajan directamente para cualquiera de las dos empresas. También es inquietante, cómo nadie en el JCVI habría hecho sonar las alarmas de ‘conflicto de intereses’, sino que optó por permanecer en silencio y confiar en ese estudio que está lejos de ser independiente.
El informe financiado por Pfizer y BioNTech afirma que «las vacunas contra el covid-19 se necesitan con urgencia en niños menores de 12 años» y, por supuesto, concluye que la vacuna Pfizer-BioNTech (BNT162b2) es «segura, inmunogénica y eficaz en niños de 5 a 11 años de edad .’ El informe afirma de manera alarmante: «Sin vacunas efectivas contra el covid-19 para este grupo de edad, los niños podrían convertirse potencialmente en reservorios continuos de infección y fuentes de variantes emergentes».
En mi opinión, que Pfizer y BioNTech describan a los niños como «reservorios continuos de infección» es ofensivo y personifica la forma en que han sido tratados durante los últimos dos años, incluido el etiquetado como «superpropagadores». Ha habido varios informes altamente creíbles que citan evidencia, que afirman lo contrario.
Las grandes contradicciones del informe de la JCVI
Hubo muchas irregularidades en la ‘oferta no urgente’ de JCVI que llamaron la atención del Dr. Hinton. En primer lugar, en todos sus años en medicina, el Dr. Hinton nunca se ha encontrado con que el JCVI use ese tipo de lenguaje al recomendar una vacuna. Desde el comienzo de la entrevista, dijo que la JCVI no está recomendando la vacuna para este grupo de edad, dice que será una » oferta abierta no urgente para los padres «. El término en sí expone el hecho de que no hay una necesidad urgente de ofrecer la vacunación para este grupo de edad, entonces, ¿por qué ofrecerla de todos modos?
Una de las razones que dan para su ‘oferta no urgente’ es prevenir ‘una futura ola de infección‘, al tiempo que señalan que la vacunación de este grupo ‘no se espera que tenga un impacto en la ola actual de Omicron‘.’
Desde hace más de un año, la evidencia ha demostrado que las vacunas COVID-19 y sus refuerzos no evitan que las personas contraigan el virus ni previenen la transmisión. De hecho, Israel lanzó la cuarta dosis de la vacuna Pfizer a principios de enero y, desde entonces, ha experimentado un aumento vertiginoso de los casos de Covid-19. Entonces, ¿cómo podría prevenir una futura ola de infección vacunar a niños pequeños sanos? No puede y es inusual que la JCVI haga esta afirmación.
El informe establece de manera importante que los niños pequeños tienen una «enfermedad asintomática o leve» después de la infección con SARS-CoV-2 y que «los niños de 5 a 11 años tienen el riesgo más bajo de contraer COVID-19″, lo que deja completamente vacía su oferta no urgente. .
El caso de la inmunidad natural
Otra anomalía que se destacó en el informe que destacó el Dr. Hinton fue la admisión del JCVI de que » más del 85% de todos los niños» ya habrían contraído el SARS-CoV-2, lo que llevaría a la inmunidad natural adquirida. Prima facie, esto parece una buena noticia, dado el rechazo implacable de uno de los principios fundamentales de la inmunología por parte de los organismos de salud gubernamentales mundiales y los funcionarios de salud pública: la inmunidad natural. El informe continúa asumiendo correctamente que ‘ La inmunidad natural que surge de una infección previa contribuirá a la protección contra futuras infecciones ‘ . El JCVI parece contradecirse directamente, ya que su ‘oferta no urgente’ de la vacuna Pfizer-BioNTech para niños pequeños sanos parece estar basada en la amenaza de una infección futura.
Los datos
En la entrevista, mencioné que el JCVI se había basado en los datos de los CDC (que ahora sabemos que solo una pequeña fracción se ha hecho pública). Leí un extracto de su informe: ‘En los Estados Unidos (vinculado al informe del Grupo de trabajo sobre vacunas contra el covid-19 de los CDC) se han notificado menos de 2 casos de miocarditis relacionada con la vacuna por cada millón de dosis’.
El Dr. Hinton creía que esa tasa era mucho más alta. Dijo que «incluso si se basara en 2 casos de miocarditis por millón, dado que hay 5,6 millones de niños de 5 a 11 años en el Reino Unido que darían lugar a 11 casos de miocarditis, con una tasa de mortalidad del 50 % en 5 años. Además, está viendo 3 casos de posiblemente no ir a la UCI frente a 11 casos de miocarditis relacionada con la vacuna».
El Dr. Hinton habló sobre un estudio realizado en Hong Kong que brinda una imagen mucho más precisa de los casos de miocarditis relacionados con la vacuna en niños.
“Desde la primera dosis se registraron 55 casos por millón, a partir de la segunda dosis saltó a 370 casos por millón, entonces en total tuvieron 425 casos por millón de inyecciones. Entonces, para que vacunemos a 5,6 millones de niños en el Reino Unido, eso conduciría a 2380 casos, mucho más de lo que dice el JCVI”.
En la entrevista, mencioné un estudio reciente publicado el 25 de enero de 2022 en JAMA (Journal of the American Medical Association) que mostró que el riesgo de miocarditis después de la vacunación de ARNm COVID-19 (vacunas de Pfizer y Moderna) ‘aumentó a lo largo de múltiples edades. y estratos de sexo y fue más alto después de la segunda dosis de vacunación en varones adolescentes y hombres jóvenes. Este riesgo debe considerarse en el contexto de los beneficios de la vacunación contra el Covid-19”.
Dado que el estudio en JAMA se publicó mucho antes de que el JCVI emitiera su declaración, los expertos del grupo deberían haber estado al tanto de este estudio revisado por pares y haberlo incluido al considerar la seguridad de la vacuna en lugar de simplemente confiar en un estudio de Pfizer no revisado por pares. -Informe de evaluación de la vacuna Covid-19 financiado.
Con base en la evidencia condenatoria muy reciente contra los CDC y la conclusión alarmante del nuevo estudio en JAMA, el JCVI debe retirar su declaración de inmediato.
El 11 de febrero, 90 profesionales médicos que formaban el grupo Children’s Covid Advisory Group (CCVAG) escribieron una carta al gobierno para «pausar el lanzamiento de la vacuna infantil Covid en espera de los resultados de una investigación sobre señales de seguridad graves».
Su carta fue ignorada por el gobierno y la JCVI. En respuesta, 500 profesionales médicos británicos firmaron conjuntamente la carta original y un pequeño grupo de representantes la entregó personalmente al JCVI y al Director Médico, el 24 de febrero.
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Es la compulsión la que necesita ser restringida
Por Vinay Prasad, 26 FEB 2022
Justo ayer, leí que las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York eliminarán el mandato de máscara EXTERIOR a partir del lunes. ¡Qué valiente!
Reflexionemos sobre esto por un momento. El distrito escolar de la ciudad de Nueva York ha estado exigiendo que los niños usen máscaras AFUERA todo este tiempo. Años después supimos que el virus casi nunca se propaga al exterior. Durante el recreo cuando los niños juegan, obligados a usar una máscara mientras se esfuerzan. ¡Guau!
Quien hizo la política es un idiota. No hay forma de evitarlo. No son aptos para la formulación de políticas. Abusaron del poder del gobierno para obligar a los niños (con un riesgo increíblemente bajo de malos resultados) a usar una máscara en un entorno donde el virus simplemente no se propaga. En otras palabras, participaron en algo hecho en nombre de la salud pública, que en realidad empeoró a los seres humanos. Peor aún, usaron la fuerza coercitiva para hacerlo.
Después de COVID, debemos hablar seriamente sobre el establecimiento de restricciones. Pero no en la gente. Necesitamos imponer restricciones a la salud pública y las cosas que se hacen en nombre de la salud pública. No podemos permitir que las personas que no saben sopesar los riesgos y los beneficios y la incertidumbre coaccionen a los seres humanos, desproporcionadamente a los jóvenes e impotentes (camareros/servidores) a participar en intervenciones que no tienen datos que las respalden, durante años y años.
La salud pública sea objeto de restricciones; una muestra de su propia medicina. Algunas de esas restricciones deberían imponerse a los gobiernos, pero otras a los actores privados que apelan a la salud pública. Esto es lo que podría parecer:
- En una situación de emergencia, si los gobiernos exigen o aconsejan intervenciones conductuales a nivel individual (p. ej., enmascaramiento), esas entidades deberían haber generado datos sólidos en 3 meses (ECA grupales) para demostrar la eficacia, o la intervención se revoca automáticamente. Algunos pueden argumentar que 3 meses es demasiado corto, pero si realmente es una crisis que justifica proclamaciones de emergencia, entonces debería ver una señal en 3 meses, y los gobiernos pueden ampliar el tamaño de la muestra para garantizar resultados rápidos.
- Si una prueba es positiva, eso no significa que la política continúe para siempre, sino que debe ser debatida (beneficio neto/daños netos/compensaciones) por el cuerpo político.
- Se debe prohibir a las entidades privadas exigir productos farmacéuticos de emergencia. Mira este tweet de mi compañero de conversación, VPZD PODCAST, Zubin Daminia. Cal Academy es un museo en el Golden Gate Park. ¿Tienen algún negocio o capacidad para ordenar refuerzos en adolescentes? No, es absurdo. Dos altos funcionarios de la FDA, Gruber y Krause, renunciaron por esta decisión. Paul Offit y Luciano Boro y otros han criticado públicamente los refuerzos para los jóvenes, ¿y Cal Academy lo exige? Cal Academy no está calificada para tomar esta decisión.
- Lo mismo es cierto para las guarderías y las escuelas privadas que ya han exigido la vacunación de niños de 5 a 11 años. ¿Se debe permitir que individuos privados al azar coaccionen la vacunación bajo la Autorización de uso de emergencia (EUA)? Creo que se deben establecer restricciones para evitar que hagan tal cosa. Tal vez debería ser explícito que es ilegal coaccionar cualquier producto médico bajo el estatus de EUA. Esto detendría Cal Academy y las escuelas privadas.
- Lo mismo es cierto para los refuerzos. Se debe prohibir a las universidades exigir productos médicos bajo los auspicios de la EUA. Lo que está pasando ahora mismo en los campus universitarios es una estupidez asombrosa.
- Los pacientes del hospital merecen una declaración de derechos. Prohibición de visitas, particularmente de niños o personas mayores; especialmente cerca del final de la vida eran crueles y repugnantes. Incluso mucho después de que el PPE fuera adecuado, hasta 2022, estas reglas continuaron. Los pacientes necesitan una declaración de derechos, y los hospitales deberían enfrentar severas restricciones en su capacidad para prohibir visitas. Que yo sepa, EE. UU. no ha separado a un bebé de sus padres, como Hong Kong , pero nuestras reglas son injustas.
- ¿Las personas tienen derecho a regresar a su país de origen? Lea este excelente artículo sobre los australianos atrapados en la India . Este es un tema importante.
- ¿Quién decide si las escuelas deben cerrar? Las escuelas son demasiado importantes para permitir que los tomadores de decisiones locales las cierren durante años. En los EE. UU., esto sucedió siguiendo líneas partidistas, con las ciudades más progresistas castigando más a los niños. Tiene que haber alguna declaración de derechos de los niños para evitar que esto suceda. Es posible que las escuelas deban cerrar en circunstancias excepcionales en el futuro, pero esto debe hacerse solo en tiempos extraordinarios, y nadie puede justificar el cierre de escuelas solo en ciudades demócratas. Los niños necesitan un verdadero campeón, y no es la AAP.
Estos son solo algunos ejemplos de dónde los gobiernos o las instituciones se han extralimitado en nombre de la salud pública, pero hay muchos más. Post Covid, el grupo que necesita enfrentar las restricciones más fuertes es la propia salud pública. Debemos quitar con cuidado el poder que le hemos otorgado a la salud pública, que muchas veces ha sido mal utilizado.
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Enmascaramiento público: un símbolo de riqueza y estatus
Por Ryan Lau, 24 FEB 2022
Las leyes son tan significativas como la voluntad política detrás de ellas. Si existe una política, pero sería un suicidio político practicarla o hacerla cumplir legítimamente, podemos esperar razonablemente que la clase dominante valore su legitimidad continua como clase dominante antes que salirse con la suya en la práctica de una ley.
Algunos ejemplos de esto son el exceso de velocidad de menos de 5 mph por encima del límite y la criminalización federal de la marihuana. Aunque hay muchos crímenes en los libros, son asuntos que se enfrentarían con una feroz hostilidad por parte de los ciudadanos, los grupos activistas e incluso algunas de las élites más simpatizantes. La existencia de legislación claramente no conduce necesariamente a la aplicación de dicha legislación.
Los mandatos de máscara funcionan de manera similar, dependiendo de dónde se encuentre frecuentando. La distribución de la aplicación no es aleatoria. Está estrechamente relacionado con la proximidad de una empresa a las instituciones de élite.
El oeste de Massachusetts, desde Springfield hasta Northampton, es un microcosmos de este fenómeno. Por razones completamente no científicas, muchas ciudades de Pioneer Valley han impuesto y levantado periódicamente mandatos de máscara que datan aproximadamente de agosto de 2021. Pero la existencia es una cosa: el cumplimiento es otra.
En aras de proteger el heroísmo presente en muchas empresas en el extremo inferior del espectro socioeconómico, no nombraré a ningún no participante por su nombre. Dicho esto, después de haber estado dentro de la mayoría de los restaurantes en Springfield como mensajero, puedo contar con los dedos de una mano la cantidad de lugares que, en algún momento, me indicaron que usara una máscara.
En lo que parece ser la mayoría de los casos, uno o más empleados usan uno debajo de la barbilla o no lo usan. Simplemente no hay mucha preocupación por lo que dice el alcalde; clientes, empleados y dueños de negocios por igual se asocian libremente entre sí de la manera en que se sienten más cómodos.
En el supuesto centro liberal de Springfield, MA, la población es casi 50% hispana. De este grupo demográfico, solo la mitad ha recibido una dosis de vacuna y casi 3 de cada 5 no están completamente vacunados. Estos números se inflan aún más artificialmente por los mandatos de vacunación en las tres universidades dentro de los límites de la ciudad. Sin embargo, esto no ha impedido que las empresas operen como lo harían normalmente y que los ciudadanos sigan con sus vidas. Nadie pregunta por el virus porque no es necesario hacerlo.
Sin embargo, a solo 20 millas al norte, Northampton opera de manera completamente diferente. En la sala de conciertos de la Academia de Música, los carteles anuncian un requisito de vacunación o prueba negativa para permitir la entrada. Las máscaras han sido obligatorias desde agosto sin excepción, e incluso al aire libre, los ciudadanos lucen N95 como si acabaran de salir de una mina de carbón o de un sótano plagado de asbestos.
El Smith College, exclusivamente femenino, evalúa a sus estudiantes dos veces por semana y muchos habitantes de Hamp parecen tener una mentalidad similar a la de la administración de la escuela. Claro, la población hispana en Hamp también está vacunada solo en un 54 %, pero es una ciudad en la que el 81 % es blanca, un grupo demográfico con una tasa de vacunación en la ciudad del 78 %. Al ingresar a un restaurante, un primer saludo común para un cliente entusiasta que luce una sonrisa es cubrir esa cosa.
¿Qué explica una diferencia tan dramática en la ejecución de políticas casi idénticas en ciudades tan cercanas entre sí? Una posibilidad es que en un área con tasas de cumplimiento más altas, sea más fácil aplicar medidas más draconianas, ya que hacerlo, desde la perspectiva de una empresa, tiene un costo reducido.
Muchas más personas caminan sin máscara en Springfield que en Northampton, por lo que exigir que alguien se ponga una (que puede no tener ninguna o sentirse ofendido por el decreto) resultará en la pérdida de muchos más clientes y las ventas resultantes. Esto crea un mayor incentivo en Springfield para que las empresas ignoren los mandatos municipales, ya que el mercado castigará más la obediencia.
También vale la pena analizar la brecha de riqueza entre estas dos ciudades. En todo Massachusetts, Springfield no es conocido por ser el lugar más agradable para vivir. Las tasas de pobreza son altas y los precios inmobiliarios son comparativamente asequibles. Aunque indiscutiblemente la ciudad está mejorando en estas áreas, entre muchas otras, el espíritu renegado pasivo de la clase baja permanece.
Los precios medios de venta de viviendas se han disparado en los últimos dos años, como lo han hecho en todo el país, pero todavía apenas han alcanzado los $250,000. Las cifras de Northampton son casi el doble, y con la riqueza adicional viene una plétora de cambios en las actitudes sociales.
Es posible que este aumento de estatus genere una sensación entre los residentes más ricos de que hay más en juego. A medida que nuestra cultura de cancelar se ha intensificado durante la última media década, cada una de nuestras acciones analizadas hasta el más mínimo detalle, un pequeño paso en falso puede ser devastador. Quizás aquellos que tienen más que perder en caso de ser cancelados estén menos dispuestos a hacerlo. Incluso si sus negocios permanecieran operativos, la mancha y el estigma de estar «sin máscara» podría ser un temor suficiente para ahuyentar el negocio.
Podría relacionarse aún más con el concepto de Ted Kacyznski de la actividad sustituta: aquellos con más riqueza tienen que gastar menos tiempo y energía preocupándose por su propio sustento y supervivencia, dejando más para aferrarse a otras actividades menos importantes con el mismo intensidad que solíamos dirigir para mantenernos vivos.
Estas actividades menos importantes, que en última instancia se convierten en formas de pasar el tiempo, son actividades sustitutas; tal vez ser un miembro honorario de la policía de máscaras es solo un ejemplo de una actividad sustituta para los ciudadanos que se han vuelto tan cómodos que se aburren y necesitan inventar una pasión para seguir. Aunque no es una comparación exacta (según los estándares de Kacyznski, ambos bloques están en el punto de riqueza en el que pasan la mayor parte de nuestro tiempo participando en actividades sustitutas), puede explicar por qué este es un tema tan importante para aquellos que ya tienen todo lo que podrían pedir.
La disparidad entre Springfield y Northampton ilustra una clara división socioeconómica entre la aplicación de los mandatos de mascarillas. En una nación gobernada por la voluntad política, en lugar de solo por las leyes, es justo decir que en Springfield, y en los Springfield de todo el país, la libertad aún prospera. Las palabras en papel y los discursos vacíos tienen poca relación con la actividad cotidiana de los residentes, lo que hace que el llamado mandato de máscara sea casi completamente ilusorio.
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INFOGRAFÍA: Tratamientos COVID-19 aprobados y no aprobados por la FDA
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Los confinamientos tuvieron ‘poco o ningún efecto sobre la salud pública’, concluye el análisis de 24estudios
Por Iván Pentchoukov
The Epoch Times, 31 ENE 2022
Las medidas de confinamiento utilizadas por los gobiernos de todo el mundo para reducir el número de muertes por COVID-19 tuvieron poco o ningún efecto sobre la mortalidad, según tres investigadores que analizaron 24 estudios.
Los investigadores, dirigidos por Steve Hanke, cofundador del Instituto Johns Hopkins de Economía Aplicada, Salud Global y el Estudio de Empresas Comerciales, examinaron 18.590 estudios para seleccionar los 24 documentos utilizados para el análisis final.
Llegaron a la conclusión de que los bloqueos en Europa y Estados Unidos redujeron la mortalidad por COVID-19 en un 0,2 por ciento en promedio. Encontraron también que las órdenes de refugio en el lugar redujeron la mortalidad en un 2,9 por ciento en promedio.
“Si bien este metanálisis concluye que los bloqueos han tenido poco o ningún efecto en la salud pública, han impuesto enormes costos económicos y sociales donde se adoptaron”, escribieron los investigadores.
“En consecuencia, las políticas de confinamiento están mal fundamentadas y deben rechazarse como un instrumento de política pandémica”.
El estudio analizó específicamente las medidas gubernamentales obligatorias, incluidos los mandatos de máscara y las prohibiciones de viaje, en lugar de las medidas voluntarias.
De todas las medidas de confinamiento analizadas, el cierre de negocios no esenciales pareció ser el más efectivo, reduciendo la mortalidad por COVID-19 en un 10,6 por ciento en promedio, encontró el estudio. Los investigadores especulan que esto se debió en gran parte al cierre de bares.
“Solo el cierre de negocios muestra consistentemente evidencia de una relación negativa con la mortalidad por COVID-19, pero la variación en el efecto estimado es grande. Tres estudios encuentran poco o ningún efecto, y tres encuentran grandes efectos. Dos de los efectos más grandes están relacionados con el cierre de bares y restaurantes”, afirma el estudio.
El estudio encontró que los bloqueos y los límites en las reuniones aumentaron ligeramente la mortalidad por COVID-19 en un 0,6 por ciento y un 1,6 por ciento, respectivamente.
“En general, concluimos que los bloqueos no son una forma efectiva de reducir las tasas de mortalidad durante una pandemia, al menos no durante la primera ola de la pandemia de COVID-19”, escribieron los investigadores.
El hallazgo del metanálisis está en línea con un análisis de 100 estudios de COVID-19 publicado en septiembre del año pasado, que concluyó que “los bloqueos han tenido, en el mejor de los casos, un efecto marginal en la cantidad de muertes por covid-19”.
Mientras tanto, la conclusión contrasta con un metanálisis de finales de 2020 que encontró que los bloqueos redujeron con éxito la mortalidad por COVID-19. Los investigadores del estudio de Johns Hopkins señalan que el análisis de 2020 utilizó varios estudios de modelado «que hemos excluido explícitamente«.
Si bien tienen poco o ningún efecto sobre la mortalidad por COVID-19, los bloqueos tuvieron un efecto significativo en las personas que padecían otras dolencias. Los confinamientos provocaron que alrededor del 40 % de los adultos estadounidenses retrasaran o evitaran la atención médica urgente en junio de 2020. En el Reino Unido, los retrasos relacionados con el confinamiento en los diagnósticos de cáncer de pulmón podrían provocar 2500 muertes adicionales, según un análisis de la Coalición contra el Cáncer de Pulmón del Reino Unido.
DESCARGA DEL ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD JOHNS HOPKINS, EN INGLÉS
Muchos esperan que sean sus gobiernos los encargados de la defensa de «bien común».
Pero, ¿quién sabe realmente cual es el bien común? ¿Cómo podemos saber de antemano si una medida aparentemente benevolente a corto plazo no será un desastre a la larga?
Y por otro lado, lo que sí sabemos examinando la historia, es que los intereses de la clase política prevalecen siempre ante el hipotético «bien comun». Por tanto, incluso aunque tuviésemos gobiernos de sabios, cuando la defensa del bien común estuviese reñida con sus intereses políticos, estos prevalecerían.
Por tanto, la conclusión es obvia. El bien común se desconoce y quien diga defenderlo probablemente defienda sus propios intereses disfrazados de hipócrita altruismo.
Gracias por comentar, Alvaro.
Comparto en gran medida tu crítica a la noción del «Bien Común»; me recuerda a la crítica de Hayek en el Capítulo de «Camino de Servidumbre» que trata de la inexistencia de la noción de «Interés General», que asimila al cambiante interés particular de quien, en cada momento, detente el Poder.
Más claro nos lo dice Spinoza (Tratado Político); dando causas y abriendo el paso a la comprensión del problema, cara a su solución, problema ya entonces (siglo XVII) antiguo:
“Porque es cierto, tal como lo hemos demostrado en nuestra Ética, que los hombres están necesariamente sometidos a los afectos. Y así, por su propia constitución, compadecen a quienes les va mal y envidian a quienes les va bien; están más inclinados a la venganza que a la misericordia; y, además, todo el mundo desea que los demás vivan según su propio criterio, y que aprueben lo que uno aprueba y repudien lo que uno repudia. De donde resulta que, como todos desean ser los primeros, llegan a enfrentarse y se esfuerzan cuanto pueden por oprimirse unos a otros; y el que sale victorioso se gloría más de haber perjudicado a otro que de haberse beneficiado él mismo”.
“Por consiguiente, un Estado cuya salvación depende de la buena fe de alguien y cuyos negocios sólo son bien administrados si quien los dirigen quieren hacerlo con honradez, no será en absoluto estable. Por el contrario, para que pueda mantenerse sus asuntos públicos deben estar organizados de tal modo que quienes los administran, tanto si se guían por la razón como por la pasión, no puedan sentirse inducidos a ser desleales o a actuar de mala fe“.
“Pues para la seguridad del Estado no importa qué impulsa a los hombres a administrar bien las cosas, con tal que sean bien administradas. En efecto, la libertad de espíritu o fortaleza es una virtud privada, mientras que la virtud del Estado es la seguridad“.
“Finalmente, puesto que todos los hombres, sean bárbaros o cultos, se unen en todas partes por costumbres y forman algún estado político, las causas y fundamentos naturales del Estado no habrá que extraerlos de las enseñanzas de la razón, sino que deben ser deducidos de la naturaleza o condición común de los hombres”.
Saludos Álvaro