MI VISION DEL MUNDO, por Albert Einstein

¿QUÉ ES LA PARADOJA DE LA POLÍTICA LÍQUIDA? 

Por Belgue

https://inlucro.org/la-paradoja-la-politica-liquida/

 

La política española es una calle angosta en la que se amontonan los bares de moda. Cada establecimiento intenta diferenciar su oferta y se pelea por ocupar el Espacio Público, pero la realidad objetiva es que todos ofrecen el mismo producto. Hasta ahora la calle se la repartían dos locales, uno de cada lado, pero la apertura de más negocios ha originado una nueva dinámica; , todos reclaman su derecho a tener su propia terraza.

Podría definirse el concepto de política líquida como la tendencia nominalista a personalizar la carta, siendo el menú el mismo para todos. Sirva como ilustración una pequeña anécdota. En un reciente viaje a Viena fuimos a comer al Mercado Naschmarkt. Es un sitio muy concurrido y los hosteleros han adaptado su oferta a la demanda de sus visitantes. En menos de 50 metros, les sirven comida japonesa, italiana, tejana, tailandesa, alemana, argentina, turca…El turista puede elegir comer carne o pescado; pedir una ensalada llena de hojas,  una hamburguesa con ketchup, un kebab, un pizza o un menú vegano. El problema que se plantea, en tan reducido espacio físico, es que los clientes viajan en grupo y tienen gustos dispares. Los distintos establecimientos, que no pueden tener en nómina tantos cocineros, han ideado una solución original. En lugar de competir desde los fogones, comparten las mesas de las terrazas, la carta y los camareros. En función de lo que cada comensal quiera comer, será atendido por el camarero de uno u otro restaurante. Cada uno factura lo suyo.

El monopolio de la cocina en el Mercado Naschmarkt no es el primer caso de Cartel que se da en la economía, pero sirve para ilustrar una nueva tendencia en la democracia parlamentaria española: la personalización de la política. Al comensal de esa merienda de negro que es la política española actual, le empieza a dar igual que le ofrezcan carne guisada, pescado a la brasa, tofú o sushi. Una vez sentado a la mesa, llega el camarero y pregunta: ¿Qué van a votar los señores? Les da lo mismo votar a Podemos, a Ciudadanos o a Vox. Incluso las personas con el paladar más fino se han resignado a comer esa variopinta mezcla de aditivos, glutamatos, azúcares, grasas vegetales, soja transgénica y carnes de dudoso origen.

Algunos voceros mediáticos e intelectuales menores atribuyen al político un poder de taumaturgia; silva y acuden las ovejas. Cada grupo de ovejas sigue a su político. La realidad, sin embargo, es mucho más prosaica. Todas esas criaturas forman parte de un único ejército lanar que obedece al ladrido de los perros y al silbido de los pastores. Son las ovejas de Panurge, el mítico personaje de Rabelais. Cuando el individuo abdica de su soberanía, renuncia a su sentido innato de la libertad, y deja de pertenecer a una comunidad, se convierte en un cordero rabioso enamorado de una oveja sarnosa. Monsieur Tout Le Monde, el “Mouton Enragé” tipo de la sociedad francesa de la posguerra, es ese “Ciudadano empoderado” que han entronado la Prensa española y las Redes Sociales.

La política líquida ha llegado con el BIG DATA y el gran negocio del Controla Social, pero tiene mucho que ver con 40 años de adoctrinamiento ideológico en las escuelas, universidades y en los medios de comunicación. Sin ese sustrato previo de recelo y suspicacia, la lógica nihilista no habría prendido con tanta fuerza en la sociedad española. El odio al prójimo se oculta, larvado y latente, en muchas pautas económicas, actitudes políticas y reflejos sociales aparentemente inexplicable que siempre se acaban atribuyendo al salto generacional, al progreso material y a la evolución de las mentalidades. Ese esquema simplista lo mismo sirve de coartada para el botellón que de explicación para la ruina del pequeño comercio y de las pymes. Para ello, nada mejor que un palabro anglosajón que sustancie ese cambio. Si los “millenials” prefieren las cafeterías a los bares, ya no hay ningún mecanismo económico ni sociológico que describir y explicar. Del mismo modo, el “odio” que sienten por el taxista queda parapetado detrás de una aplicación informática que les presta el mismo servicio al mismo precio. Pero diferente es que en el bar, en el taxi o en la carnicería, entren a formar parte de una pequeña comunidad de clientes habituales a los que atiende un pequeño empresario, a que les atiendan esclavos anónimos en cafeterías, supermercados y vehículos con chófer. La única diferencia objetiva entre un taxi tradicional y un vehículo de transporte con chófer es el odio al prójimo. Es el mismo mecanismo que explica la ruina del pequeño comercio y el crecimiento de empresas de reparto como Glovo.

Para pastorear a las ovejas, el político tiene que identificar el malestar, hacer un diagnóstico y ponerse al frente de la manifestación. Es el que guía. La paradoja de la política líquida es que por fuerte que balen los borregos, no serán nunca mastines, ni se parecerá un rebaño de corderos y ovejas a una manada de lobos. La política líquida saca lo peor de un dulce animal  pero no lo convierte en depredador.

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MI VISIÓN DEL MUNDO

Por Albert Einstein

 

Los ideales que iluminaron y colmaron mi vida desde siempre son: bondad, belleza y verdad. Las banales metas de propiedad, éxito exterior y lujo me parecieron despreciables desde la juventud.”

Albert Einstein

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Pienso mil veces al día que mi vida externa e interna se basa en el trabajo de otros hombres, vivos o muertos. Siento que debo esforzarme por dar en la misma medida en que he recibido y sigo recibiendo. Me siento inclinado a la sobriedad, oprimido muchas veces por la impresión de necesitar del trabajo de otros. Pues no me parece que las diferencias de clase puedan justificarse: en última instancia reposan en la fuerza. Y creo que una vida exterior modesta y sin pretensiones es buena para todos en cuerpo y alma.

LIBERTAD Y SENTIDO DEL HUMOR

No creo en absoluto en la libertad del hombre en un sentido filosófico. Actuamos bajo presiones externas y por necesidades internas. La frase de Schopenhauer: “Un hombre puede hacer lo que quiere, pero no puede querer lo que quiere”, me bastó desde mi juventud. Me ha servido de consuelo, tanto al ver como al sufrir las durezas de la vida, y ha sido para mí una fuente inagotable de tolerancia. Ha aliviado ese sentido de responsabilidad que tantas veces puede volverse una traba, y me ayudó a no tomarme demasiado en serio, ni a mí mismo ni a los demás. Así pues, veo la vida con humor.

BONDAD, BELLEZA Y VERDAD

No tiene sentido preocuparse por el sentido de la existencia propia o ajena desde un punto de vista objetivo. Es cierto que cada hombre tiene ideales que le orientan. En cuanto a eso, nunca creí que la satisfacción o la felicidad fueran fines absolutos. Es un principio ético que suelo llamar el Ideal de la Piara.

Los ideales que iluminaron y colmaron mi vida desde siempre son: bondad, belleza y verdad. La vida me habría parecido vacía sin la sensación de participar de las opiniones de muchos, sin concentrarme en objetivos siempre inalcanzables tanto en el arte como en la investigación científica. Las banales metas de propiedad, éxito exterior y lujo me parecieron despreciables desde la juventud.

PASIÓN POR LA JUSTICIA SOCIAL Y LA SOLEDAD

Hay una contradicción entre mi pasión por la justicia social, por la consecución de un compromiso social, y mi completa carencia de la necesidad de compañía, de hombres o de comunidades humanas. Soy un auténtico solitario. Nunca pertenecí del todo al Estado, a la Patria, al círculo de amigos ni aún a la familia más cercana. Si siempre fui algo extraño a esos círculos es porque la necesidad de soledad ha ido creciendo con los años.

DEMOCRACIA, ESTADO E IDOLATRÍA

Mi ideal político es la democracia. El individuo debe ser respetado como persona. Nadie debería recibir un culto idolátrico. (Siempre me pareció una ironía del destino el haber suscitado tanta admiración y respeto inmerecidos. Comprendo que surgen del afán por comprender el par de conceptos que encontré, con mis escasas fuerzas, al cabo de trabajos incesantes. Pero es un afán que muchos no podrán colmar.)

Sé, claro está, que para alcanzar cualquier objetivo hace falta alguien que piense y que disponga: un responsable. Pero de todos modos hay que buscar la forma de no imponer a dirigentes. Deben ser elegidos. Por eso estuve siempre contra sistemas como los que hoy priman en Italia y en Rusia. Me parece que la solución está en lo que hicieron los Estados Unidos: un presidente elegido por tiempo suficientemente largo, y dotado de los poderes necesarios para asumir toda la responsabilidad. Valoro, en cambio, en nuestra concepción del funcionamiento de un Estado, la creciente protección del individuo en caso de enfermedad o de necesidades materiales.

Para hablar con propiedad, el Estado no puede ser lo más importante; lo es el individuo creador, sensible: la personalidad. Sólo de él sale la creación de lo noble, de lo sublime. Lo masivo permanece indiferente al pensamiento y al sentir.

GUERRA Y PRENSA

Con esto paso a hablar del peor engendro que haya salido del espíritu de las masas: el ejército, al que odio. Cómo detesto las hazañas de sus mandos, los actos de violencia sin sentido y el dichoso patriotismo. ¡Qué cínicas, qué despreciables me parecen las guerras! ¡Antes dejarme cortar en pedazos que tomar parte en una acción tan vil!

A pesar de lo cual tengo tan buena opinión de la humanidad, que creo que este fantasma se hubiera desvanecido hace mucho tiempo si no fuera por la corrupción sistemática a que es sometido el recto sentido de los pueblos a través de la escuela y de la prensa, por obra de personas y de instituciones interesadas económica y políticamente en la guerra.

LA RELIGIÓN Y LA ETERNIDAD DE LA VIDA

El misterio es lo más hermoso que nos es dado sentir. Es la sensación fundamental, la cuna del arte y de la ciencia verdaderos. Quien no la conoce, quien no puede asombrarse ni maravillarse, está muerto. Sus ojos se han extinguido.

Esta experiencia de lo misterioso -aunque mezclada de temor- ha generado también la religión. Pero la verdadera religiosidad es saber de esa Existencia impenetrable para nosotros, saber que hay manifestaciones de la Razón más profunda y de la belleza más resplandeciente sólo asequibles en su forma más elemental para el intelecto.

En ese sentido, y sólo en éste, pertenezco a los hombres profundamente religiosos. Un Dios que recompense y castigue a seres creados por él mismo, que -en otras palabras- tenga una voluntad semejante a la nuestra, me resulta imposible de imaginar. Tampoco quiero ni puedo pensar que el individuo sobreviva a su muerte corporal; que las almas débiles alimenten esos pensamientos por miedo, o por un ridículo egoísmo.

A mí me basta con el misterio de la eternidad de la Vida, con el presentimiento y la conciencia de la construcción prodigiosa de lo existente, con la honesta aspiración de comprender hasta la mínima parte de razón que podamos discernir en la obra de la Naturaleza.

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ALBERT EINSTEINMi visión del mundo (fragmentos). Tusquets Editores. [FD, 01/06/2006]

 

 

 

 

 


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