GLADIO, no pertenece al mundo de la ficción, ni al de la paranoia, ni tampoco al de la «conspiranoia». El terrorismo de Estado no es algo desconocido en este país y, desde luego, al menos, durante más de cuatro décadas constituye una realidad en el continente europeo, como lo evidenciaron diversas investigaciones judiciales y parlamentarias en Italia, Bélgica, Francia, Grecia….
El clamor de su existencia fue tan estruendoso que incluso el propio Parlamento Europeo adoptó una Resolución en 1990 por el que condenaba la ”organización de redes de influencia y la actuación clandestina” auspiciada por los servicios de inteligencia europeos y norteamericano, sin ningún tipo de control democrático.
En España, según André Moyen, un ex agente del Servicio General de Información belga, la red Gladio en nuestro país tuvo núcleos en San Sebastián, Barcelona, Madrid y las Islas Canarias, lo que ha dado lugar a diversas especulaciones. Sin embargo, ninguna investigación oficial se ha llevado a cabo aquí.
La cuestión es que los países europeos, entre ellos obviamente el nuestro, a pesar de todo, siguen sin dotarse, por voluntarismo o por indolencia, de los mecanismos de control suficientes para que las llamadas “cloacas” del Estado desaparezcan. Los designios políticos son manipulados por redes clandestinas financiadas con desviaciones de los presupuestos públicos ante nuestros ojos sin que nos percatemos…o sin que queramos hacerlo. Como si de un truco de magia se tratara, los focos de atención que se nos señalan son espejismos que hacen que desviemos nuestra mirada del movimiento real.
RESOLUCIÓN sobre el asunto Gladio del Parlamento Europeo, publicado en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas el 22 de noviembre de 1990, num. C324/201 (DO C 324 del 24.12.1990, p. 201: página nº 16 a partir de la 186 del enlace nº 5, en PDF – ver más abajo). El parlamento Europeo,
|
********
El que fue presidente, del Consejo de Ministros italiano, el democristiano Giulio Andreotti, se presentó a mediados de noviembre de 1990 ante el Senado de su país para informar sobre Operación Gladio, la superestructura de defensa vinculada a la OTAN y a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que actuó durante 45 años secretamente en Italia y en otros países de nuestro entorno europeo.
El 31 de mayo de 1972, un auto-bomba estalló en un bosque cercano a Peteano (Itallia). Más de una década despues, en 1984, el juez italiano Felice Casson decidió reabrir el caso. El juez descubrió que la policía no había investigado el lugar de los hechos. También notó que el informe que había concluido en aquel entonces que los explosivos utilizados eran los mismos que utilizaban tradicionalmente las Brigadas Rojas era en realidad una falsificación. Al proseguir su investigación sobre los extraños casos de Peteano y Trieste, el magistrado descubrió con asombro, no la mano de la izquierda italiana sino la de los grupúsculos de extrema derecha y de los servicios secretos del ejército tras el atentado de 1972.
El juez Casson logró determinar que el drama de Peteano formaba parte de ese esquema y entraba en el marco de una serie de crímenes que había comenzado en 1969.
Andreoti, que en 1990 hablaba de Gladio ante el Parlamento italiano, recordemos, fue condenado en 2002 como instigador del asesinato de un periodista italiano, Mino Pecorelli, en 1979. Según contó el «arrepentido», perteneciente a la Mafia, Tomasso Buscetta, el asesinato se produjo para hacerle un favor a Andreoti, siendo que Pecorelli estaba al tanto de los detalles del asesinato de Aldo Moro, supuestamente, por las Brigadas Rojas, mientras que Andreoti presidía su cuarto Gobierno.
**********
ENLACES DE INTERÉS:
|
Ejército Secreto de la OTAN: TERRORISMO DE ESTADO
Documental Operación Gladio: http://www.documaniatv.com/historia/el-ejercito-secreto-de-la-otan-operacion-gladio-video_02b3d4d27.html
♦♦♦♦♦♦♦
Los hechos lo demuestran: al término de la Segunda Guerra Mundial, la OSS y posteriormente la CIA protegieron y reciclaron a oficiales nazis para crear con ellos las redes stay-behind de la OTAN. En 2013, la OTAN utilizó varios grupos neonazis para montar una “revolución” en Kiev. En este momento, la OTAN apoya públicamente a las nuevas instituciones ucranianas, que incluyen dirigentes nazis, como el presidente del parlamento. En vez de tratar de evitarlo, la OTAN organiza el resurgimiento del nazismo.
Ucrania, que ya es de hecho miembro de la OTAN, ahora quiere ser incorporada oficialmente a ese bloque militar. El 8 de junio de 2017, el parlamento de Kiev adoptó por mayoría (con 276 votos a favor y 25 en contra) una enmienda legislativa que prioriza la incorporación de Ucrania a la OTAN. La entrada de Ucrania en ese bloque militar sería mucho más que algo formal. La OTAN acusa a Rusia de haber anexado Crimea ilegalmente y de realizar acciones militares contra Ucrania.
Por consiguiente, si Ucrania se convirtiera oficialmente en miembro de la OTAN, los otros 29 países miembros de ese bloque militar tendrían que «asistir a la parte o partes así atacadas adoptando (…) las acciones que juzgue necesarias, incluyendo el uso de la fuerza armada», como se afirma en el Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte. Dicho claramente, tendrían que entrar en guerra con Rusia.
El “mérito” de haber introducido en la legislación ucraniana la incorporación de ese país a la OTAN como objetivo prioritario es de Andrei Paruby. Este personaje es cofundador del Partido Nacional Social ucraniano, creado en 1991 según el modelo del Partido Nacional Socialista de Adolfo Hitler; jefe de las formaciones paramilitares neonazis utilizadas en 2014 en el putsch de la plaza Maidan, bajo las órdenes de Estados Unidos y la OTAN, y en la masacre de Odesa; jefe del Consejo de Defensa y de Seguridad Nacional que utiliza el Batallón Azov y otras unidades neonazis para atacar a los civiles ucranianos de origen ruso en el este de Ucrania y que realiza constantemente salvajes agresiones contra militantes del Partido Comunista, destruyendo locales de esa formación política y quemando libros, según el más puro estilo nazi, en momentos que ese partido está a punto de ser objeto de una prohibición oficial.
Ese es el Andrei Paruby que, como presidente del parlamento ucraniano, cargo que le fue conferido en abril de 2016 por sus «méritos democráticos», fue recibido el 5 de junio de 2017 por la presidente de la Cámara italiana, Laura Boldrini. «Italia siempre ha condenado el acto ilegal cometido en detrimento de una parte del territorio ucraniano», afirmó entonces la presidente Boldrini, avalando así la versión de la OTAN, según la cual Rusia anexó Crimea ilegalmente. Claro, esa versión ignora a propósito el hecho que la población de Crimea optó mediante un referéndum por separarse de Ucrania y reintegrar Crimea a Rusia para impedir con ello ataques como los que sufren constantemente las poblaciones rusas del Donbass, perpetrados por los batallones neonazis y las demás fuerzas militares de Kiev.
La cordial entrevista entre Paruby y la señora Boldrini concluyó con la firma de un memorándum de entendimiento que «fortalece la cooperación parlamentaria entre las dos asambleas, tanto en el plano político como en el administrativo».
Así se refuerza la cooperación entre la República Italiana, nacida de la resistencia contra el nazi-fascismo, y un régimen que ha instaurado en Ucrania una situación análoga a la que condujo al surgimiento del fascismo en los años 1929 y del nazismo en los años 1930. El Batallón Azov, cuya estirpe nazi está presente en su emblema, similar al de la División Das Reich de las SS [1], fue incorporada a la Guardia Nacional de Ucrania, transformada en unidad militar y promovida a la categoría de regimentó de operaciones especiales.
El Batallón Azov ha recibido así vehículos blindados y piezas de artillería. Junto a otras formaciones neonazis, igualmente convertidas en unidades regulares, el Batallón Azov recibe hoy entrenamiento de los instructores estadounidenses de la 173ª División Aerotransportada, transferidos a Ucrania desde la base italiana, y de otros instructores de la OTAN.
La Ucrania del actual régimen de Kiev se ha transformado así en el «vivero» del renacimiento del nazismo en pleno corazon de Europa. En Kiev confluyen hoy los neonazis de Europa entera, incluyendo a los neonazis italianos. Luego de recibir allí entrenamiento y después de foguearse en la realizacion de acciones militares contra las poblaciones rusas del Donbass, esos elementos regresan a sus países de origen.
De hecho, la OTAN está rejuveneciendo las filas del Gladio [2].
Fuente
Il Manifesto (Italia)
******
Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio
******
[1] La División Das Reich cometió muchos de los peores crímenes de las SS, como la masacre perpetrada en el pueblito francés de Oradour-sur-Glane.
[2] El Gladio es la red stay behind creada por la OTAN en Europa. Para más información, ver en nuestro sitio web la serie «Los ejércitos secretos de la OTAN», del investigador suizo Daniele Ganser.
Artículo bajo licencia Creative Commons La Red Voltaire autoriza la reproducción de sus artículos a condición de que se cite la fuente y de que no sean modificados ni utilizados con fines comerciales (licencia CC BY-NC-ND). Fuente : «El nazismo en Europa, es precisamente la OTAN », por Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia) , Red Voltaire , 18 de junio de 2017, www.voltairenet.org/ |
No podemos salir del fango.